El fabricante de Milka obtuvo beneficios fiscales a cambio de no suspender 500 trabajadores
La compañía alimenticia Mondelez (ex Kraft), dueña de las marcas Milka, Oreo, Terrabusi o Beldent, negoció una exención de cargas impositivas y no realizará las suspensiones por el lapso de seis meses a 500 empleados de sus plantas de la localidad de Pacheco y Victoria
Este acuerdo, realizado con el Ministerio de Trabajo y el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, sostiene que desde diciembre hasta mayo de 2020 se da carácter no remunerativo para la base de cálculo de las contribuciones de seguridad social al 90% de cualquier concepto remunerativo de todo el personal de la empresa.
A cambio de esto, la compañía se compromete a no realizar suspensiones ni despidos hasta el 31 de mayo del año próximo, tal como se firmó esta mañana en las oficinas de la Secretaría de Trabajo.
"Con el objetivo de preservar los puestos de trabajo existentes en la empresa, se harán efectivas eximiciones impositivas durante el lapso de seis meses, para que la misma logre superar sus dificultades", informaron desde la cartera que dirige Dante Sica.
Por su parte, desde la compañía informaron que "esta decisión permitirá subsanar el impacto de la caída del consumo y de la desaceleración de ventas, y concentrarnos en seguir impulsando los planes de crecimiento en el país".
Supermercados contraatacan: apelarán la Ley de Góndolas y advierten por desabastecimiento
Cuando días atrás propuso el Proceso Preventivo de Crisis, incluía la suspención por seis meses a 350 trabajadores de la planta de Pacheco, donde se producen las marcas Oreo, Pepitos, Express, Variedad, galletitas Mayco, Tita, Rodhesia y alfajores Milka, Shot y Terrabusi, y 150 de la planta de Victoria, donde se hacen las marcas Halls, Beldent, chocolates Milka y los históricos Palitos de la Selva.
En ambos establecimientos se desempeñan en total más de 2.300 empleados, y el clima laboral no es el mejor. Las suspensiones estaban planeadas a partir del primero de diciembre con el pago del 90 por ciento sobre el salario básico, sin incluir premios ni incentivos.
La empresa ya había indicado que "la coyuntura económica que atraviesa el país afecta de manera directa a la industria de la alimentación".
"En el último período se viene registrando una caída en el consumo y desaceleración en nuestras ventas, con la consecuente acumulación de stock de productos y reducción de la producción", señaló.