Por dólar alto, cepo y crisis política, las empresas de construcción se hunden en una grave crisis
Incertidumbre política, dólar volátil, inflación sin techo aparente: la combinación de factores negativos sigue golpeando sobre la actividad de la construcción, que está a un paso de acumular dos años con números en caída.
De hecho, en el sector ya dan por descontado que 2019 cerrará de la peor manera y que cualquier recuperación recién deberá esperarse para 2020.
Empresarios de la comercialización de insumos, inmobiliarias, desarrolladores y constructores coincidieron ante iProfesional en que lo ocurrido en las PASO minó los indicadores, mientras que la reinstalación del cepo "ahuyentó" a los pocos interesados en activar emprendimientos en el corto plazo.
Al parate que experimenta la actividad en el ámbito privado hay que sumarle el freno que exhibe la obra pública, que según la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) representa casi el 30 por ciento de todo el movimiento del rubro pero ahora, tras las medidas tomadas por el Gobierno en el frente fiscal, apenas menos el amperímetro.
Las últimas obras de envergadura, que se inauguraron en mayo fueron el Paseo del Bajo, el viaducto del ferrocarril Mitre y un tramo de autopista para la ruta 7. Luego, el Gobierno activó el viaducto del tren San Martín, una nueva extensión del Metrobus y realizó obras en la ruta 40. Sin embargo, otras iniciativas quedaron frenadas.
"Esos proyectos permitieron que los indicadores no resultaran tan negativos. Ahora, la situación compleja queda mucho más en evidencia porque los proyectos más grandes se terminaron y no hubo nuevos lanzamientos de la misma magnitud", comentó a iProfesional José Rozados, CEO de Reporte Inmobiliario.
Esta posición es compartida por referentes de Grupo Construya, organización que nuclea a las principales empresas de insumos de la construcción de la Argentina. En diálogo con iProfesional su titular, Pedro Brandi, destacó la ausencia de más iniciativas en el ámbito de la obra pública y dio por sentado que no habrá grandes novedades hasta fin de año.
"Se está terminando lo poco que quedó en marcha luego de las grandes obras. La realidad es que sin ese funcionamiento, la situación de la construcción sería mucho peor de lo que ya es. Hasta tanto no tengamos una definición política se hace impensado imaginar que habrá anuncios de emprendimientos importantes", anticipó.
Sector privado, muy complicado
Más allá de esta situación adversa, los expertos consultados advierten que la parálisis más profunda tiene lugar en el ámbito privado.
En ese sentido, Rozados sostuvo que, con la excepción de iniciativas muy puntuales, el lanzamiento de nuevas obras se encuentra muy frenado.
"La incertidumbre dominante paraliza cualquier posibilidad a la hora de pensar en grandes proyectos de unidades. Lo que impera hoy es esperar hasta que aclare el panorama", comentó.
Para luego añadir: "La devaluación no funcionó de la manera que muchos en el sector esperaban. La falta de estabilidad en los precios en general despertó más miedo que otra cosa. Muchos de los inversores que tienen dólares prefieren la estrategia del 'wait and see' para ver cómo evoluciona el mercado".
Desde Construya, Brandi indicó que la caída de la actividad volvió a quedar en evidencia a partir de la menor demanda que volvieron a mostrar los insumos durante el mes de agosto.
"Veníamos de dos meses de relativa mejoría pero la comercialización sufrió una nueva caída por el resultado de las PASO. Lo más preocupante es que septiembre volverá a mostrar una baja muy profunda. Por cómo se vienen dando los números para el sector, este año está perdido", aseguró.
Para Brandi, si bien hubo alzas de precios en insumos, el actual parate responde mayormente al factor político.
"Hay un deterioro de las expectativas enorme, no hay confianza. Si bien para quien posee dólares el costo de construcción bajó mucho, lo real es que ante el vaivén del tipo de cambio, los inversores privilegian quedarse con los billetes. Predomina esa especulación y hay que ver si eso cambia después de las elecciones. Todo es un gran interrogante", dijo.
Según previsiones del titular de Construya, el 2019 culminará con una caída en la actividad de la construcción privada del orden del 8 por ciento, una baja que se suma a la contracción del 7% del 2018.
Por el lado de los desarrolladores, la perspectiva para lo que resta del año también es oscura y las fuentes consultadas aseguran que las operaciones que se vienen cerrando en estos últimos tres meses son marginales.
"Hoy prácticamente no hay mercado. Si bien las oportunidades están, los inversores no están dispuestos a avanzar porque no hay señales positivas desde lo político y los cimbronazos del dólar invitan a la especulación", sostuvo ante iProfesional Leonardo Rodríguez Nader, CEO de la desarrolladora CMNV.
Según el experto, "hoy todo está parado. El mercado no termina de acomodarse a este momento. En un escenario inmobiliario endeble como el nuestro, la crisis política está complicando directamente a la actividad económica".
"Los ahorristas están mirando al dólar. Esta visión a corto plazo alienta el mercado especulativo y eso hace que se pierda de vista que el ladrillo es una mejor reserva de valor a mediano o largo plazo. En una crisis como la actual, la revalorización posterior es importante. Así ocurrió en otras crisis", advirtió Rodríguez Nader.
Otras voces del sector inmobiliario coincidieron con esta apreciación. "Es cierto que la fluctuación del dólar se lleva toda la atención. Pero con cada salto hay una mejora para el valor del inmueble. Y eso está ocurriendo ahora. Hoy, con dólares en mano, se pueden negociar otras pautas para entrar en un proyecto. Hay que romper con la idea de que sólo puede ganar quien atesora", sostuvo un actor del segmento, en estricto off the record.
Meseta extendida
En diálogo con iProfesional, Gustavo Llambías, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), sostuvo que más allá de movimientos puntuales, la construcción permanece en situación amesetada sobre todo desde mediados del año pasado a esta parte.
"El parate fuerte viene desde mediados de 2018, cuando escaló el dólar y se complicaron otros aspectos. Hoy al freno hay que sumarle la incógnita vinculada con las elecciones. La enorme incertidumbre hace que se paralicen todas las decisiones y eso marca una gran diferencia respecto del año pasado", expresó.
Llambías sostuvo que la expectativa de una eventual recuperación está puesta ya en el 2020.
Por su parte, Darío López, socio en la desarrolladora Arquitectonika, también repasó detalles de la merma de la construcción en el ámbito privado. El experto destacó la incidencia de variables como la inflación crónica y el peso de las cercanas elecciones.
"Los precios de los materiales no paran de subir. En nuestro caso, compramos fuerte hace un tiempo pero hoy seguimos notando que todo continúa aumentando. La incertidumbre económica y política y la recesión juegan en contra de cualquier recuperación", sintetizó ante la consulta de iProfesional.
El entrevistado coincidió con sus pares al señalar que, en términos de obras privadas, la construcción enfrenta en la actualidad un período incluso peor al del segundo semestre del año pasado.