Aerolíneas con turbulencia financiera: se le acumulan vencimientos, pide más subsidios y renegocia con proveedores

Pagos de deuda, costos por mantenimiento y un escenario aerocomercial marcado por la sobreoferta de itinerarios y los precios deprimidos, son algunos de los factores que, combinados, complican los números de Aerolíneas Argentinas.

La estatal encara el último tramo del año con la casi certeza de que concluirá 2019 con una demanda de subsidios superior al período anterior. En 2018, la compañía requirió desembolsos oficiales por hasta 200 millones de dólares.

En el seno de Aerolíneas Argentinas reconocen la mayor demanda de subsidios, al tiempo que aclaran que el incremento en el nivel de gastos responde en gran medida a obligaciones heredadas de la gestión de gobierno anterior.

En esa línea se inscribe el pago de 80 millones de dólares en concepto de vencimientos de deudas por la compra de aviones en tiempos de Mariano Recalde al frente de la estatal, y un abono adicional de 70 millones de dólares destinado a la puesta a punto de los motores de los Embraer 190 que conforman la flota de Austral.

Los compromisos en cuestión, indicaron desde la estatal, transformaron al 2019 en uno de los años "más exigentes" para las finanzas de la compañía. De ahí que la empresa activó negociaciones con algunos de sus grandes proveedores a fin de extender pagos con la idea de aportarle algo de oxígeno a sus números.

"El vencimiento de deuda por la compra de los aparatos se dio ahora y tenemos encima un ciclo de mantenimiento de los Embraer que es obligatorio. Esos dos aspectos le pusieron una presión adicional a las cuentas de la empresa, que además viene haciendo grandes esfuerzos para afrontar los aumentos fuertes del combustible", expresaron ante iProfesional fuentes vinculadas a la estatal.

Añadieron que a esos factores se contrapone un "escenario de tarifas que no varió sus valores hacia arriba como sí lo han hecho la inflación y el dólar".

"A partir de ese contexto ha habido una renegociación con proveedores, se conversó con los grandes. Es lógico porque tenemos una mayor demanda financiera. Vamos revisando uno a uno los plazos de pago. Los vencimientos que eran a 60 días estamos tratando de que se extiendan a 90 o 120", se indicó.

Si bien nadie se anima a fijar el tope de subsidios que requerirá la estatal este año, desde la compañía remarcan que se está muy lejos de los 678 millones de dólares que se destinaron para su funcionamiento en la gestión anterior.

"Bajamos a 200 millones de dólares ya el año pasado y este sería un poco por encima de ese monto. Las obligaciones y pagos tienen mucha incidencia en este día a día. Hay que pensar que todavía quedan por abonar unos 300 millones de dólares por la compra de los Embraer que en el otro gobierno", señaló una fuente.

La flota Embraer comprende 26 aeronaves modelo 190 que comenzaron a arribar a la Argentina a partir de septiembre de 2010 con el fin de, en ese momento, modernizar los servicios de Austral. En octubre del año pasado, Aerolíneas activó un proceso de reemplazo de estos aparatos con el objetivo de sumar aviones de mayor capacidad y menor consumo de combustible.

"El año pasado hicimos un pedido de ofertas para reemplazar a los 190. Hubo propuestas de Boeing, Airbus, Embraer y Bombardier. Se llegó a una preselección, pero en el medio ocurrió la suspensión de los Boeing 737-MAX y eso generó un freno en la decisión de compra. Por el momento, el proceso sigue suspendido", expusieron las voces consultadas.

Para luego concluir: "El reemplazo de los Embraer 190 hay que hacerlo. Hoy no son la mejor opción para la empresa: tienen diseños de turbina de los años 80, por lo que consumen mucho combustible. Además, pueden transportar menos pasajeros que los aviones de algunos de nuestros competidores. Ese cambio se hará y ya el año que viene se comenzará a revisar el estado de la flota internacional".