Supermercados DIA perdió más de u$s162 millones en 2019 y quedó en quiebra técnica
El grupo de supermercados DIA cerró el primer trimestre del año con pérdidas por u$s162,3 millones y registró en sus locales de Argentina una facturación 45% menor, hechos que colocan a la compañía en una "frágil posición" y en riesgo de pedir el concurso de acreedores o iniciar la liquidación, indicó un informe publicado este martes por la cadena española.
La facturación de la cadena de supermercados cayó un 7,2% entre enero y marzo, y su resultado bruto de explotación (Ebitda) fue un 77,7% inferior al de hace un año.
El deterioro de sus resultados en el primer trimestre se multiplicó nueve veces respecto a 2018 y afectó el patrimonio neto de la entidad, en rojo desde el cierre de 2018, y que aumentó ahora a u$s196,4 millones.
Este desfase patrimonial hace que la firma, que cuenta con más de 6.000 locales, esté en una quiebra técnica que necesita reequilibrar para no verse abocada al concurso o la liquidación.
Las ventas brutas se redujeron un 14% en el primer trimestre, impulsada sobre todo sobre todo por el desplome del 45% registrado en Argentina debido casi en exclusiva al efecto divisa.
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En España la caída fue del 3,5%; en Portugal del 3,2%; en Brasil, 4 %.
Los responsables del grupo advirtieron en el informe que si el proceso abierto para recuperar el equilibrio patrimonial y salir de quiebra técnica sufre algún revés (el próximo lunes expira el plazo), su situación "podría deteriorarse rápidamente".
En marzo pasado, la junta de accionistas del Grupo -presente además de Argentina, en España, Brasil y Portugal- aprobó la ampliación de u$s568 millones propuesta por el multimillonario ruso Mijaíl Fridman, lo que da vía libre a su opa sobre la compañía, de la que ya tiene una participación del 29%.
Los directivos de la empresa señalaron que la única alternativa es la propuesta de Fridman -dueño del 29 % de DIA a través de la sociedad LetterOne-, con la ampliación de capital a la que se ha comprometido.
No obstante, el inversor ruso supedita la operación a contar con mayoría en el consejo de administración y a llegar a un acuerdo con la banca acreedora para que acepte extender hasta 2023 el vencimiento de toda la deuda a largo plazo del grupo, una condición esta última que por el momento no se dio.