AUDIENCIA CLAVE

Farmacity quiere abrir locales en Provincia: empezó la cuenta regresiva para el veredicto de la Justicia

Desde la compañía argumentaron sus razones para poder comenzar a operar más allá de la Ciudad. La Corte Suprema deberá dar su veredicto
NEGOCIOS - 12 de Noviembre, 2018

Se intensifica la batalla por el negocio de los medicamentos en la provincia de Buenos Aires. Concluida la primera audiencia pública con vistas a destrabar el desembarco de Farmacity en ese territorio, la Corte Suprema fijó una instancia similar para el próximo 14 de noviembre y luego sí se conocerá el veredicto respecto de las posibilidades de la compañía de activar sucursales del otro lado de la General Paz.

Lo relevante de esta primera reunión estuvo en las exposiciones de los especialistas convocados por el mismo tribunal, quienes en detalle remarcaron que, tal como está planteado el mapa de farmacias actual los comercios no garantizan una completa cobertura geográfica.

En simultáneo, se dejó en evidencia que los puntos de ventas consolidados hoy en la Provincia sólo se concentran en las zonas de mayor poder adquisitivo.

Estas conclusiones chocan de lleno contra los argumentos de los farmacéuticos que se oponen a la expansión de Farmacity. Alineados en la Confederación Farmacéutica Argentina, los profesionales exponen cada vez que pueden que la compañía sólo se instala en plazas económicamente rentables. Y que la firma entiende al expendio de medicamentos como una actividad comercial antes que un “servicio social”.

Sin embargo, relevamientos aportados a los jueces por expertos como Sebastian Lopes Perera, director de la consultora Marketing & Estadística, pusieron en evidencia que la expansión de las farmacias en el territorio bonaerense no sigue un patrón de comportamiento asociado a la distribución de la población.

Muy por el contrario, la medición arrojó que las farmacias hoy en funcionamiento se acumulan en zonas urbanas con consumos económicos elevados. La documentación expuesta develó que la evolución de los puntos de venta tiene como base áreas marcadas por la “existencia de centros comerciales, de servicio y de transporte, que coinciden con entornos de nivel socio-económico (NSE) medio y alto”.

“Territorialmente, la ubicación de las farmacias es más intensa en esos entornos con nodos comerciales. En entornos de de nivel socio-económico bajo –sean de alta o media densidad–, la presencia de farmacias es casi nula, al igual que en las zonas alejadas de los nodos y corredores comerciales”, destaca el sondeo de Marketing & Estadística, convocada por la Corte.

Para luego apelar a un ejemplo: “Las zonas de NSE bajo carecen de farmacias. Por ejemplo, en la localidad de Adrogué se estimó 1.052 habitantes por farmacia, mientras que en la localidad de Claypole ese ratio es de 11.381. En la primera, el nivel socio-económico es alto, mientras que en la segunda predomina el nivel socio-económico medio y bajo”.

A modo de conclusión Marketing & Estadística enfatizó que, en virtud de la actual distribución geográfica de las farmacias, el servicio de salud “no es equitativo para todos los habitantes del Gran Buenos Aires”.

“Por el contrario, según el análisis, se observa que las farmacias han seguido un patrón de ubicación semejante al de los negocios comerciales tradicionales”, cierra el documento tomado en cuenta por el máximo tribunal.

Detalle de densidad de farmacias en el conurbano:

 

Concentración elevada en zonas de mayor poder adquisitivo. Ejemplo, corredor Sur:

 

Voces en la Corte

A la par de los relevamientos estadísticos, en la audiencia pública también hubo espacio para voces que, en gran medida, objetaron el marco legal que hoy bloquea la figura de las SA en el negocio de la comercialización de medicamentos. Precisamente, la cualidad de Farmacity.

En ese sentido, Fermín Carricante, referente de la Asociación de Empleados de Farmacias (ADEF), remarcó antes los jueces que el desembarco de la cadena permitiría “acrecentar la cantidad de fuentes de trabajo”.

“Ha sido siempre nuestro norte proteger y alentar la creación de nuevas fuentes de trabajo. Consideramos que el planteo de la parte actora –por Farmacity– se encuentra ajustado a derecho”, dijo. También hubo respaldo a la quita de restricciones legales de parte de Marcelo Capello, titular del IERAL, y una posición similar ejerció Marcelo Celani, de la Universidad Torcuato Di Tella.

En cada caso, se puso énfasis en el incentivo a la competencia que abriría la quita de vetos legales, además de dejar en claro que, tal como funciona el mercado actual de farmacias en la provincia de Buenos Aires, el acceso a los medicamentos sigue siendo un lujo para la población más marginal.

“Las restricciones al comercio tienden a ser excepcionales. Esto tiene que estar muy bien fundado. En mi opinión, esa excepcionalidad no está justificada de ninguna manera. Asegurar el acceso al medicamento no se va a garantizar aplicando restricciones al mercado”, sostuvo Celani.

Del lado de los críticos se ubicó el ex ministro de Salud Ginés González García, quien en sintonía con la Confederación Farmacéutica Argentina, argumentó ante el tribunal que “la farmacia y el farmacéutico son un factor clave, por lo que la idea de la farmacia-shopping hace perder el respeto al medicamento”.

Fuera del recinto, profesionales ligados al Colegio de Farmacéuticos de la Provincia llevaron a cabo una movilización con la consigna de que habilitar las SA alentará la concentración de los comercios en determinadas zonas de rentabilidad comprobada. En virtud del detalle de los monitoreos acercados a la Corte durante la audiencia pública, quedó en evidencia que eso ya ocurre en la actualidad.

Cadenas en acción

En el segmento de las farmacias abundan los actores que entienden al marco vigente en territorio bonaerense como un bloqueo que “cuida” el negocio de las cadenas ya establecidas en la Provincia.

Sobre todo en el conurbano, un pelotón de jugadores concentra la venta de medicamentos y todo indica que estas compañías apuntan a expandirse más allá del cinturón que rodea a la Capital Federal.

En Quilmes, por ejemplo, el "peso pesado" que viene devorándose la presencia de las expendedoras de medicamentos tradicionales tiene un nombre contundente: Soy Tu Farmacia. Se trata de una cadena propiedad del empresario Eduardo Lluibaroff, quien en junio de 2015 se quedó con todas las farmacias Vantage. 

En ese momento, Lluibaroff desembolsó hasta $17 millones para quedarse con locales, clausurar pasivos, y disponer el rol de una dotación cercana a los 150 empleados. Pero el verdadero motor de su avanzada fue la también cadena Soy Maga, con la que el empresario pasó a controlar el grueso de la facturación derivada de la venta de medicamentos, justamente en Quilmes.

Sólo en esa ciudad, Soy Tu Farmacia -versión potenciada de Soy Maga- cuenta con un abanico de hasta 10 farmacias de comprobada rentabilidad. Claro que no es la única en el conurbano, lo que confirma que la intención de bloquear el modelo comercial de puntos de venta nucleados bajo una misma identidad es una batalla perdida.

Soy Tu Farmacia cuenta con presencia comercial en Wilde (4 sucursales), Villa Domí­nico (2), Solano, Sarandí­ (2), Quilmes (10), Florencia Varela (2), Ezpeleta (3), Don Bosco, Capital Federal (8), Bernal (8), Berazategui y Avellaneda.

Otra prueba de cómo las cadenas se posicionan con fuerza en la provincia de Buenos Aires se observa en el tipo de operación de Central Oeste, con una estructura de funcionamiento basada en alrededor de 20 puntos de expendio distribuidos mayormente en Morón, Ramos Mejí­a y Castelar. 

Con una veintena de farmacias en el conurbano, Central Oeste confirma el éxito del formato de cadenas en esa área. Los socios que integran la compañí­a cuentan con locales funcionando en Castelar (3), Haedo, Ituzaingó, Leloir, Merlo (2), Morón (6), Padua, Ramos Mejí­a (3), San Justo y San Miguel.

Otra empresa que opera bajo el mismo formato es Farma 24, propiedad de la familia Jaimovich. La empresa cuenta con más de 10 locales distribuidos entre Banfield, Lomas de Zamora, Lanús y Esteban Echeverrí­a.

Hay más: Zona Vital, propiedad de la familia Roiz, cuenta con 14 locales funcionando en Buenos Aires, Luján y varios puntos del conurbano. Su potencia comercial es tal que hasta dispone de un programa de descuentos, premios y beneficios, en general atados a una tarjeta que lleva el nombre de la cadena.

Por otro lado, Punto de Salud opera 19 tiendas instaladas en sendas zonas de Canning, Temperley, Cañuelas, Longchamps, San Vicente, Avellaneda, Spegazzini y Mármol. Su titular es Carlos Santoro, quien también está al frente de la Clí­nica Monte Grande y la prepaga Centro Médico.

Según datos aportados por distintas organizaciones que analizan el mercado de farmacias en la Argentina, la provincia de Buenos Aires aglutina en todo su territorio unos 4.600 puntos de expendio de medicamentos. De ese total, un 30% -1.380 farmacias- pertenecen a alguna cadena en particular. Sólo esa porción factura hoy a razón de $9.000 millones al año.

La posición del gremio

En el ámbito sindical hay coincidencias respecto de que el modelo de cadenas lleva años desarrollándose en la provincia de Buenos Aires. 

No faltan las crí­ticas: a los ojos de los gremios, el permiso legal vigente que permite establecer estructuras de varias farmacias ligadas a través de la figura de la sociedad en comandita sólo le genera a los farmacéuticos inconvenientes y pérdida de valor profesional.

Dentro de los sindicatos señalan que ajustar el debate a la aprobación o no de las sociedades anónimas representa, además de un golpe directo a Farmacity, una manera de blindar el negocio de las cadenas que ya pisan fuerte en suelo bonaerense. En otras palabras, mantener el "status quo" que rige sobre todo en el cinturón en torno a Capital Federal.

“Bloquear las sociedades anónimas es quedarse corto. Las cadenas que existen se armaron sobre la opción de la sociedad en comandita y eso afecta notablemente el rol del farmacéutico. Bajo esa modalidad, el profesional sólo 'presta' el nombre. El 99% de las acciones queda en poder de quien pone el capital y el 1% restante va para el farmacéutico. Ahora, cuando se produce un inconveniente, el farmacéutico es 100% responsable de lo que ocurre”, graficó ante iProfesional Marcelo Peretta, titular del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquí­micos.

Según el dirigente, el predominio de esta opción ha derivado en infinidad de farmacéuticos teniendo que responder incluso de forma judicial ante maniobras fraudulentas llevadas a cabo por los inversores.

“Tenemos afiliados que han perdido hasta sus casas por juicios derivados de quien controlaba las acciones en la sociedad en comandita. Las sociedades anónimas al menos aclaran quién es el responsable del capital de la compañí­a y quién ostenta la dirección técnica del establecimiento. No puede ser que el farmacéutico tenga que responder por una deuda de ABL o la falta de pago a una droguerí­a”, comentó.

Peretta aseguró que el modelo de cadenas en la provincia de Buenos Aires es una realidad y ya viene funcionando desde hace dos décadas. Enfatizó, además, que las estructuras que operan sobre todo en el conurbano se destacan por excluir al personal sindicalizado, abonar sueldos por debajo del promedio y desconocer el grueso de los derechos laborales de los farmacéuticos.

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