Techint borró mails y desmanteló la oficina del ejecutivo acusado de pagar coimas a los K
El grupo Techint borró posibles pruebas del pago de coimas a exfuncionarios kirchneristas. Según el diario Perfil, la multinacional liderada por Paolo Rocca, eliminó los correos electrónicos del principal sospechoso de ejecutar el pago de sobornos de la compañía ítalo-argentina y desmanteló las oficinas del piso 17 donde tenía montado un búnker para la administración de dinero negro a cargo de Héctor Zabaleta, detenido y luego liberado por el juez Claudio Bonadio.
Así consta en dos expedientes judiciales que tienen a la empresa en la mira.
La compañía es investigada en la causa de los cuadernos de Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, quien fue segundo de Julio de Vido en el Ministerio de Planificación durante el kirchnerismo. Pero también es investigada en el caso de Lava Jato, el pago de coimas a exfuncionarios de Brasil.
El hombre encargado de hacer posible esa estructura es el exdirector de Administración de la compañía, Héctor Zabaleta, retirado en 2016, y detenido y luego liberado por Bonadio.
El ejecutivo manejó durante años una estructura de cuentas bancarias en Suiza y sociedades fantasma destina-das a pagar sobornos. Los correos de Zabaleta son esenciales en la ruta de las coimas. Otra prueba es central: sus registros de llamadas a Suiza. Pero la Justicia aún no ha solicitado esta última prueba. La empleada que recibía sus órdenes en Suiza declaró en la causa italiana que ella manejaba las cuentas secretas de la compañía pero que cada movimiento era ordenado por Zabaleta por teléfono o por e-mail, informó el matutino.
Según Perfil, desde junio las copias de los discos rígidos de dos computadoras personales de Paolo Rocca y del servidor informático de Techint permanecen en una caja fuerte en los tribunales federales a la espera de un peritaje.
La información que contienen es tan sensible que los abogados del CEO de la compañía vienen reclamando que las pruebas sean devueltas, confirmaron fuentes judiciales.
Sin embargo, podría haber sido mucho más sensible de lo que ya es si la compañía no hubiese borrado los e-mails de Zabaleta y desmantelado sus oficinas, como comprobaron los oficiales de la Policía Federal que ingresaron a la sede de la empresa.
El miércoles 1° de agosto, la policía llegó al edificio de la calle Della Paolera 297, donde actualmente están registradas oficinas del grupo, con una orden de allanamiento del juez Bonadio, pero el encargado les dijo que Techint ya no funcionaba allí. Con la picardía del corto plazo, los desvió hacia Bouchard 557.
Con una nueva orden de allanamiento, regresaron por la tarde. Un abogado de apellido De Las Carreras se hizo presente e intentó desviar a los policías para evitar que ingresaran al edificio donde realmente estaban las últimas oficinas de Zabaleta: Della Paolera 299, a escasos metros del primer intento de allanamiento.
El abogado condujo a los efectivos hacia Bouchard 557, otra vez. Cuando la policía ingresó se percató de que allí nunca habían funcionado las oficinas de Zabaleta. Cuando lograron entrar al piso 17 de Della Paolera 299 nada quedaba de la estructura que aquel ejecutivo había manejado y donde el acceso era restringido para los empleados del grupo. Tenía puerta blindada, unas pocas secretarias y una caja fuerte, según pudo reconstruir este medio en los últimos meses.
El piso fue remodelado, dijo a los policías el abogado. Ahora solo hay unos boxes desmontables. Ni puerta blindada ni caja fuerte. Ningún rastro de la caja negra que investigan en Italia. La misma de donde salieron los millones de pesos entregados a Roberto Baratta, ex mano derecha de Julio De Vido.
La Federal se retiró apenas con el legajo interno de Zabaleta.
Sin embargo, el allanamiento clave a Techint fue hace dos meses, mucho antes de que se conociera la existencia de los cuadernos, pero nunca había trascendido hasta ahora.
El juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Eduardo Taiano llegaron un día de junio a la sede de la compañía en Retiro en busca de los discos rígidos y los correos electrónicos de los hombres investigados en la ruta de las coimas de Techint. Lo había solicitado un grupo de fiscales de Milán en septiembre de 2017.
Secuestraron el servidor de la empresa; la información de dos computadoras personales de Paolo Rocca; y la de otro alto ejecutivo del grupo. Pero cuan-do pidieron la computadora y mails de Zabaleta, Techint tuvo que admitir que habían borrado todo rastro del ejecutivo. Incluidos sus e-mails, los que, dijeron, son "irrecuperables".
Zabaleta es el hombre clave en la ruta de las coimas. Los fiscales italianos enviaron en septiembre un exhorto identificándolo como quien ordenaba desde Buenos Aires los movimientos de dinero de la compañía en cuentas en la Banca Svizzera Italiana (BSI), en Suiza. Los fondos salían de dos empresas uruguayas creadas para mover dinero.
Luego se transferían a sociedades offshore de Panamá y Uruguay, con cuentas en el mismo banco. Así lo relató Anna Maria Giorgetti, entonces empleada de Techint en Lugano, Suiza, y encargada de ejecutar las órdenes de Zabaleta, que llegaban por teléfono o por e-mail. Esos e-mail que Techint ordenó borrar de su computadora.