Mindlin destinó u$s245 M para blindar su holding de la crisis cambiaria
Tras el inicio de la crisis cambiaria un grupo de empresas locales buscó blindarse de las consecuencias negativas de ese proceso. En especial, las compañías locales listadas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que establecieron una serie de estrategias para minimizar el impacto que la situación macro por la que atraviesa el país podría tener en la cotización de sus acciones.
Uno de los métodos más usado fue el de aprovechar cierta capacidad de liquidez para mostrar una señal de fortaleza recomprando parte de sus acciones en el mercado bursátil, más que nada para defender el valor de sus papeles.
El caso paradigmático es el de Pampa Energía que, desde mayo pasado a la fecha, destinó u$s245 millones para recomprar acciones tanto del propio holding como de alguna de sus empresas controladas, entre las que se encuentran Edenor y Transportadora de Gas del Sur (TGN).
Marcelo Mindlin, dueño del conglomerado energético, administra empresas vinculadas al sector energético y de hidrocarburos que participan del mercado bursátil local y también en Wall Street. Con ese escenario de fondo y preocupado por la distorsión que creó la crisis cambiaria entre el valor económico de sus empresas y el precio de las cotizaciones actuales en el mercado, dio la orden a principios de mayo de salir a recomprar acciones tanto de Pampa Energía como de Edenor y TGS.
El objetivo era blindar los intereses de sus accionistas de los coletazos de la corrida cambiaria y de la actual inestabilidad del mercado bursátil local. La razón es que la valuación de sus compañías, medida por sus actuales negocios y los proyectos de inversión a futuro no se están reflejando en las cotizaciones de las sociedades que controla a través de Pampa Energía.
En el caso de Pampa Energía, terminó destinando algo más de u$s1 millón para recomprar 27.000 American Depositary Receipt (ADR) que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Cada uno de esos títulos representa 25 acciones ordinarias del holding.
Con respecto a Edenor, usó otros u$s28,7 millones también para adquirir títulos y ADRs equivalentes a algo más de 12,9 millones de acciones ordinarias Clase B, proceso que acaba de culminar informando sobre los resultados a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En cuanto a TGS, considerada al mayor transportadora de gas de la Argentina, Mindlin destinó otros u$s194,4 millones para recomprar 13.448 ADRs propios (cada uno representativo de 5 acciones ordinarias de la sociedad). En esta empresa, el dueño de Pampa Energía es su principal accionista al controlar el 50% del capital de Compañía de Inversiones de Energía (CIESA), a su vez dueña del 51% de TGS.
Precisamente, el resto del capital cotiza en las bolsas de Buenos Aires y de Nueva York. En el caso de CIESA, lo hace a través de Pampa Energía, en tanto que el resto de los accionistas en esta holding son Grupo Inversor Petroquímico (de la familia Sielecki); WST (del gurpo Werthein) y PCT L.L.C, que se reparten el 50% restante.
Tanto en el caso del holdingo como de TGS y Edenor, la recompra de acciones se basó en la necesidad de mitigar el impacto de la crisis cambiaria y en base a la sólida posición de caja e inversiones con las que cuentan ambas sociedades.
De hecho, antes del comienzo de la suba del dólar, la transportadora colocó en Wall Street un bono por u$s500 millones luego de haber recibido ofertas por hasta u$s3000 millones gracias a su potencial de crecimiento en el sector de la energía, petróleo y gas. En especial, por las perspectivas que ofrece el yacimiento Vaca Muerta, sector al que apuesta fuerte TGS para incrementar sus negocios.
La cantidad máxima de acciones o porcentaje máximo sobre el capital que fue sacado del ámbito bursátil no superó el límite del 10% del capital social de las empresas contizantes. Y en el caso de los límites diarios para operaciones en el mercado argentino fueron inferiores al 25% del volumen promedio de transacción que experimentaron sus acciones cada 24 horas durante los 90 días hábiles anteriores.
Con respecto al origen de los fondos para financiar la compra de las acciones de sus controladas, en el caso de TGS el grupo utilizó las ganancias obtenidas durante el primer trimestre de este año que llegaron a los $1734 millones. Es decir, la totalidad de su rentabilidad generada entre enero y marzo pasados.
En el caso de Edenor, el mecanismo fue similar ya que el dueño de Pampa Energía consideró que el valor de las acciones de la distribuidora de electricidad no refleja el verdadero precio de la sociedad ni su potencial futuro. Para rescatar parte de los títulos, el directorio de Edenor tuvo en cuenta la disponibilidad de fondos de la sociedad y que dicha adquisición no afectaría su solvencia. También se compraron no menos del 10% del capital social y de hasta el 25% del volumen promedio de transacción diaria.
En forma paralela a esta decisión de defender el valor tanto de TGS como de Edenor, Mindlin llevó a cabo la fusión por absorción de Pampa Energía con Petrobras Argentina (PESA) y otras empresas que se encontraban bajo el paraguas de la ex filial local de la petrolera estatal brasileña.
En ese sentido, realizó un proceso de oferta pública de nuevas acciones del holding y un canje de títulos de PESA por las de Pampa que comenzó el 21 de mayo pasado y que tiene en cuenta que los accionistas de la ex petrolera del país vecino recibirán por cada acción de su titularidad 0,5253 acciones ordinarias escriturales de Pampa, de valor nominal $1 cada una y con derecho a 1 voto por acción.
Además, lideró un proceso de canje de la totalidad de las acciones Clase B de Petrobras Argentina, de valor nominal $1 y con derecho a un voto por acción que eran propiedad de JPMorgan Chase Bank, N.A por acciones de Pampa, a la relación de canje.
En este caso, el objetivo fue lograr que el banco extranjero las pueda convertir a American Depositary Shares (ADS) y las ofrezca en canje los respectivos ADS de Pampa a todos los tenedores de ADS de PESA.
Y como forma de seguir blindando a su holding, Mindlin busca expandir los negocios de Pampa Energía a partir de nuevas inversiones y apuestas, en especial en lo que se refiere a las energías renovables y en la zona de Vaca Muerta.
En este marco, inauguró su primer parque eólico Corti de 100 MW de potencia en Bahía Blanca, al cual se suman dos nuevos parques que desarrollará mediante los contratos de abastecimiento de energía (PPAs) con clientes privados en la misma zona, por un total adicional de 100 MW. Se trata de un plan de inversiones de u$s205 millones.
La estrategia es focalizar sus inversiones y recursos en la expansión de capacidad instalada para la generación de energía eléctrica, de gas natural, y seguir invirtiendo en el desarrollo y fortalecimiento de sus concesiones de servicio público. Además, planea continuar incrementando su base de activos, especialmente en los segmentos de energía y petróleo, de gas y generación eléctrica, especialmente aprovechando la oportunidad de venta de activos del Gobierno en el último sector.