A pesar del cambio en la aplicación del Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) fue publicado esta jornada en el Boletín Oficial, todavía es incierto el posible traslado de ese componente impositivo al precio que los consumidores pagan por las naftas y el gasoil. Si bien las refinadoras deberían sumar el incremento al valor final de los combustibles, reuniones de última hora entre funcionarios del Gobierno y de las empresas petroleras podrían derivar en una demora en reflejar ese cambio en los surtidores.
Por lo pronto y teniendo en cuenta la letra del decreto, el nuevo esquema del ITC debe ponerse en práctica el día siguiente a su publicación en el Boletín Oficial. Es decir, mañana.
Sin embargo, el Gobierno busca demorar esa suba, sugiriéndole a las petroleras que no trasladen la presión del ITC a los precios de sus combustibles. Incluso, desde YPF aseguran que por el momento no habría cambios en sus valores y que se esperará el final de las negociaciones con las autoridades.
De hecho, se está llevando a cabo ahora un encuentro convocado por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, con referentes de las principales productoras y refinadoras petroleras con el objetivo de analizar el escenario, más que nada luego de las derivaciones que para este sector tuvieron la devaluación y la corrida cambiaria de mayo. Se trata de la segunda reunión en menos de 24 horas que mantiene el funcionario con empresarios del sector y en el que, uno de los temas, es precisamente analizar el movimiento que el ITC tendrá a partir de ahora y que deviene de los cambios legislativos aplicados a la Ley de Reforma Tributaria.
Ocurre que por la nueva reglamentación, la AFIP actualizará el monto de este impuesto en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, teniendo en cuenta siempre la variación del índice de Precios al Consumidor (IPC), surgido del INDEC correspondiente al trimestre calendario que finalice el mes anterior al de la actualización.
En la industria aseguran que el efecto de la nueva alícuota del ITC sobre los combustibles rondaría el 1,3% o 1,6%, pero por ahora ninguna empresa se anima a admitir que lo trasladará ya a sus surtidores.
Pero todas esperan el final de las reuniones con Aranguren para definir su aumentan o no sus naftas. Es que si bien desde Energía sostienen que cada compañía tiene libertad de decidir, en el Gobierno ven con buenos ojos que la nafta y el gasoil mantengan sus precios actuales.
Más que nada porque a principios de mayo ya se acordó con las petroleras un congelamiento de costos no tocar esos valores por dos meses, hasta el 1 de julio, como forma de descomprimir la presión inflacionaria sobre el sector y con una posterior adecuación con aumentos mensuales hasta fin de año.
Esto, como modo de compensación a las petroleras por eventuales pérdidas por la puesta en marcha de este plan de congelamiento por dos meses.
Cuando este acuerdo se firmó, el 8 de mayo pasado, la variación de los índices que definen el precio en los surtidores (inflación, tipo de cambio y cotización del crudo en los mercados internacionales, entre otros), justificaban un incremento del 12% que fue, precisamente freezado por la decisión del mismo Gobierno que a principios de año le quitó el cepo al sector y liberalizó el mercado.
Sin embargo, en medio de este convenio se profundizó la corrida cambiaria y el barril internacional volvió a subir profundizando la diferencia entre el precio "congelado" y el que define el mercado. De este modo, se generó un nuevo dilema que ahora suma la presión del nuevo cálculo del ITC y le pone un manto de duda a la continuidad del acuerdo de principios de mayo que podría derivar en la firma de otro convenio "corregido" y que sea más conveniente para las empresas y el Gobierno bajo este cambiante escenario.
Por lo pronto, en las próximas horas seguramente habrá novedades con relación al tema una vez que finalicen las reuniones con Aranguren y se definan nuevas reglas de juego no solamente vinculadas al ITC sino al resto de la industria, y en especial a precio local del barril de crudo y su relación con los valores internacionales.