Sobre llovido, mojado: ahora surge otra automotriz que suspende personal
La automotriz General Motors (GM) se sumará desde la semana próxima en su planta de Rosario al esquema de suspensiones aplicado hasta ahora por sus competidoras Volkswagen, Peugeot, Iveco, Fiat y Renault.
Una vez acordado un sistema de licenciamientos entre la terminal de origen estadounidense y el gremio de mecánicos (SMATA), serán más de 15.000 las suspensiones en la industria, tanto en el segmento de ensamblado como en el de fabricación de autopartes. A los 12.000 que ya fueron licenciados, se sumarán unos 3.000 de GM.
En tanto que, Volkswagen, además de suspender a sus 4.000 operarios los viernes de este mes, abrió un retiro voluntario para 700 empleados de los sectores de administración, marketing y comercial.
La caída abrupta en la demanda internacional -en particular de Brasil- y en las ventas locales conspiraron para un panorama sombrío en la industria preferida por Cristina Kirchner. Para peor, el jefe del SMATA, Ricardo Pignanelli, y los empresarios del rubro coincidieron en advertir que en junio la situación será más complicada.
En la planta de Rosario de esa automotriz trabajan 3.000 operarios. Los directivos se reunirán la semana que viene con el sindicato para acordar un esquema de suspensiones, según Ambito. De ambas partes explicaron que con ese mecanismo se intentará evitar la acumulación de stock de autos que hoy no tienen salida, y sobre todo sortear eventuales despidos. Los trabajadores bajo licencia suelen cobrar hasta el 75% de sus salarios en bruto.
En la crisis de 2008 la automotriz estadounidense fue una de las más golpeadas. Los intentos por desprenderse de buena parte de su personal fueron evitados por las protestas sindicales, por un lado, y la oportuna asistencia financiera del Gobierno, que desembolsó subsidios durante varios meses hasta que la empresa pudo volver a equilibrar sus cuentas.
La crisis actual afectó hasta ahora a todas las terminales por los bajones de ventas en la Argentina y, sobre todo, en el extranjero. Y en el caso de GM encuentra a la compañía en plena mutación de su producción: mientras en la actualidad fabrica dos vehículos pequeños y del segmento económico como el Agile y el Classic, para fines de 2015 prevé haber reconvertido la planta de Rosario para la plataforma de su nuevo proyecto: el Fénix, un vehículo que se ubicará en las gamas superiores del rubro.
Con el nuevo modelo, la compañía espera generar un mayor valor exportable que el alcanzado hasta ahora con sus modelos económicos. De producir 34 vehículos por hora durante el primer semestre de 2013, en la segunda parte del año GM pasó a fabricar 29 automóviles. La filial rosarina de SMATA, a cargo de Marcelo Barros, cuenta con la protección de Pignanelli, a diferencia de la seccional de Córdoba, que encabeza Omar Dragún y que trabaja a espaldas de la conducción nacional del gremio.
De hecho en la provincia mediterránea está concentrada buena parte de las suspensiones efectivizadas hasta ahora. Son los casos de las fábricas de Fiat (este mes trabajará tres de los cinco días de la semana, lo que afectará a 2.200 operarios), de la fábrica de camiones Iveco, que producirá apenas la mitad del mes, y de Renault, que planea paralizar sus actividades de uno a dos días por semana durante mayo.
En la provincia de Buenos Aires los problemas están concentrados en Volskswagen, que programó suspender actividades todos los viernes de este mes en la planta de General Pacheco y abrió un retiro voluntario para 700 empleados -no afiliados al SMATA-, y en Peugeot-Citroën, que frenó uno de sus dos turnos de producción.