Insólito: Mar del Plata tiene su terminal de cruceros, pero no puede usarla
Tiene todo. Un edificio de más de 1600 m2 en dos plantas. Espacios para gastronomía, uno de ellos con una terraza y fantástica vista al mar, Playa Grande y el puerto.
Oficinas para los trámites aduaneros y migratorios. Salón para conferencias y muestras de arte, una cisterna para 750.000 litros de agua y un frente de muelle tan flamante como el equipamiento de seguridad.
La terminal de cruceros de Mar del Plata está lista para su inauguración desde hace cinco meses ¿Qué le falta? Lo más importante: que puedan llegar los buques de pasajeros.
El ingreso de estas embarcaciones, al igual que las vinculadas al transporte de contenedores u otras de similar magnitud, es imposible por la importante pérdida de profundidad y ancho que tiene el canal de acceso a la estación marítima local. Navieras del rubro que habían comprometido amarres en estas playas suspendieron esta escala hasta nuevo aviso.
La obra para remover el banco de arena fue anunciada aquí hace más de un año y medio por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, casi en coincidencia con el inicio de la construcción de la terminal de cruceros. El edificio y sus servicios -financiado por el gobierno bonaerense con un aporte de unos 30 millones de pesos- están listos.
Pero recién en vísperas de las últimas fiestas de fin de año se puso en marcha la licitación del dragado que en pocos meses promete devolver condiciones de profundidad y ancho de canal para que, como en otras épocas, puedan llegar buques de más de 150 metros de eslora.
La terminal de cruceros está administrada por el Consorcio Público Escollera Norte, que preside Eduardo Camaño y completan un director por la provincia y uno por el municipio.
"Las cinco obras contempladas, incluida la principal, que era la del edificio, están terminadas, pero dependemos del dragado para que puedan llegar cruceros", explicó Alejandra Prieto, que representa a la administración bonaerense, en declaraciones divulgadas por La Nación.
El lugar reservado a la comuna está vacante tras el fallecimiento de Eduardo Tomás Pezzati, principal impulsor de la construcción de esta terminal.
Si la obra de dragado se ejecuta en tiempo y forma -las ofertas se conocerán en dos semanas y los 90 millones de pesos de costo los aportarán en partes iguales entre la Nación y la provincia-, todo quedará en condiciones como para que los cruceros puedan volver a Mar del Plata antes de fin de año.
"En los últimos años hemos tenido presencia en las ferias internacionales instalando la marca Mar del Plata y las navieras confirmaron su interés en incluirnos en sus rutas apenas nuestro puerto esté en condiciones de recibir sus cruceros", dijo el titular del Ente Municipal de Turismo, Pablo Fernández.
Así se ampliaría la oferta que esta ciudad presenta en su interés por captar una mayor presencia de turistas extranjeros. Fernández confirmó que Mar del Plata crece en el rubro a un ritmo de 10 a 12 por ciento anual y llegó a 20 en 2011, con una serie de acontecimientos, entre ellos el Rally Dakar.
Prieto destacó que esta terminal es, sin dudas, por calidad de instalaciones y servicios, una de las mejores del continente y está al nivel de muchas de las más importantes del mundo.
"Cuando el puerto recupere plena operatividad vamos a ser una escala importante dentro de las rutas que las compañías tienen para esta región", dijo.
El objetivo original es, por supuesto, contar con las instalaciones y condiciones necesarias para atender la demanda de los pasajeros que lleguen a bordo de los buques de turismo. Pero la oferta busca que el edificio pueda tener una actividad más amplia y continuada durante todo el año como espacio de gastronomía y actividades culturales.
La planta alta está reservada para un restaurante que tendrá una terraza semicubierta, con cerramientos vidriados para que se pueda utilizar durante los doce meses y convertir el lugar en un gran mirador de algunas de las mejores postales de la ciudad.
En el nivel inferior se ubicarán las oficinas de organismos como AFIP, Migraciones, Aduana y Senasa, a cargo de los controles que se realizan a los pasajeros que arriben a este puerto. El amplio hall, además de oficiar como sala de espera, puede funcionar como salón de conferencias y albergar exposiciones.
La obra requirió además la extensión de las redes cloacal y de agua potable desde Playa Grande hasta el edificio. "La terminal se inaugurará cuando arribe el primer crucero", anticipó Prieto, para descartar una anticipada apertura de los espacios gastronómicos.
La inversión en infraestructura de servicios tiene un valor adicional. La terminal de cruceros es el punto de partida de un complejo recreativo, gastronómico y cultural que abarca la Escollera Norte y que se ejecutará mediante inversiones privadas.
El Consorcio realizó un concurso de ideas que ya tiene proyecto ganador, presentado por los arquitectos Adolfo y Pablo Mondejar. Contempla en una extensión de más de 1000 metros y 90.000 metros cuadrados el desarrollo de locales, restaurantes, galerías, plazas secas, estacionamiento, áreas culturales, cines y espacios de recreación para toda la familia.