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San Juan busca posicionar sus vinos de calidad y apuntala en Buenos Aires su estrategia nacional

La provincia realiza la cata de vinos más antigua del país. Y ahora la promociona en la Capital para impulsar ventas de la bebida nacional cuyo consumo cae
24/09/2018 - 06:27hs
San Juan busca posicionar sus vinos de calidad y apuntala en Buenos Aires su estrategia nacional

Aunque el vino argentino es la bebida nacional y en la mística religiosa es la sangre de Cristo, Dios sigue atendiendo en Buenos Aires. Concientes de esta realidad, es que cada vez más la vitivinicultura argentina se traslada hasta la capital argentina para dar cuenta de las bondades del vino y de la importancia de esta economía regional. Ahora fue el turno de San Juan que, después de realizar durante 30 años su cata nacional de manera sostenida, decidió trasladar hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la Cata de Vinos San Juan Concurso Nacional.

Que la impronta se imponga sobre el vino argentino como paraguas de la producción que se extiende desde Salta hasta Chubut no quita que cada zona haga conocer sus bondades. Porque en la diversidad también está la riqueza y el gusto. Razón por la que San Juan aprovechó esta oportunidad para dar a conocer la producción de calidad que se está desarrollando a lo largo de sus valles.

Y fue así que los principales enólogos de la provincia llegaron hasta el restaurante Sagardi de San Telmo para presentar a los principales valles sanjuaninos en los que se están produciendo vinos de calidad, especialmente de las variedades syrah y malbec entre las tintas, y viognier entre las blancas.

Hace 30 años que realizamos la cata de vinos de San Juan, que es las más antigua del país. Hoy, además de presentar a algunos de nuestros grandes vinos, también presentaremos a nuestros principales valles”, dijo Pedro Pelegrina, presidente del Consejo Profesional de Enólogos de la provincia.

Y así se dieron a conocer los valles de Tulum, y del Zonda, que tal vez hagan más ruido a los oídos de los argentinos por su cercanía con el dique Ullum el primero, y por los vientos típicos del oeste en el caso del segundo.

A ellos se sumaron otros, como Pedernal, que sí viene haciendo una estrategia más promocional respecto de las bondades que otorga la zona para el cultivo de la vid, y Calingasta que resulta ser el más alto de la zona, a 1.600 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que otorga una óptima maduración de las uvas para hacer vinos de altísima calidad. En un paralelismo similar al que ofrecen los vinos de altura de Cafayate, en Salta.

La Cata de Vinos de San Juan tendrá su premiación y cena de gala el 27 de octubre en el centro Comercial de Santa Lucía. Que algo más de un mes antes hayan llegado hasta San Telmo para hacer la presentación tiene que ver con el impacto que la difusión de esta actividad termina teniendo en las ventas.

Cuenta con el aval del Consejo Profesional de Enólogos, el Centro de Enólogos de San Juan, el gobierno provincial  y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).

Los vinos premiados incrementan de manera considerable sus ventas en los días posteriores a conocerse los resultados de la cata. Y esto se traduce, a su vez, en un impacto positivo en el consumidor, que se muestra interesado en beber vinos.

Este punto no es menor. El consumo de vinos en la Argentina viene cayendo de manera sostenida desde hace 10 años, hasta apenas rondar los 20 litros per capita en la actualidad.

Y la perspectiva de caída del consumo masivo prevista para este 2018, en donde el dólar a $40 parece ser ya una realidad que habrá que asumir, también volverá a pegarle a este segmento.

Pelegrina se ocupó por enfatizar que los vinos sanjuaninos resultaron con varias medallas de oro en los últimos certámenes internacionales, lo que valida la calidad de una provincia que, contrariamente a lo que se vio, siempre se caracterizó más por la producción en volumen y el mosto que por la calidad.

Pero varias bodegas y enólogos están apostando a subir ese escalón. Y eso quedó evidenciado en la cata realizada en Sagardi. Los malbec ofrecidos mostraron la diferencia de una zona y otra, mientras que el viognier que abrió la degustación es la mejor bienvenida que se le puede dar a la incipiente primavera.

La importancia de esta presentación de los vinos sanjuaninos en Buenos Aires tuvo el aval del propio Gobierno de San Juan. Hasta San Telmo llegó el gobernador Sergio Uñac y el ministro de la producción, Andrés Díaz Cano, para mostrar que la vitivinicultura en esa provincia también es cosa seria, y que forma parte de una economía regional que resulta ser la más importante del país, con más de 390.000 empleos directos distribuidos en el oeste argentino.

Posicionar a los valles y, dentro de ellos, a las distintas zonas, está siendo una efectiva estrategia de márketing para quienes quieren profundizar en el conocimiento de los vinos argentinos, tanto a nivel local como internacional.

En la Argentina hay 51 valles en los que se produce uva para la vitivinicultura, y los estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) permitieron determinar que una misma variedad implantada en diferentes zonas da vinos únicos que no se repiten en otras regiones.

Acá vuelve a surgir la necesidad de mostrarse en la Capital Federal. En la medida en que el mercado interno se fortalece es más fácil encarar estrategias de exportación exitosas y de largo plazo pues el sector, que está conformado mayormente por pequeñas bodegas, puede desarrollar más escala y, así, mejorar su competitividad.

Por eso, en tiempos en que el mercado interno está débil, los distintos actores de la industria bregan no sólo porque no caiga más sino por volver a impulsar un crecimiento en el consumo a nivel local, y robustecerse en el internacional.

Porque el vino, más allá de su provincia, es argentino y es la bebida nacional. Y sobre esa verdad es que la industria quiere recomponerse. Mostrarse en Buenos Aires forma parte de esa búsqueda.

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