San Valentí­n se tecnificó: el 10% de los argentinos busca un amor por Internet y se consolidan las apps tarifadas

En tiempos digitales distintas plataformas ayudan a encontrar amor. El caso Match.com. ¿Qué eficacia tiene? ¿Qué ocurre con los datos que allí se dejan?
MARKETING - 14 de Febrero, 2018

En el paí­s donde escasean las estadí­sticas suelen aparecer, de tanto en tanto, números que impactan. Un 10% de la población mayor de 18 años busca pareja a través de una de las plataformas de flechazo amoroso por internet. Sí­, como se lee. Más de cuatro millones de argentinos distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional busca emparejarse por intermedio de la web. Pagan para ello. Y ahora les será más fácil.

Se trata de Match.com, la empresa que comenzó como una especie de agencia de solos y solas hace 25 años en los Estados Unidos, y que fue aggiornando su propuesta de negocio a medida que se masificaron las nuevas tecnologí­as. Hoy, además de la plataforma en internet, tiene su aplicación web que, aclara, para que no quede lugar a dudas, que apunta a lograr "relaciones serias".

Tal seriedad pareciera radicar en el hecho de que, para pertenecer a ese espacio, no sólo hay que abrir un perfil y poner datos concienzudamente. Sino también pagar. Y de entrada, no cuando aparezca alguna coincidencia. Pagar asegura contar con un listado diario de candidatas o candidatos con el que será posible, tal vez, entablar una relación. Porque parece que no hay una sola alma gemela sino varias, y hay que ver qué zapatito es el que calza mejor.

Lo de la paga, sin embargo, no es lo llamativo. Lo novedoso es que la empresa acaba de realizar un acuerdo con una empresa de medios de pago, Pay U, para que luego de abrir la cuenta en la web de los flechazos, uno pueda pagar con la moneda de cambio que quiera, incluido el efectivo, a recibir por las ventanillas de Rapipago y Pago Fácil. Es que no todo el mundo quiere que los emisores de tarjeta sepan que se está pagando por encontrar amor.

Las empresas que ofrecen servicios en internet, de cualquier tipo, y que están asentadas en otros paí­ses suelen tener algunas complicaciones con el pago de sus prestaciones. No todos los interesados tienen tarjeta de crédito o no todos quieren usarla para ello. Por eso, desde la compañí­a decidieron acordar con una compañí­a que maneje todos los medios de pago disponibles.

"En Match.com uno se registra con su perfil. Pero para hablar con alguien tiene que pedir una suscripción. Eso hasta ahora se complicaba en la Argentina. Por eso, ahora, para celebrar el dí­a de San Valentí­n ya tenemos un acuerdo con Pay U para que las personas puedan pagarla con tarjeta local, o con Paypal que ya estaba habilitada, o a través de las ventanillas de Rapipago o Pago Fácil", dijo a iProfesional, Marcos Moraes, gerente general para América latina de Match.com.

Para el directivo, el hecho de que haya que tener un abono para encontrar a una potencial pareja le da seriedad a la plataforma. "Acá se buscan relaciones más formales, más de compromiso, es más serio", aseguró. Y deslizó comparaciones con las aplicaciones móviles más populares, como Tinder y Happn, sobre las que consideró que se buscan relaciones más casuales, más allá de que en determinada instancia, estas también obligan a una paga.

¿Pero cómo es esto de que un interesado o interesada llene un perfil y luego le llegan potenciales almas gemelas? Acá empieza a jugar la tecnologí­a. Y la tecnologí­a dice que no hay un alma gemela, sino varias, y que hay que elegir. ¿Casi como la vida misma?

Moraes explicó que una vez que se llenan los formularios, en los que se detallan gustos y no gustos, intereses y cosas que aburren, y demás caracterí­sticas, esos datos ingresan en una base que, al entrar en juego con herramientas de inteligencia y diversos algoritmos, efectúan comparaciones y arroja compatibilidades. El acto siguiente es comprobar si, efectivamente, hay "alcoyana, alcoyana", aunque los menores de 35 tal vez no entiendan mucho el significado.

"Acá no funciona la atracción de los opuestos", sentenció Moraes. La cosa va por los gustos que se tienen en común, como forma de poder encarar una relación a partir de esas coincidencias. ¿O acaso hay algo más seductor que coincidir en varias cosas a la vez?

En este juego de hechos concomitantes parece radicar el éxito de la plataforma. "Tenemos un 20% de eficacia" en la conformación de parejas, aseguró el ejecutivo. ¿Cómo lo saben? Porque después de un tiempo, muchos de los usuarios de la plataforma dan de baja la suscripción. Dejan de pagar. De acuerdo a otros cálculos que realizan, se infiere que hubo flechazo.

¿Y a cuánto está la búsqueda de pareja seria? Según el plan que se contrate es posible obtener descuentos. Si es sólo un mes, el abono cuesta $280, valor que baja hasta los $210 si la suscripción se extiende por tres meses, y hasta los $140 por mes en caso de ampliarla a seis meses.

"El 60% elige el plan por seis meses", destacó Moraes. El costo parece ofrecer la mejor relación precio/cantidad de propuestas. Todos los postulantes reciben diariamente un listado compuesto por una docena de potenciales almas gemelas. Y a partir de ahí­, encontrar al compañero/a ideal. No quiere decir que se vayan a recibir 60 candidatos o candidatas por semana, porque varios se pueden repetir. Pero la oferta parece más amplia que la que se podrí­a conseguir en otro ámbito.

Datos seguros

Ante semejante disponibilidad de datos personales, ¿cómo protegen esa información? Moraes aclaró que, como Match.com cotiza en Bolsa, cumplen con estrictos estándares de seguridad. Un error podrí­a provocar un derrumbe del negocio. Y ya se conocen casos de plataformas del estilo que, por no cuidar ese "pequeño detalle" han visto zozobrar su negocio.

"Cumplimos con la legislación pertinente de los distintos paí­ses del mundo en que operamos. Mantenemos un histórico de datos con un criterio, y no más tiempo del necesario. Tampoco tomamos datos que no son necesarios para el objetivo de las personas", enfatizó.

La información histórica varí­a de acuerdo a las exigencias que tiene cada paí­s. Pero señaló que, en promedio, los datos se guardan durante unos seis meses. Luego se destruyen. Aún cuando hay cierta información que, también por regulaciones o eventuales exigencias judiciales, deben mantenerse como una dirección IP, una URL o alguna métrica referente a perfil.

Expresó que la seguridad de la información personal que guarda la plataforma es de gran preocupación en la empresa. Y que está muy claro que cualquier inconveniente en este sentido puede generar un daño muy grande. Hacia adentro de la compañí­a y hacia afuera.

Por eso también destacó que "buscamos que los perfiles sean verdaderos". El sistema de pagos ayuda en ese sentido. Igualmente, se hacen monitoreos especiales cuando se detectan comportamientos raros, como el enví­o de muchos mensajes desde una cuenta a otras en un tiempo muy corto. "Cuando se detectan conductas fuera de lo común se bloquea el perfil y se monitorea para prevenir cualquier tipo de fraude", amplió.

La empresa está estudiando, inclusive, la aplicación de la Directiva Europea sobre gestión de datos personales, que entrará en vigencia en mayo próximo y que, justamente, establecerá obligaciones en ese sentido con el objetivo de resguardar la privacidad.

¿Qué se sabe de los usuarios, frente a este cuidado que se hace de la seguridad de los datos que allí­ se vuelcan?

Por los mismos valoresComo se dijo, hay 4 millones de usuarios mayores de 18 años usando la plataforma. Esto equivale a un 13% aproximandamente de la población por encima de esa edad. El 60% son hombres y el 40% son mujeres.

"Pero las mujeres son más activas", aclara rápido Moraes. ¿Eso qué quiere decir? Que ponen más datos en el formulario a llenar y que consultan mucho más seguido el listado de candidatos. Gracias a ese comportamiento, dice el ejecutivo, las cosas quedan más emparejadas.

Aunque hay que tener 18 años para abrir un perfil, luego no hay lí­mite de edad. Hay usuarios hasta de 80 años aunque el grupo etario más amplio es el que se mueve entre los 35 y los 50 años. "Pero aparecen cada vez más aquellos que tienen entre 50 y 60.

Los más grandes ya no van a bares, tal vez no tienen muchos amigos solteros, saben lo que quieren y lo que no quieren, y esta herramienta los ayuda a encontrar a alguien", amplió.

El 50% de los registrados tiene hijos. Y, luego, entre datos generales se ve que hay de todo: solteros, separados, viudos, y casi ningún prejuicio en buscar por este camino. "En otros paí­ses las mujeres, por ejemplo, sienten mucha exposición. Acá hay más confianza y no tienen problema en buscar", siguió.

La búsqueda que encaran parece ser romántica nomás. Un estudio realizado entre 4.000 usuarios de la plataforma a nivel regional arrojó que lo primero que esperan en la otra o el otro es que tenga los mismos valores, caracterí­stica que fue apreciada en el 78% de los casos.

Le siguen la inteligencia, con el 61% de los casos, alguien con quien mantener una buena charla, para el 57%; mientras que un 42% afirmó querer a alguien que cumpla con determinados patrones de belleza y un 17% que posea su misma situación financiera. Buen, parece que no todos se conforman con el contigo pan y cebolla de otras generaciones. Gustos, en definitiva. Expresiones de deseo que manifiestan los postulantes con el objetivo de lograr una compañí­a para la ruta. Y por internet.

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