Salarios: empresas patean aumentos y se resiente el bolsillo de la clase media
En la batalla por los salarios, la clase media argentina no resulta ganadora. Al menos en los primeros cinco meses del año. Con aumentos postergados -e incluso en muchos casos congelados- los empleados ven como cada día se resienten sus bolsillos, frente a una inflación que, según cálculos privados, se mantiene en cercana al 15% anual.
La situación actual dista de lo ocurrido el año anterior, cuando el "techo Moyano" fijó la pauta apenas iniciado el 2008 y marcó el camino a seguir por el resto de los gremios.
Claro está que, en ese entonces, la pelea era por ganarle a la suba de precios. Ahora, recesión y crisis global mediante, la batalla se trasladó a mantener el nivel de empleo.
Como si la caída en ventas fuese poco para que las empresas se vuelvan más reticentes para otorgar aumentos, se sumó la incertidumbre que genera el resultado de las elecciones legislativas, razón más que suficiente para que las compañías "pateen" los ajustes para la segunda parte del año.El bolsillo se resiente"No es un buen año para los asalariados", alerta Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, a iProfesional.com. Y agrega: "Como están las cosas, si no hay cambios sustanciales en el segundo semestre y se mantiene la tasa de inflación actual, este año se producirá una caída del salario real, porque la suba de precios puede ser incluso superior al 15%, ya que ha subido un par de puntos en los últimos tres meses."
Según el director de SEL Consultores, para el personal fuera de convenio no van a haber aumentos generalizados sino que serán analizados caso por caso dependiendo del presupuesto, de cuán crítica sea la posición o de la importancia de esa persona para la firma. Era en abril
En muchos casos, abril -un mes tradicionalmente fuerte para los ajustes- transcurrió sin pena ni gloria. Es que el efecto "elecciones" no pasó desapercibido. "En marzo habíamos decidido otorgar subas para el personal fuera de convenio del orden del 10%, pero dimos marcha atrás con la medida ni bien nos enteramos de la decisión del Gobierno. La orden vino directamente de la gerencia general, que está inmersa en la incertidumbre y optó por enfocarse en el corto plazo, trabajando en el día a día", cuenta a iProfesional.com el director de Recursos Humanos de una importante empresa de entretenimientos.
El caso ejemplifica la situación por la que atraviesan numerosas firmas que, ante el fuerte derrumbe sufrido en sus ventas patean aumentos, se focalizan en cuidar la caja y tratan de ganar tiempo con la esperanza puesta en que se de un cambio del actual contexto.
Kritz, en tanto, enfatiza que frente a este panorama confuso y de incertidumbre una parte no menor de empresas y sindicatos optan por salir del paso otorgando aumentos a cuenta que no son remunerativos, lo cual significa que el Estado está resignando ingresos, subsidiando a las firmas y a los trabajadores. Pago a cuenta
En marzo, la encuesta realizada por SEL Consultores entre firmas líderes, mostraba que la modalidad de negociación salarial preferida era abierta, sin pautas oficiales. Eran pocas las empresas que optaban por la postergación de las paritarias y aumentos de suma fija por actividad.
Sin embargo, dos meses después, el 32% postergó la negociación del convenio y a cambio otorgó, o tiene en discusión, el pago de una suma fija o de un porcentaje a cuenta. Es así como:
- Apenas cuatro de cada diez compañías reconoce tener una negociación en marcha.
- El 60% restante recién tiene previsto el inicio de la discusión salarial, la postergó y otorgó una suma fija (o lo tiene en carpeta), o bien no tiene en sus planes el comienzo de negociación alguna.
El informe señala que esto está asociado en buena medida con la incertidumbre sobre la política económica post-electoral, pero también con las condiciones actuales de la economía y el mercado de trabajo.Ganan espacio los aumentos no remunerativos
Un dato llamativo que se desprende del relevamiento es que las demandas salariales recibidas por las empresas están en alza, en circunstancias en que la demanda laboral está, al menos, estancada.
La explicación viene dada en que "la pérdida en la capacidad económica de negociación de los sindicatos -por el debilitamiento del mercado de trabajo- está siendo compensada por el incremento de su capacidad de negociación política", en el marco del período pre-electoral.
Sin embargo, la oferta empresarial no acompaña tal incremento y deciden, como respuesta a esta situación, avanzar en "la postergación de la negociación colectiva, y su sustitución por aumentos a cuenta, hasta después de las elecciones".
Estos acuerdos provisorios –homologados por el Gobierno- tienen una duración media de siete meses, aunque con una dispersión importante. En promedio, la suma otorgada es de unos $300 (mediana) que, en porcentaje, equivale a algo más de 10% de la nómina. En casi todos los casos son no remunerativos. Vale decir, es un subsidio desde el Estado a las empresas y a los asalariados.
"Si estas cargas se integrasen al salario -como en algún momento ocurrirá- el efecto sobre el costo laboral sería de cuatro o cinco puntos extras" señala el estudio.
En esta última hipótesis, la proyección anualizada del aumento del costo laboral es de aproximadamente 19 por ciento.
Bajo estas circunstancias, muchas empresas no estarían en condiciones de absorber un aumento del costo laboral de esa proporción sin afectar el nivel de empleo. Y es por ello que un número significativo de empresas ha virado hacia los acuerdos a cuenta no remunerativos, hasta que se despeje la incertidumbre sobre la política económica.En el freezer
Desde Mercer, el consultor senior Martín López, asegura que "muchas compañías directamente congelaron salarios hasta el año que viene" y coincide en que "otras van a esperar hasta el segundo semestre."
Según un relevamiento realizado por la consultora, entre 112 compañías de primera línea a comienzos de año, un 40% proyectaba realizar sus ajustes para el personal fuera de convenio durante abril.
No obstante, López aclara que "entre un 30 y 40% al final no dieron nada.""En las multinacionales hubo muchos casos en los que directamente desde casa matriz se decidió no dar aumentos durante el 2009", explica Kritz.Se resiente el bolsilloLuis Arispon, director regional de Servicios de Información Salarial de Hay Group, enfatiza que "las noticias no son buenas para el indicador de poder de compra" y coincide en que "hay muchas compañías que están congelando incrementos en un ámbito que es inflacionario."
"Hay empresas que literalmente congelaron las subas para este año y sobre todo en multinacionales que tienen sus headquarters en Estados Unidos o Europa donde el impacto de la crisis es muy alto", destaca Arispon.
No obstante, aclara que muchos gerentes locales están tratando de negociar con las casas matrices para que tengan en cuenta que en la Argentina hay un componente inflacionario importante y que al no dar aumentos los empleados pierden poder de compra.
Al respecto, el informe de Kritz destaca que la inflación sigue siendo el parámetro más tenido en cuenta para fijar cual debería ser el ajuste.
En tanto, el economista Carlos Melconian, hace hincapié en el impacto que produce la pérdida del poder adquisitivo en el consumo, encargado de apuntalar el 70% del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) local.
El analista señala que el alza de precios rondará el 15% anual y considera que el contexto "será recesivo porque ni el aumento salarial ni el empleo podrán compensar el deterioro en el poder de compras". Por industria
"No quedan dudas que se corrió la agenda y que las compañías que pudieron patearon los ajustes para agosto, así lo hicieron. Además los empresarios aprovechan la situación de que no hay tanto movimiento ni tanto trabajo", enfatiza la gerente de Compensaciones de Hewitt, Florencia Deverill.
En su opinión, "la situación cambia según la industria ya que, por ejemplo, los laboratorios y el sector de consumo masivo son muy tradicionales y siguieron con sus políticas, pero compañías del sector petrolero, automotrices y las vinculadas a la metalmecánica, que están más complicadas, los postergaron".
Además, como muchos de los sectores aún no llegaron a un acuerdo con los gremios y otros los están cerrando recién por estos días -como por ejemplo comercio, bancarios y judiciales- esto retrasa aún más las mejoras en las remuneraciones del personal no convencionado. Solapamiento
"Observamos que para el personal fuera de convenio la decisión de incrementar salarios queda postergada a la espera de la definición de los acuerdos paritarios", confirma el director de la consultora HuCap, Miguel Terlizzi.
A su vez, desde HuCap resaltan que en algunos casos se agravará el problema de solapamiento salarial. En particular, para aquellas empresas que no están en condiciones de llevar en proporción el aumento que el personal de convenio recibió o va a recibir.De dividir se trata…y el 15 que no llega
Quienes fueron tocados por la varita mágica y recibieron un ajuste, pueden darse por satisfechos. Todas las fuentes consultadas por iProfesional.com coincidien en que en los casos en los que los empleadores otorgaron mejoras durante abril, éstas fueron como mucho del 10 por ciento.
Y señalan dos escenarios: mientras que en algunos casos fue "el incremento del año", en otros se "guardaron algunos puntos" que planean darlos en la segunda mitad del año.
Claro que esto va a depender mucho de lo que hagan el resto de las compañías y de cómo les vaya en el negocio, algo todavía incierto.
A su vez, las proyecciones que salieron de las encuestas realizadas a principios de año por consultoras como Mercer o Hewitt eran de un 15 y un 16% respectivamente.
En tanto, de acuerdo con las mediciones de HuCap, en los rubros en los que los niveles de la actividad se mantuvieron o incluso aumentaron, la proyecciones de aumento, llegaban incluso al 18 por ciento.
Cambiaron las reglas de juego
Si bien los sindicatos tienen una menor capacidad de negociación económica por el debilitamiento del mercado de trabajo Kritz cree, que dada la proximidad de las elecciones, han tratado de compensarla con su capacidad de presión política no con los empresarios sino con el Gobierno."La crisis está teniendo un impacto fuerte en la performance de los negocios y nuestra situación local no ayuda. Las empresas consultadas en el sondeo están previendo que el mercado va a caer en un 3%, una inflación real que va a estar entre el 13 y el 16% y un desempleo que a fin de año puede llegar a los dos dígitos", advierte Arispon.
Y Kritz remarca: "Estamos en un ciclo diferente del mercado de trabajo. Hasta el año pasado se negociaba con alta demanda laboral y ahora, en cambio, con un mercado que en el mejor de los casos está estancado."Cecilia Novoa
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