Argentinos en el ranking de salud mental: estresados, mal dormidos, y con problemas de trabajo y dinero
Este jueves 10 de octubre se conmemora el Día Mudial de la Salud Mental, y distintas investigaciones tanto a nivel local como internacional muestran las condiciones de vida que están impactando en esta dimensión en el caso de los argentinos: están entre los que peor duermen, y expuestos a dos de los principales factores de estrés, la inestabilidad laboral y la falta de dinero.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la buena salud mental es esencial para la salud y bienestar generales. Sin embargo, 1 de cada 8 personas en el mundo padece algún problema de salud mental lo que puede repercutir en su salud física, su bienestar, su relación con los demás y sus medios de subsistencia.
Además, las investigaciones coinciden en que el impacto de estos problemas de Salud Mental se encuentra más frecuentemente entre los jóvenes y las mujeres.
Salud Mental en la Argentina
El 32% de las personas encuestadas califica como "bastante malo" o "muy malo" su nivel de estrés, pero Argentina y Perú son los países con los índices más altos; 54% y 59% respectivamente según el estudio en 39 países dado a conocer esta semana por Voices! y WIN International.
La buena noticia es que creció 9 puntos la evaluación positiva del estrés (57% a 66%) desde la última edición del relevamiento. Aún así, Argentina se ubica 22 puntos por encima del promedio global y es un indicador que también viene empeorando.
Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices y miembro de la Junta Directiva de WIN, comentó: "La salud mental constituye una faceta esencial del bienestar general de los individuos, por lo que su atención y cuidado son prioritarios, especialmente en los tiempos actuales. El estudio muestra que, en Argentina, los jóvenes y las mujeres son los segmentos más afectados por estas problemáticas asociadas a la salud mental, y son hallazgos que destacan la necesidad de un enfoque más matizado en las políticas de salud mental, que considere las diferencias de género y edad para abordar eficazmente las causas del estrés".
La evaluación negativa del estrés en Argentina crece entre las mujeres (59% versus 48% entre hombres) y los adultos de 25 a 34 años (60%), y se dispara entre los jóvenes de 18 a 24 años (72%).
En cuanto a la zona de residencia, vemos que los residentes de CABA y GBA son más críticos a la hora de evaluar su propio estrés (62% de menciones negativas en el primer segmento y 59% en el segundo), versus los del interior del país (51%).
El Trabajo es la principal fuente de estrés
Por otra parte, a nivel global el trabajo es el principal motivo de estrés, seguido por la falta de dinero. El trabajo, la falta de trabajo, la falta de dinero, la familia, la salud, los cambios en la vida (como una mudanza o un cambio de trabajo), los desastres ambientales o las guerras en el mundo, son en ese orden los mayores detonantes que registró el estudio de WIN y Voices!, que encuestó a 33.866 individuos entre diciembre 2023 y febrero de 2024.
De hecho, el tema central del Día Mundial de la Salud Mental de este año, según impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS) se expresa en "Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo".
El 24% de los encuestados a nivel global señala que su trabajo fue lo último que realmente lo estresó, destacándose este aspecto como el mayor generador de estrés, seguido por la falta de dinero, mencionado por un 21% de encuestados.
En tercer lugar, aparece la familia, con 19% de menciones. Y bastante más abajo la salud, con 9% de menciones, la falta de empleo con 7% y los cambios en la vida con 6%. Las guerras alrededor del mundo y los desastres ambientales aparecen últimos en la lista, con 4% y 2% de menciones, respectivamente.
Geográficamente, la falta de dinero es la causa de estrés más compartida, con un 26% en África y un 25% en América y Asia Pacífico. Europa está más preocupada por la salud y los cambios vitales, mientras que el 14% de la región de Medio Oriente y el Norte de África está estresado por las guerras en todo el mundo, y el 12% por sus familias.
En Argentina, la principal causa de estrés mencionada por los encuestados fue la falta de dinero, mencionada por un 29%. El trabajo ocupó el segundo lugar, con un 21% de las respuestas, mientras que el desempleo o la falta de empleo fue señalado por el 17%.
Cómo dormimos
Por otra parte, 3 de cada 10 encuestados a nivel global evalúa de forma negativa su sueño, cifra que llega a 4 de cada 10 en el caso de Argentina, dicen desde WIN y Voices!.
La evaluación positiva del sueño crece entre los hombres argentinos (65% vs. 55% en mujeres). También, a mayor edad de los encuestados (52% en jóvenes de 18 a 24 años, 59% en adultos de 25 a 49 años, 64% entre los de 50 a 64 y alcanza a 68% de los de 65 años y más).
Otro factor que parece dividir las aguas es el nivel educativo alcanzado. Evalúan positivamente como duermen el 58% de los que poseen solo primaria completa, el 59% entre aquellos que tienen estudios secundarios y 66% entre los que completaron un nivel superior de estudios. Consencuentemente, a mayor nivel socioeconómico.
Al analizar los resultados sociodemográficos, vemos que la evaluación negativa crece entre las mujeres (42% vs. 30% entre los hombres) y entre los jóvenes de 18 a 24 años (42% vs. 29% entre los mayores de 65 años).
Detectar la señales
La licenciada Malena Casasola, especialista en Psicología Deportiva de DIM Centros de Salud, explica que la salud mental hace referencia a un estado emocional, psicológico y social, que permite que las personas se desenvuelvan con facilidad en su entorno, y tengan la capacidad de afrontar los retos que se le presentan a lo largo de la vida. "Podemos afirmar que una persona tiene una buena salud mental cuando su percepción sobre sí misma es positiva, tiene una buena autoestima, y cuenta con habilidades para manejar y expresar sus emociones," resumió.
La profesional advierte sobre los principales signos que indican que una persona puede estar experimentando problemas de salud mental:
- Cambios repentinos en el humor/estado de ánimo. Sentimientos de tristeza, ansiedad o irritabilidad persistentes.
- Alteraciones en el sueño. Insomnio o dormir en exceso. Pesadilla recurrentes o cambios en los hábitos del sueño.
- Dificultades en la concentración. Problemas para concentrarse en tareas cotidianas.
- Aislamiento. Evitar actividades sociales/familiares. Pérdida de interés en pasatiempos o interacciones donde antes había un disfrute.
- Cambios en el peso o en el apetito.
- Presencia de sentimientos de incapacidad o culpa.
- Agotamiento emocional o físico.
En el caso de que se detecten estos síntomas en una persona, el principal consejo es trabajar con algún profesional para determinar el curso adecuado a seguir.
¿Qué hacer por la salud mental?
Los problemas de salud mental pueden tener diferentes orígenes -más allá de los factores que la impactan fuertemente, como la inestabilidad laboral, la falta de dinero, etc.- por eso siempre es fundamental tratarlo con profesionales capacitados que desarrollen un diagnóstico y tratamiento personalizado.
Más allá de eso, los profesionales tienen algunas recomendaciones básicas para el cuidado de la salud mental de todos los individuos, como hacer ejercicio, mantener una alimentación sana y un nivel de descanso óptimo.
La psicóloga Silvia Marino (MN 19648) hace foco en la "insatisfacción crónica que parece afectar a las sociedades actuales" y los sentimientos negativos que pueden conducir, incluso, a padecer trastornos como depresión, ansiedad, pánico y fobia.
"La insatisfacción puede surgir de la brecha entre nuestras expectativas y la realidad, de la comparación con otros, de la búsqueda de la perfección o de la falta de propósito. También puede ser el resultado de cambios significativos en la vida, como la pérdida o el fracaso. A pesar de los logros y éxitos, la insatisfacción puede persistir, llevándonos a cuestionar nuestro valor. Esta sensación puede ser intensa y abrumadora, pero también puede ser un catalizador para el crecimiento y el cambio", analizó.
"A menudo, se debe a expectativas irreales y comparaciones constantes con otros. La falta de propósito y dirección en la vida también puede contribuir a este sentimiento. Además, la presión social para cumplir con las expectativas de otros y la búsqueda de la perfección pueden generar insatisfacción", dijo Marino. Al reconocer las causas subyacentes de la insatisfacción, podemos comenzar a trabajar hacia un cambio positivo. Esto implica aceptar y valorar lo que tenemos, y encontrar formas de cultivar la gratitud y el autocuidado. Al hacerlo, podemos encontrar un mayor sentido de propósito y satisfacción en nuestra vida.
"Cuidar nuestro bienestar físico y emocional también juega un papel fundamental, ya que nos permite sentirnos con energía y vitalidad para enfrentar los desafíos de la vida. Es importante aprender a decir "no" y establecer límites saludables. Finalmente, disfrutar del proceso y no solo del resultado nos permite vivir en el presente y apreciar el camino que recorremos", concluyó Marino.
A esto se suma a fin de año un estrés agregado. Durante este periodo, los principales desencadenantes de estrés y ansiedad están vinculados con las presiones sociales. A nivel laboral, las empresas pueden intensificar las demandas sobre sus empleados, exigiendo mayor rendimiento cuando el agotamiento físico y emocional ya está presente. Para los estudiantes, la época de exámenes finales añade una carga extra de ansiedad.
Este ambiente de presión, que continua tanto en lo profesional como en lo académico, crea un entorno en el que las personas se sienten sobrepasadas y con menos recursos para hacer frente a los desafíos diarios.
Al respecto, Liliana Acuña, psicóloga de Boreal Salud (M.P. 4.379), le dijo a Noticias Argentinas: "Uno de los elementos clave que afecta la salud mental en esta etapa del año es la autoevaluación. A medida que se acerca el cierre del ciclo, muchas personas tienden a revisar si han logrado los objetivos propuestos al inicio del año. Este proceso, a menudo intransigente, puede generar frustración y angustia, sobre todo cuando los resultados no coinciden con las expectativas."
"El miedo a no haber alcanzado las metas puede socavar la autoestima y la confianza en uno mismo, afectando gravemente la autoimagen y desencadenando sentimientos de insuficiencia y desvalorización personal", señaló.
"Cuidar la salud mental de manera proactiva en este último tramo del año es fundamental. Una de las formas más efectivas es aprender a desarrollar un diálogo interno positivo y compasivo. Es crucial dejar de lado la autoexigencia excesiva y enfocarse en una auto evaluación más realista y benévola. Además, el apoyo social es vital: rodearse de amigos, familiares o compañeros que brinden contención emocional. Regular las expectativas y fomentar la tolerancia a la frustración también son clave para mantener el equilibrio emocional frente a los desafíos que puedan surgir", agregó.
Día Mundial de la Salud Mental
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra cada 10 de octubre, con el objetivo de crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo de la salud mental. La fecha fue proclamada por la Federación Mundial para la Salud Mental en 1992 y busca difundir el conocimiento en la comunidad global sobre los temas críticos. El tema de este año es "Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo".
"Los entornos de trabajo seguros y saludables pueden actuar como un factor protector para la salud mental. Las condiciones insalubres, como el estigma, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras malas condiciones de trabajo, pueden plantear riesgos importantes que afecten la salud mental, la calidad de vida en general y, en consecuencia, la participación o la productividad en el trabajo", advierte al respecto la Organización Panamericana de la Salud.
Asimismo, aseguran que trabajar en la prevención es materia de las empresas también, ya que los problemas de salud mental tienen un impacto directo en su negocio al aumentar el ausentismo, reducir la productividad y aumentar los costos de la atención médica.
"Con el 60% de la población mundial trabajando, se necesitan medidas urgentes para garantizar que el trabajo evite los riesgos para la salud mental y proteja y apoye la salud mental en el trabajo. Los empleadores y los compañeros de trabajo pueden ser agentes de cambio en el lugar de trabajo al combatir el estigma y fomentar el debate abierto sobre la salud mental. También pueden aprender a identificar los signos de problemas comunes de salud mental, como la depresión, y alentar a los colegas que puedan tener dificultades a buscar ayuda", aseguran.