Cuántos argentinos están frustrados por no trabajar de lo que estudiaron
Muchas personas adultas se sienten frustradas por no haber podido cumplir con sus aspiraciones laborales, y al ver reflejados en los medios siempre los casos de quienes si lograron cumplir sus sueños, piensan que están muy solos en ese sentimiento. Pero no es así, de hecho, quienes no trabajan de lo que querían o lo que estudiaron son la mayoría.
Ocho de cada 10 talentos argentinos no trabaja hoy de lo que soñaba de niño, y el 53% no pudo trabajar de lo que estudió, según un estudio de Bumeran,la plataforma de búsqueda de empleo en Latinoamérica.
"Es una tendencia significativa en el ámbito laboral. En Argentina, el 76% de los trabajadores no ejerce la profesión que soñaba en su niñez, lo que representa un aumento de 2 puntos porcentuales respecto a la última edición del estudio. Este porcentaje coloca a Argentina como el país con la mayor brecha entre las aspiraciones infantiles y la realidad profesional en la región. Además, el análisis revela que el 58% de los argentinos se siente insatisfecho por no haber alcanzado sus metas laborales originales", explicó Carolina Molinaro, Head of Marketing de Bumeran.
Las consecuencias de esa frustración persiguen a las personas en su adultez, más allá de que se sientan satisfechos con lo que consiguieron en otras áreas de su vida.
Cuántos argentinos trabajan de lo que estudiaron y cuántos están frustrados por no hacerlo
Según el estudio "¿Trabajás de lo que soñabas? de Bumeran, el 76% de las personas trabajadoras no ejerce la profesión que soñaba en su niñez, lo que representa un incremento de 2 puntos porcentuales respecto al 2021.
Así, Argentina es el país con el mayor porcentaje de talentos que no trabajan de lo que soñaban. Le siguen Chile y Panamá con el 75%; Ecuador con el 69%; y Perú con el 62%.
En este contexto, el 87% de los talentos cambiaría su actual ocupación por la que soñaba en su niñez si tuviera la oportunidad; mientras que el 13% prefiere mantener su situación actual.
Entre las participantes del estudio, el 14% soñaba en su niñez con ser profesora; el 11% con convertirse en médica; el 10% deseaba ser veterinaria; y el 9% aspiraba a ser diseñadora. Contadora, maquilladora y maestra jardinera fueron otras profesionales mencionadas. Pero hoy, el 20% trabaja como profesora; el 15% como cajera; y el 28% como vendedora. También varias se desempeñan en áreas como administración o atención al cliente.
Los hombres encuestados aspiraban a ser ingenieros (15%), futbolistas (12%), médicos o periodistas (7% cada uno). Surgieron también las opciones de chef o piloto de avión. Pero hoy el 30% trabaja como vendedor; el 17% como cajero; y el 14% como ingeniero. En la categoría "otros", sobresalen los empleos como chofer y albañil.
Entre las personas que no se identifican ni con el género femenino ni con el masculino, el 15% soñaba con ser futbolista; el 12% con ejercer la medicina; y el 9% con trabajar en educación. Pero actualmente el 28% trabaja en ventas; el 11% se desarrolla en educación; y el 9% ejerce como cajero.
¿Trabajás de lo que soñabas? es un estudio de Bumeran en el que participaron 3.823 personas trabajadoras de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú. También indaga sobre la insatisfacción laboral en general, y encontró que el 79% de los consultados no está conforme con su empleo actual,un 14% más que en 2021.
La plataforma también indagó sobre si los participantes intentaron o no seguir sus sueños. Y la respuesta es que el 59% estudió una carrera relacionada a aquello a lo que querían dedicarse, pero esa elección no pudo trascender al plano profesional en el caso de la mayoría: el 53% de aquellos que siguieron estudios afines a su profesión soñada, no trabaja en un área relacionada con su formación.
Los datos contrastan con los que dio a conocer la semana pasada el Centro de Estudios de la Educación Argentina de la Universidad de Belgrano (CEA UB), que relevó que solo el 44% de los estudiantes que trabaja lo hacen en un área no relacionada con su carrera. Esto sugiere, de acuerdo a los especialistas de la UB, que las redes de contacto personales siguen siendo un factor clave en la búsqueda de empleo pero que no necesariamente acerca a los jóvenes a los campos de formación profesional que ellos eligieron.
Entre quienes no trabajan de algo relacionado con lo que estudiaron, el 34% se siente agradecido por tener empleo, aunque no sea en su área de formación o profesión soñada; el 27% se siente frustrado/a por no ejercer en lo que estudió o soñó; y el 18% se muestra esperanzado/a y desarrolla su trabajo actual con la idea de explorar nuevas áreas y ampliar sus horizontes profesionales.
En consecuencia, el 58% del total de los participantes expresó sentirse frustrado por no haber alcanzado sus sueños laborales. Por otro lado, el 35% señala que no se siente frustrado, ya que sus intereses cambiaron con el tiempo y ahora le atraen otras profesiones; y el 7% restante no experimenta frustración porque considera que su sueño original era demasiado difícil de lograr.
¿Qué quiéren ser los jóvenes hoy?
Las aspitaciones ciertamente cambiaron con el tiempo, y al consultarles hoy a los especialistas, Bumeran descubre que profesiones como médico, profesor/a o ingeniero perdieron popularidad como elecciones de carrera.
Un abrumador 54% opinó que los más chicos sueñan con ser Influencers de las redes sociales, o lo que es lo mismo, creadores de contenido en los que ellos son los protagonistas. La segunda opción elegida no cayó lejos de la primera: el 14% dice que sueña con ser YouTuber, o ganar dinero siendo popular en la plataforma de videos de Google.
En el país Campeón del Mundo, solo el 8% elegiría ser futbolista, aunque quizás esa aspiración es tenida como uno de esos sueños muy difíciles de alcanzar.
Solo el 5% dijo que quiere ser artista y recién luego de eso, con 4% de las menciones, aparece la Ingeniería como carrera soñada. Diseñador o cantante quedan con 2% al tope de las opciones más marginales de la lista, en cuanto a cantidad de menciones.
Al ritmo que llevan los cambios en el mundo laboral, es muy probable que estas nuevas carreras o caminos profesionales no existan a mediano plazo y sean reemplazadas por otras "carreras de los sueños" para los talentos. Por lo tanto, será fundamental que las empresas puedan manejar la frustración de los colaboradores que se desempeñan en tareas que no son aspiracionales para ellos.