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Renunció a un súper sueldo para ser coach en liderazgo y aprendió una gran lección

Martín Shaw pasó de asesor financiero a brindar charlas a grandes empresas y líderes para "despertar". Cómo fue su transformación para ayudar a los demás
05/09/2024 - 07:13hs
Martin Shaw lideres de empresas

Tenía 32 años y la vida le dio el peor golpe: la muerte de un hijo. Hasta ese momento había cumplido todos los mandatos y las recetas de una vida casi ideal.

Martín Shaw es el menor de una familia de 6 hermanos, fue a un colegio de Zona Norte, era un gran deportista, jugó al rugby en el San isidro Club (SIC) y tenía muchos amigos. Estudió Administración de Empresas en la UBA, hizo un posgrado en la universidad de Harvard en Boston y llegó a ser Master Sales del Citi, una carrera corporativa casi envidiable donde asesoraba a los inversores para la compra de bonos, acciones, obligaciones negociables, entre otros. 

La gran lección que aprendió al dejar el mundo corporativo

Sin embargo, esa situación límite para una persona lo despertó, como él mismo describe: "Me di cuenta de que hasta ese momento había seguido los mandatos culturales de lo que era una vida exitosa, que perseguía objetivos que no eran míos y yo no sabía quién era. Nunca había frenado a preguntarme a qué vine a este mundo, cuáles eran mis deseos". 

"Estaba desconectado de mi singularidad y estaba viviendo una realidad creada por otros, una vida que no era la mía", expresó.

Martín, además, se dio cuenta de que era un prisionero del sistema que estaba a favor del propio sistema, como una copia idéntica a otras (casi una fotocopia) siguiendo el rebaño. Y descubrió que había otros mundos, otras miradas y posibilidades. "Lo que en definitiva se despertó en mi fue mi espíritu, que estaba encerrado en un personaje comandado por el ego", comentó Shaw.

La especialización en coach y formación de líderes

Shaw renunció al Citi al descubrir que su felicidad no era lo que recibía del afuera, sino que venía del interior. Necesitaba hacer una metamorfosis, despertar y luego despertar a otros. A partir de ahí se dedicó a trabajar el liderazgo en otras personas buscando su propia singularidad.

"Hace 23 años que ayuda a personas y ejecutivos en las organizaciones a que expresan su máxima potencia en lo que hacen. Vivimos en un mundo que desde chicos nos aleja de nuestra esencia. El mundo se encargó de alienarnos (alguien extraño, alguien que no soy yo)", comentó.

Su tarea comienza por lograr que otros busquen su "ser" y después el "hacer"; que se hagan preguntas; que duden y sospechen de lo que viene dado por la cultura; que desafíen la realidad y sanen sus heridas; que reconozcan lo que tienen en la sombra y trabajen su importancia personal; que reduzcan sus caretas y egos para no ser comandados por ellos.

Cómo es el proceso para despertar

Según Martín, para salir de un lugar, primero hay que entrar, y el mejor instrumento es el espejo. "El espejo tiene doble efecto: nos refleja lo que somos y lo que no somos, es decir la imagen que damos. A partir de allí uno puede entrar a conocerse y descubrir quién es", comentó a iProfesional.

También recomienda descubrir cómo uno se adapta a la cultura para que lo quieran y no lo rechacen, una adaptación que funciona como mecanismo de defensa para sobrevivir a un afuera que mira por lo que debemos ser. "Por eso también es vital recuperar el amor propio", añadió.

Según Shaw, se debe despertar al capitán del barco para tomar el timón y no dejarse llevar por la corriente, porque cuando uno no sabe quién es, está sin rumbo. "La buena noticia es que el único objetivo de esta pesadilla, es despertar. El secreto es conectar con nuestro espíritu que hace señas y nos susurra para volver adentro", explicó.

El problema de las empresas hoy

En este contexto, el problema que ve en las organizaciones donde trabaja, es que gran parte de los líderes de hoy están desconectados con ellos mismos, y esto se traduce a las empresas que están a su cargo.

Por otro lado, Shaw detecta un exceso en el foco para conseguir resultados, por lo cual "esos otros", pasan a ser de utilidad del líder para lograr sus propios objetivos y no individualidades que le devuelvan la diferencia. "Para que allá un otro tiene que haber una diferencia. Y la clave está en buscar la distancia óptima con las diferencias con el otro", detalló.

Es clave escuchar, para lo cual, no fuimos educados. Esto conlleva a la falta de empatía, de lo cual se desprende que, como los líderes no viven al máximo de su potencia y en su singularidad, tampoco saben cómo despertar el potencial en sus grupos. Esto termina generando conflictos y falta de confianza. Los empleados admiran, valoran y son muy leales a los jefes que los despiertan y potencian. 

Cómo formar grupos más sólidos

Algunas de las "recetas" para formar grupos más sólidos es mostrarse auténtico, y la vulnerabilidad es una de las formas. Si bien la cultura y especialmente en las organizaciones, se asocia rabilidad con debilidad, fuerte es aquel que se anima a mostrarse tal cual es. Para ello necesita hacer el trabajo interior con el espejo. "Lamentablemente, esta y otras creencias son las que cada vez hacen crecer más a la inteligencia artificial. Cuanto menos humano, más eficiente. Somos nosotros mismos que nos estamos extinguiendo. Somos la única especie que se autodestruye", comentó el coach.

Por último, el problema de la falta de liderazgo no es un problema del presente sino del pasado. Se manifiesta en el presente, pero tiene más que ver con el pasado, ya que la mayoría llegó y creció en la organización por sus habilidades técnicas y su experiencia. Por sus horas vuelo, pero no por sus habilidades de liderazgo.

Las organizaciones no invierten tanto en prepararlos para el futuro, sino que los preparan para ser exitosos en el negocio y lograr ganar más dinero, pero no para conocerse y traer su singularidad, para luego liderar a otros en ese proceso mientras llevan el negocio. El negocio y las ganancias lo logran seres humanos. Pero si estos están desconectados de sí mismos sin darse cuenta terminan siendo parte de no lograrlo. 

"Más de la mitad del tiempo de los líderes debería ser estar presente y ayudar a sacar el máximo de potencia de sus colaboradores y la otra mitad ocupándose del negocio. Pero sabemos que hoy ese porcentaje no es así", concluyó.

La competencia con la inteligencia artificial

Además de los problemas en la empresa, en tiempos en que la inteligencia artificial ha logrado que las máquinas y los bots sean mucho más efectivos que los humanos en sus tareas diarias, miles de profesiones y trabajos están y serán más aun en un futuro próximo, reemplazados por ellos. Sin embargo, todavía va a pasar mucho tiempo para que reemplacen a los seres humanos en su humanidad. Por eso es vital que más inversión y tiempo se ponga en la capacitación de las habilidades humanas.

De esta manera, se podrá sobrevivir más en las organizaciones. Los robots pueden hacer muchas cosas mejor, pero no tienen emociones. Y para ello es sumamente importante invertir en estos aspectos.

"He tenido la alegría de trabajar con organizaciones que se animaron a transformar su cultura. A una cultura que cuide a los empleados, que invierta en ellos. Y los resultados son increíbles. Se genera una mística única que atrae a otros empleados de afuera que quieren vivir esa experiencia, hay menos rotación", comentó Shaw.

"Muchos empleados han dejado propuestas salariales mejores de otras empresas porque saben que en el otro trabajo no está esta cultura. Y además han logrado superar los resultados económicos presupuestados a principio de año. Todo es al revés. Cuanto más te ocupas de estos temas, más probabilidad tenés de aumentar tus ventas y tus resultados porque tanto los clientes como los proveedores huelen la energía de estas empresas y se sienten más inclinadas a elegirlos", finalizó Shaw.

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