Seis de cada 10 argentinos consideran que hay discriminación por edad en el trabajo: los motivos
Seis de cada 10 argentinos aseguran que incluso hoy en día la edad impacta negativamente en el trabajo. Si bien cada vez más empresas se esfuerzan por contratar personal de mayor edad y con experiencia, en la mayoría de los casos hay postulantes que sintieron que fueron discriminados por su edad o que conocen casos en los que eso ocurrió.
La plataforma de búsqueda de empleo y talento Bumeran dio a conocer este lunes un estudio al respecto, que le adelantó a iProfesional, en el que participaron 4.990 personas trabajadoras de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú. La investigación explora cómo la edad puede influir al momento de buscar empleo y en la proyección profesional de los talentos.
Argentina solo superó a Ecuador, donde el 57% manifestó haber experimentado o presenciado discriminación por edad. En el resto de los países, la tendencia es aún más pronunciada: el 66% en Perú; el 65% en Panamá; y el 62% en Chile.
El 75% de los argentinos consideró también que por la edad puede ser más difícil o más fácil conseguir un empleo, y el 61% cree que es un factor determinante para las empresas a la hora de contratar a un nuevo empleado o empleada. Un 81% afirma que en el ámbito laboral se discrimina a las personas por su edad.
Discriminación por edad en el trabajo
El 61% de los argentinos dice que la edad impacta en su búsqueda de trabajo y en su desarrollo laboral. Solo 39% afirma no haberlo experimentado nunca.
Del primer grupo, un 43% dice que atravesó en carne propia la discriminación por edad. Otro 18% indicó que presenció casos en los que le ocurrió esto a una persona o le sucedió a alguien que conocían.
La búsqueda de personal aparece como la instancia en donde más las personas dicen atravesar episodios de edadismo. De los que experimentaron algún tipo de discriminación por edad, el 54% dijo haber sido rechazado en un proceso de selección de personal pese a cumplir todos los requisitos y tener la experiencia necesaria.
Mucho menos fueron los casos en los que se los excluyó de actividades sociales (17%), recibieron menos reconocimiento o visibilidad que sus colegas más jóvenes (15%), se les asignaron tareas menos desafiantes o no se les permitió la oportunidad de liderar proyectos (13%).
Las burlas o comentarios despectivos por la edad, quizás los casos más reconocibles de discriminación, son los que ocurren menos frecuentemente (11%).
Al ser consultados sobre cómo se manifiesta la discriminación por edad en sus trabajos en particular, el 44% indicó que no se incorporan personas mayores de 45 años a la organización; el 40% mencionó que se prioriza a los empleados más jóvenes en la asignación de proyectos o en el reconocimiento laboral; y el 35% señaló la falta de oportunidades de ascenso.
En cuanto a las oportunidades de ascenso dentro de la organización, el 37% de los talentos cree que la edad influye dependiendo del tipo de puesto; el 22% indica que la edad puede ser considerada, pero no es el único factor relevante; mientras que el 21% sí cree que es un factor determinante en las oportunidades de ascenso.
"Cuando decimos que el mundo laboral está transformándose, no nos referimos solamente a la implementación de tecnología disruptiva y la llegada de nuevas generaciones. Los equipos diversos en los que conviven personas con diferentes creencias, orígenes y modos de concebir la vida son un gran diferencial", opinó al respecto Federico Barni, CEO de Jobint.
"Cada persona desde su singularidad aporta una visión única a la sinergia colectiva y de esta forma es como surgen las grandes ideas, las soluciones a los problemas, los proyectos más novedosos. Es importante considerar que la diversidad etaria es un elemento indispensable de los equipos del futuro", sentenció el ejecutivo de la empresa dueña de Bumeran.
Qué es la discriminación por edadismo: impacto en el trabajo
El edadismo, o en inglés "ageism" es el término utilizado para los actos de discriminación por motivos de edad. El término extranjero del cual deviene el anglicismo fue acuñado por el gerontólogo Robert Butler en 1968, y lo describió como un proceso sistemático de estereotipar y discriminar contra las personas o grupo de personas de determinada edad.
En el mundo del trabajo, el edadismo es más utilizado para subestimar las capacidades y motivación de los empleados más adultos, y se expresa fuertemente en el área de contrataciones, con muy pocas empresas seleccionando activamente personas mayores a 45 o 50 años. Pero también se utiliza para descalificar a talentos jóvenes, basándose en su corta experiencia laboral o de vida.
No solo aplica al mundo del trabajo. El "viejismo" se nutre de distintas prácticas. Se estigmatiza a las personas con diversos calificativos como "gerontes", "adultos mayores", "jubilados", "abuelos", "tercera edad" y "seniles", los que buscan mostrarlos como decrépitos, improductivos, vulnerables, infantiles, asexuados, incapaces o enfermos.
Esta discriminación se denomina "edadismo", "viejismo" o "ageismo" y se manifiesta estableciendo ciertas pautas sociales respecto de las conductas apropiadas para mayores de cierta edad.