Personas tímidas e introvertidas: 12 maneras de liderar con sensibilidad para desplegar todo su potencial
En el dinámico mundo del liderazgo empresarial, donde a menudo prevalecen las voces más fuertes y las personalidades extrovertidas, hay dos segmentos valiosos y frecuentemente subestimados: los de las personas tímidas y las introvertidas.
Este tipo de personalidades, con su tendencia a la reflexión profunda, la introspección y una rica vida interior, pueden ser pilares silenciosos y también fundamentales en cualquier organización.
Sin embargo, liderarlos con eficacia requiere un enfoque distinto, uno que respete su naturaleza y potencie sus fortalezas únicas.
La diferencia entre timidez e introversión
Si bien muchas veces se utilizan como sinónimos, estos comportamientos sociales son diferentes:
- Timidez, es la sensación de inseguridad que se siente ante situaciones sociales nuevas, y que impide relacionarse mejor con los demás. Sufren cuando son expuestas sin preparación previa, y pueden retraerse, eludir el contacto visual y sentirse impotentes ante situaciones que para otros puedan ser comunes.
- Introversión, es sumergirse en su mundo interior casi permanentemente, lo que significa que, entre estar con otros o solos, se elige la soledad. Quien es introvertido necesita aislarse y pasar tiempo solo para recargar energía, según estudió Carl Jung.
Si estás dirigiendo o integrando equipos con personas tímidas o introvertidas, aquí van algunas sugerencias de lo que sí y lo que no conviene hacer:
Qué SÍ Hacer
1) Crear un ambiente seguro y de apoyo: Fomenta un entorno donde todos se sientan valorados y escuchados. Esto incluye dar espacio para que las personas introvertidas compartan sus ideas en su propio tiempo.
2) Comunicación clara y directa: Las personas tímidas o introvertidas suelen preferir comunicaciones totalmente específicas y detalladas. Evita ambigüedades y proporciona información precisa sobre lo que esperas de ellos.
3) Reconocer y potenciar sus fortalezas: A menudo tienen habilidades únicas, como la capacidad para la reflexión profunda y el análisis detallado. Compartiendo proyectos específicos y midiendo su desempeño, podrás identificar y aprovecha estas habilidades para que, a su vez, cada persona sienta que agrega valor desde su forma de ser.
4) Oportunidades para la reflexión: Dales tiempo y espacio para que reflexionen antes de presionarlas para responder o participar en discusiones. Esto puede incluir enviar agendas de reuniones con anticipación o permitirles enviar sus ideas por escrito; e, incluso, preguntarles cuál sería la mejor forma para ellas para que participen del asunto.
5) Reuniones uno a uno: Las personas vergonzosas o introvertidas pueden sentirse más cómodas en reuniones individuales, donde puedan expresarse sin la presión de un grupo grande.
6) Reconocimiento Individual: Aunque a la mayoría puede gustarles que les feliciten públicamente, en el caso de gente con timidez o introversión cuando ofrezcas retroalimentación y reconocimiento conviene que sea en privado, en lugar de hacerlo públicamente, lo que puede generar incomodidad.
Qué NO Hacer
1) Forzar la participación en grupo: Evita obligar a las personas introvertidas a participar en actividades de grupo que las hagan sentir incómodas o expuestas. No es conveniente insistir en que las personas participen, opinen o expresen su voz, ya que esto podría ser contraproducente y generar cierta inestabilida emocional interna.
2) Subestimar su contribución: No asumas que, porque alguien es callado, no tiene nada que aportar. A menudo, sus contribuciones son meditadas y valiosas, y pueden estar observando aspectos que, al común de la gente, pasan desapercibidos.
3) Ignorar la necesidad de espacio personal: Reconoce la necesidad de las personas introvertidas de tener tiempo a solas para recargar energías y procesar información.
4) Presión para tomar decisiones inmediatas: Otro aspecto que les genera mucha incomodidad es la presión para que den respuestas o decisiones instantáneas. Muchas de las personas con rasgos de timidez o de introversión necesitan más tiempo para la reflexión y la consideración cuidadosa.
5) Sobrecargar de reuniones sociales o networking: Entiende que las actividades sociales pueden ser agotadoras para las personas de estas características, así que ofréceles la opción de participar en la medida en que se sientan cómodas.
6) Ignorar sus ideas: Asegúrate de escuchar y considerar seriamente las ideas y sugerencias que presenten, aunque no se comuniquen con la misma confianza o extroversión que otros miembros del equipo.
Al aplicar estos consejos, tienes una guía esencial para ayudar a las personas vergonzosas e introvertidas a sentirse más cómodas, valoradas y capaces de contribuir efectivamente en su trabajo. Esto no solo mejora su bienestar, sino que también enriquece la dinámica y el rendimiento del equipo en su conjunto, aprendiendo, entre todos, a apreciar la singularidad y las diferencias de carácter, personalidad y comportamiento de cada integrante.
*Daniel Colombo es facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.