En la era de la IA, ¿cuál es el secreto?: ¿contratar o capacitar?
Actualmente es difícil imaginar que haya empresas que aún no están considerando implementar soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) en sus negocios.
Algunas preguntas que surgen con frecuencia son, ¿a quién contrato para lograrlo? o ¿cómo capacito a mi equipo para que la implementación sea relevante en términos de la agilidad y automatización de los procesos?
Más allá de las capacidades técnicas, que sin duda son importantes, hoy el secreto está en la actitud. Es decir, que las personas tengan desarrollado un pensamiento autocrítico, que sean innovadoras y posean la habilidad de incentivar el cambio en las organizaciones.
Por supuesto que es importante contar con ingenieros o científicos de datos, sin embargo, la implementación de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, va más allá del uso de una nueva herramienta. Es un cambio que tiene un fuerte impacto en la cultura organizacional.
IA en el trabajo: ¿contratar o capacitar?
Cuando nos preguntan, ¿qué perfil de colaborador es el adecuado para hacer una implementación de la IA? Lo primero que viene a mi mente, es si la organización está preparada para la autocrítica, para permitir la evolución de sus procesos e incluso para crear nuevas líneas de negocio.
Es importante que cuando se considera usar la IA, las personas en todos los niveles tengan un conocimiento conceptual de qué es esta herramienta, cómo la organización está pensando aprovechar sus capacidades y los beneficios que estima recibir. Es decir, tener un nivel de transparencia tal que permita a todos los miembros de la empresa comprender las ventajas competitivas que se esperan con el uso de la Inteligencia Artificial, y qué objetivos se buscan alcanzar.
En la relación con los colaboradores debemos ser muy transparentes, ya que es la falta de transparencia lo que genera que las personas se sientan desafiadas.
Por lo anterior, y si la decisión de la organización es contratar nuevo personal, los invito a ver más allá de una hoja de vida o un currículum vitae, ya que la formación y componentes técnicos son importantes, pero no son suficientes.
Hay que buscar personas que tengan ese ímpetu de cambio, dispuestos a desafiar lo establecido, que aprendan de sus errores y por supuesto, que tengan la experiencia en la implementación, que conozcan los casos de uso e idealmente, que hayan vivido estos procesos.
Por otra parte, si la decisión es considerar al personal interno, hay que capacitarlos y brindarles las herramientas necesarias para que cumplan su función.
En cualquier circunstancia, es importante comprender que con el uso de las nuevas tecnologías los riesgos existen, por eso, hay que considerar a personas que entiendan el negocio, que tengan la capacidad de pensar en nuevas soluciones y cómo pueden aplicarse, tener la capacidad de cambiar, adaptarse, probar y si algo no funciona reconocerlo, ajustar pronto para así, ir evolucionando.
*Jorge Linares, Chief Revenue Officer de Nubiral