Cómo impacta la devaluación en los sueldos en dólares
Desde el punto de vista del empleo y los salarios, los anuncios de ajuste y devaluación que realizó el martes el flamante ministro de Economía, Luis Caputo, no produjeron sorpresas. Los sueldos ya terminarían 2023 por debajo de la inflación anual, solo que ahora, tras la devaluación de la moneda un 54%, la pérdida será más brutal.
Los empresarios más beneficiados con las medidas fueron de ciertos sectores exportadores, mientras que a la luz del nuevo dólar oficial y alícuotas, los que necesitan ingresar insumos están en etapa de "wait and see" sobre los mecanismos que reemplazarán a las tristemente célebres declaraciones anticipadas de importación.
En ese marco, de cara a las paritarias 2024 habrá algunos sectores en mejores condiciones para negociar recomposiciones de salarios y beneficios que otros. La Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió el miércoles y advirtió sobre el impacto en el salario de las medidas anunciadas.
Sin dudas, la expectativa empresaria para este gobierno pasa en gran parte por una reforma laboral que reduzca el costo de contratar, apoyándose en el ya conocido argumento contra la "industria del juicio". Esas serán medidas de otro orden, según ya analizó en ocasiones anteriores el presidente Javier Milei, quien dejó la prioridad número uno para el inicio de gestión en manos de Caputo: estabilizar la economía y reducir el déficit.
Eso no significa que no habrá impacto en el empleo por el nuevo "Régimen Monetario No Disruptivo" recién anunciado. Una devaluación del 54% traería en principio una baja pronunciada en el consumo y la actividad, que puede redundar en menor creación de empleo o incluso aumento del desempleo.
En ese aspecto, los indicadores hasta la asunción del gobierno Libertario habían consolidado 32 meses de incremento ininterrumpido en el caso del trabajo registrado, aunque fueron los independientes los que motorizaron ese aumento más que la creación de puestos asalariados.
Pero la combinación de ajuste con baja de la actividad solo seguiría profundizando el problema de arrastre que recibió la administración de Javier Milei: trabajadores pobres, con empleos formales y sueldos por debajo de la línea de pobreza, que además deben hacer frente a una mayor devaluación de su poder adquisitivo.
La consultora Labour, Capital, Growth (LCG) confirmó en su análisis de las medidas que, en medida en que la reducción del déficit se producirá por baja del gasto a la par de la suba de alícuotas de impuestos vinculados al aumento del tipo de cambio (impuesto país y derechos de exportación a productos no agrícolas), "el ajuste no es a la ‘casta’ o en la eficiencia del gasto público" finalmente, sino que se sustenta en los beneficios económicos de sectores favorecidos por la devaluación (con caída del salario real en simultáneo), cobrada sólo en parte por el Estado a través de impuestos", además de recortes al gasto.
"La quita de subsidios, la devaluación a importaciones y la devaluación a exportaciones sin suba de retenciones tendrá impacto en el nivel de precios y en el poder adquisitivo del salario", afirmaron.
Gestión de personal en el nuevo marco macroeconómico
Algunas de las compañías de liquidación de sueldos y análisis de compensaciones consultadas para este artículo declinaron participar, debido a que ya el miércoles por la mañana se dedicaron a responder consultas de sus clientes. Sucede que los presupuestos salariales definidos para este y el próximo año quedaron rotundamente "en orsai" tras los anuncios de Caputo, y algunas compañías intentarán ofrecer algún tipo de aliciente.
"En estos momentos es muy difícil planificar, ni siquiera a corto plazo, porque el contexto cambia literalmente cada día. De modo que lo que hacen las empresas es extremar la prudencia; todo lo que no es de extrema urgencia se pospone para cuando el panorama esté más claro. Y sobre lo que está en marcha, se define en función de lo que se va conociendo sobre el impacto de las medidas en las variables económicas", comentó a este medio Alejandro Servide, director de Professionals, RPO y Technologies de Randstad Argentina.
Respecto a las pautas y políticas de actualización salarial, dijo que "hoy no sabemos cómo va a evolucionar (la inflación) en los próximos días y semanas, de modo que no habrá decisiones de fondo en el corto plazo, pero sí decisiones de coyuntura, como por ejemplo el adelanto del aguinaldo, en la medida en que la empresa cuente con los recursos y la liquidez para hacerlo."
Servide asegura que hoy la prioridad será acompañar lo mejor posible esa pérdida de poder de los salarios. Y en segundo orden se atenderán los otros impactos para los que será necesario prever, como la revisión de los presupuestos de auto compañía, de pago de viáticos o combustible, de alimentación, conexión a Internet, etc.
No será lo único que probablemente sea necesario prever. Está claro que el costo de la suba del transporte público que el Gobierno aplicará a partir del 1 de enero de 2024, será otro que asumirá la clase media venida a menos. Y cada vez que hay un aumento considerable del precio del transporte público y del combustible, muchos trabajos terminan siendo inviables por el impacto en la ecuación de costo y beneficio.
Se da sobre todo en las posiciones peor remuneradas –donde los ingresos finales de bolsillo tras los gastos de ir a trabajar muchas veces no superan el pago de un plan social- y en las posiciones de nivel entrada.
Por otra parte, los costos laborales para las empresas se incrementarían de la mano de la liberación de los precios de las prepagas, otra de las medidas que está bajo análisis del nuevo equipo económico.
Qué pasará con los sueldos en dólares
Desde el punto de vista de la gestión de personal en empresas, los problemas pueden ir más allá de tener que revisar los presupuestos salariales cerrados en noviembre. Por lo pronto, se sigue dificultando la capacidad de competir por el mejor talento para posiciones clave o áreas IT, que reciben ofertas salariales mucho más cuantiosas desde el exterior.
No solo eso, para salvaguardar el poder adquisitivo de su talento clave y evitar un solapamiento mayor de los salarios ejecutivos en Argentina con los de sus reportes del exterior, muchas empresas abonaban parte de la compensación en moneda dura (Split pay), en cuenta en el exterior, o fijaban el monto a valor del dólar oficial para pagar esa cantidad en pesos.
"El acceso al Mercado Único y Libre de Cambios continúa restringido, por lo que no hay por el momento cambios regulatorios sustanciales que impacten en la remuneración de ejecutivos. De tal modo, aquellas empresas que hubieran acordado el pago de salario en dólares podrán seguir haciéndolo en tanto tengan divisas de disponibles (o puedan conseguirlas)", dijo al respecto Alberto González-Torres, partner de Baker McKenzie en Buenos Aires.
"Quienes pagaban salarios en valores dolarizados -por ejemplo, la cantidad de pesos necesarias para adquirir tantos dólares MEP en determinada fecha-, también podrán hacerlo, con la evidente ventaja de los ejecutivos que se verán beneficiados por una mejor cotización", resumió.
La cotización oficial tuvo un alza de 119% desde el cierre del martes. Consultado al respecto, Alejandro Servide, consideró que para aquellas empresas que hayan pactado atar el salario o parte del mismo al dólar oficial u MEP, no quedará alternativa que seguir tomando la cotización y pagar la diferencia a cargo de la compañía. "Las empresas que tomaron esta modalidad, lo hicieron corriendo el riesgo de que la cotización oficial se emparejara con la del ‘blue’ y terminaran teniendo mayores costos. Van a tener que asumir la diferencia, pero ese costo siempre estuvo previsto", sentenció el ejecutivo de Randstad.
Ivana Thornton, directora de Career de Mercer, remarcó que "con la devaluación de la moneda, todos en realidad ganamos menos en dólares oficiales hoy, pero lo cierto es que en términos reales nadie accedía a ese valor, por lo que ha sucedido, en realidad, es un acercamiento entre el valor de pago en dólares a cambio oficial y a cambio blue." En ese marco, la directiva de Mercer no cree que haya cambios de fondo en este momento ni que las empresas vayan a migrar las políticas de pago que tienen implementadas. "En este momento, las compañías esperarán a tener más información sobre el contexto y, a partir de ahí, reevaluar sus políticas y prácticas de pago", le dijo a iProfesional.
Luego, fue un poco más allá y evaluó qué ocurrirá con cada una de las dos modalidades de pago de salarios en dólares. Consideró que el Split pay, al reducirse la brecha entre el dólar oficial y el "blue", pierde algo de su atractivo de retención de talento.
La modalidad de pago en pesos a valor dólar se hacía generalmente con la cotización oficial y algunos pocos casos operaban con la del MEP. "En este escenario, las personas se verán ampliamente beneficiadas por la devaluación del dólar oficial", dijo Thornton.
Qué empresas pagan en dólares
"El peso relativo de quienes trabajan para empresas locales y tienen su salario, o parte de él, atado a la evolución del dólar es ínfimo, aunque viene en crecimiento en el último año y medio, en particular en el rubro de IT", admitió Servide, pero dijo que por ese motivo "los anuncios del martes no generan un gran cambio es esos acuerdos, ya que se trata de compañías que por su estructura y el perfil de sus ingresos, tienen el margen para asumir el mayor costo."
El pago en moneda extranjera es una metodología que aún solo pueden implementar un puñado de empresas que tienen acceso a los dólares o moneda elegida. En ese caso, al ser empresas exportadoras que seguirán accediendo a los mismos, no se verían tan afectadas por las medidas anunciadas por Caputo el martes. Es el caso, por ejemplo, de las que pertenecen a la Industria del Conocimiento.
WTW mencionó que 19% de las empresas de su muestra –grandes compañías nacionales y filiales de multinacionales- tienen implementada una estrategia de gestión de compensaciones en moneda dura. El 10% da este beneficio solo a posiciones ejecutivas, un 5% suma a los gerentes y personal clave, y otro 5% a todo el personal.
Un 31% paga la totalidad del bono anual en moneda extranjera, y un 12% lo hace solo parcialmente. Otro 7% de las firmas consultadas dijo que está pensando en dolarizar el bono.
Otro informe de la asociación de CEO, Vistage, muestra también como la práctica del pago en moneda extranjera de parte del salario es aún marginal. De las empresas más chicas, lo hace el 4% (el 12% en el rubro de servicios); de las que facturan entre 300 y 1.000 millones de pesos al año, lo practican entre el 8% y el 12%.
De las que generan entre 1.000 y 2.000 millones al año, el 17% de las de comercio lo hace y el 22% de las de servicios; en tanto que entre las firmas que más facturan, el 9% de las de servicios tiene esta modalidad y se encuentra aún menos entre las de otros rubros.