No hay rentabilidad sin propósito: el nuevo ADN empresarial
Las nuevas generaciones hoy se ven o se conectan con la sociedad de una manera muy distinta a como lo hacían las anteriores, entendiendo primero que los roles tan estrictos y los mandatos como tales ya no existen.
Empezamos a vivir en (y a convivir con) realidades más abiertas, con estructuras libres y con formatos "sin forma", basados en la libertad.
Nuevos liderazgos con propósito
Los líderes organizacionales actuales van por ese camino, interesados y motivados por ser agentes de transformación en las sociedades, promotores del cambio que antes no se veían. Entienden que hacer negocios y buscar rentabilidad es un medio para un objetivo más ambicioso: lograr una sociedad mejor.
Es el propósito transformador y el impacto detrás de las organizaciones lo que los mueve, les da satisfacción, un sentido y un sentimiento de haber alcanzado algo y de haber logrado algo mayor. Se abandona la idea de que la transformación va a llegar desde afuera. Estos perfiles de liderazgo saben que el impacto está adentro y hay que tocarlo, hay que hacerlo y que tienen capacidad de lograrlo.
Con las transformaciones como algo más cercano y factible, son apasionados porque las cosas funcionen mejor, ofreciendo una mirada ecosistémica y de transparencia, comprometidos con hacer las cosas con profundidad y con calidad; de hacer menos para hacer mejor; de trabajar con disciplina, con método y con constancia; y de entender que las personas y las organizaciones humanas realmente son mucho más valiosas que las corporaciones, los procesos y las estructuras.
Valoran más el resultado y el impacto que el proceso y la perfección del mismo. Hay un gran cambio de paradigma entre una visión que antes estaba ocupada en la competencia y hoy está ocupada en la colaboración. Lo que antes era "separados", ahora es "juntos".
Antes se buscaba la rentabilidad y se le agregaba el propósito. Antes había una mirada desde afuera, desde la persona, lejos de la capacidad de generar un cambio. Hoy hay una mirada protagonista y desde adentro.
Hay una búsqueda de un bien común que se hace desde un lugar individual, con un aporte tal vez mucho más pequeño que desde las organizaciones más estructuradas, pero que tiene forma, tiene chance de ser un enorme catalizador de impacto, de ser un efecto de transformación y de revolución en la sociedad.
Y la tecnología, la información y la velocidad de la información hacen que esto sea potente. No les llama tanto la atención el patrimonio y la riqueza, como sí el impacto y la mejora de la sociedad y del mundo. Y no es una cuestión romántica, es una cuestión movilizante de fondo, que quien lo escucha como algo trillado lo hace porque no lo entiende y se quedó en la convivencia de esta visión anterior.
Si bien no es posible - ni apropiado - generalizar y afirmar que todas los líderes de una generación tienen las mismas actitudes hacia cuestiones sociales y económicas, hay ciertas tendencias y patrones observables en relación con cómo las nuevas generaciones abordan cuestiones sociales y su participación en las empresas, que se traduce en una mayor conciencia social, más responsabilidad empresarial y un cambio en las prioridades, todo potenciado por la posibilidad de la interconexión global. Hay una transformación en proceso y va hacia buen puerto.
Hacer las cosas bien es un buen negocio. Hacer las cosas conscientemente bien, es una gran satisfacción.
*Oscar Bercovich es CEO de Uniber, socio fundador de Metrocubico Internacional y managing partner de Explorer Latam.