Renuncia silenciosa: por qué 4 de cada 10 argentinos hacen el mínimo trabajo posible
En la Argentina ese fenómeno conocido como la "renuncia silenciosa" llegó con fuerza y afecta a 4 de cada 10 trabajadores.
Se trata de una alternativa que están utilizando muchos trabajadores alrededor del mundo que no cuenta con la opción de simplemente renunciar al trabajo con el que pagan las cuentas, pero si están cumpliendo con él solo en el menor nivel requerido.
Esta tendencia de simplemente hacer lo mínimo que se espera de uno en su trabajo se potenció, según los expertos, tras la pandemia, cuando muchos trabajadores vieron que no sentían satisfacción o encontraban un sentido de propósito en sus tareas.
Quienes pudieron cambiar de trabajo, dieron forma a "la Gran Renuncia", y otros que no tuvieron esa posibilidad y no ven en su actual compañía una opción de progreso o cambio de carrera, optaron por esta modalidad de renunciar sigilosamente y poner su energía en otros aspectos no laborales que si les brinden satisfacción, sentido de propósito, perspectivas a futuro, etc.
La Renuncia Silenciosa en Argentina
Un estudio de Bumeran dado a conocer a este medio indica que son el 41% de los 10.669 trabajadores consultados en el país los que se encuentran haciendo el mínimo trabajo requerido para mantenerse en su actual empleo.
El promedio de Argentina está justo alineado con la media regional detectada por la plataforma de búsqueda de empleo de InfoJobs. Solo en Chile (38%) es más bajo ese índice de talentos que hoy no dan el máximo de su capacidad.
Sin embargo, en los otros países relevados por Bumeran el índice es aún mayor: 42% en Perú, 43% en Ecuador y 45% en Panamá.
Más de la mitad (53%) de quienes abonan al fenómeno de la renuncia silenciosa en la Argentina se sienten así desde hace más de un año, denotando una sensación de estancamiento profesional que suele acompañar este fenómeno. El promedio regional de quienes están en esa condición más de un año es de 47% y en todos los otros países el fenómeno parece ser más reciente.
En Argentina, otro 16% dice que le ocurre hace menos de un año pero más de 6 meses, 8% llevan así más de un semestre, 15% menos de ese período y otro 8% aseguró que no sabría decir cuándo se empezó a sentir así en relación a su actual trabajo.
No se trata de un estado placentero para atravesar por meses o durante más de un año. Por eso no es extraño que el 70% de quienes hoy renuncian sigilosamente piensan resolver el problema buscando ya otro trabajo. Otro 25% dijo que lo hará en algún momento y solo un 5% no piensa hacer nada.
Buscar un nuevo empleo es la solución que tienen a mano los trabajadores en toda la región pero no es la única. Las empresas también tienen mucho para decir sobre este tema, si tienen interés en resolverlo y lograr el máximo de esos talentos.
Por caso, en Argentina el 75% dijo no sentirse motivado por su trabajo y el 66% dicen no sentirse valorados tampoco. Son muchos más que aquellos que hoy dan el mínimo esfuerzo. De hecho, están entre los menos motivados de la región.
En ambas variables -motivación y valoración- las empresas cuentan con herramientas para intervenir y recuperar el máximo valor que sus empleados y empleadas tienen para ofrecerles.
El compromiso sigue firme
Como mencionamos, son muchos más los trabajadores argentinos que se sienten desmotivados y no valorados en su empleo que los que están haciendo el mínimo esfuerzo posible, y las empresas pueden intervenir en estos aspectos de manera de aumentar la productividad mediante la motivación y el compromiso.
De hecho, un 10% de los encuestados en Argentina aseguró estar 100% comprometido con su actual empleo y otro 52% a la vez se percibe comprometido y le gusta su trabajo. Es uno de los niveles de compromiso más altos de la región medidos por Bumeran. Las bases están para reducir, entonces, los efectos de la renuncia silenciosa.
Aun así, pese a los altos niveles de desmotivación, un 52% dijo que a la hora de trabajar "lo da todo". Hay un 48% de los argentinos encuestados haciendo horas extras. Un 68% hace tareas fuera de horario si son urgentes, y otro 16% dice que las cumple a la hora que sea.
Solo el 22% dice estar poco comprometido y un 16% dice que quiere renunciar ya mismo.
Hay muchos motivos que llevan a estos trabajadores a sentirse de esa manera, y el principal es la falta de valoración que perciben de parte de sus empleadores.
Asimismo, un 63% de quienes participaron de la encuesta de Bumeran mencionó que no sentían correspondencia entre sus valores y los de la compañía en la que se desempeñan. Fue el porcentaje más alto de la región en cuanto a la no alineación.