Cuántos trabajadores independientes hay en la Argentina y cuánto cobrarán de jubilación
En la Argentina hay alrededor de 2,8 millones de trabajadores independientes registrados. Son el 26% de la masa de aportantes a la seguridad social pero a la vez, solo las dos categorías más altas entre los autónomos percibirán como haber jubilatorio inicial un monto que hoy supera una jubilación mínima.
Mientras la política discutió el martes la moratoria previsional y la sostenibilidad propia del sistema, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) dio a conocer un informe sobre los trabajadores independientes en la Argentina y su vinculación con el sistema de previsión social. En el mismo se encontraron algunas desigualdades y factores regresivos sobre los cuales se recomienda hace foco, de manera de mejorar también la sostenibilidad a largo plazo del sistema jubilatorio.
El organismo estima que alrededor de 1 de cada 4 trabajadores en el país es independiente, y de ese grupo, más de la mitad aproximadamente se desempeña "en blanco", realizando los aportes correspondientes a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esto significaría que por esos 2,8 millones de personas identificadas como autónomos, monotributistas y monotributistas sociales, la Oficina estima que hay alrededor de 2 millones de personas que trabajan sin estar registrados ni realizar aportes, y que sufrirán complicaciones para percibir una jubilación una vez que alcancen la edad requerida para ello.
Se trata de un tema no menor en la era post-pandemia del trabajo deslocalizado, freelance, en el que muchas más personas que antes no logran insertarse en el mercado laboral local si no es de manera independiente, y otras tantas están decidiendo operar fuera del sistema y sin su protección social de manera de percibir ingresos en moneda dura.
Trabajadores independientes: cuánto cobrarán de jubilación
A diciembre de 2022, cuando se realizó este relevamiento, los trabajadores independientes registrados en la Argentina eran 2.829.205 millones de personas, de los cuales 512.740 son autónomos, 1.779.861 monotributistas y 536.604 monotributistas sociales. En conjunto, serían el 26,6% de la masa de aportantes al sistema previsional.
La OPC arranca poniendo el foco en la alta carga impositiva que llegan a tener los autónomos y que en casos extremos llega a ser del 50% de sus ingresos, en relación a la que tienen los monotributistas, que es de alrededor del 4 por ciento. En ambos casos, de acuerdo a la jurisdicción en la que tienen su dirección comercial, deben abonar además el impuesto por ingresos brutos que no pagan los trabajadores en relación de dependencia.
Asimismo, los aportes a la seguridad social son de media el 3% de la facturación esperada por los autónomos, pero del 1% al 4% de la de los monotributistas. "Se observa cierta regresividad ya que en las categorías más bajas el peso de los aportes es mayor que en las más altas", se lee en el informe oficial.
Si se suman los componentes impositivo, previsional y de obra social de los monotributistas, las categorías más bajas aportarán 10% de la facturación mensual esperada promedio; las categorías medias un 3% y las más altas un 5%, de acuerdo a este relevamiento.
Más allá de las desigualdades entre categorías, la OPC remarca que "en la mayoría de los casos a estos trabajadores les corresponderá una jubilación mínima; solo las dos categorías más altas de autónomos recibirán un haber inicial jubilatorio mayor, que en el mejor de los casos será inferior a dos jubilaciones mínimas". Para hacer ese cálculo, aclaran los analistas, dejaron por fuera a quienes aportan a cajas previsionales provinciales o de su actividad, y a quienes teniendo un empleo en relación de dependencia aportan también como monotributistas por su actividad independiente.
En resumen, para diciembre de 2022, los aportes mensuales de los autónomos eran de 7.596 pesos en la categoría más baja y de 33.425 en la más alta; en tanto que los monotributistas comenzaban aportando 1.270 pesos por mes y llegaban a pagar 3.296 pesos. "A todos los monotributistas y a las tres primeras categorías de autónomos les corresponderá la jubilación mínima", dijo la OPC en este ejercicio.
Más aún, para las dos primeras categorías de autónomos y para los que tienen la tercera categoría con solo el mínimo de 30 años, la fórmula de cálculo del haber profesional da como resultado un monto menor al de la jubilación mínima y por ley corresponde la aplicación de la misma.
Sostenibilidad a largo plazo
Además de que a todos los independientes les corresponderá una jubilación de baja cuantía, el hecho es que los aportes que están realizando tampoco alcanzan para solventar el financiamiento de la jubilación mínima, poniendo en riesgo la sostenibilidad a largo plazo del Sistema Previsional Integrado Argentino (SIPA)
En un año estas tres categorías aportan alrededor del 9.556 millones de pesos al sistema (65% los autónomos, 28% los monotributistas y 7% los monotributistas sociales que pagan el 50% del componente de salud), lo que equivale al 3,4% de los aportes realizados por los trabajadores al SIPA.
En un ejercicio práctico la OPC sugiere cambiar las alícuotas para que estos trabajadores aporten alrededor del 15,7% de los ingresos al SIPA -unos 50.533 millones de pesos anuales- de manera de solventar su sostenibilidad.
"Si bien este porcentaje quedaría por debajo de la participación en el SIPA del conjunto de trabajadores independientes en cuanto a la cantidad de aportantes (26,6%), teniendo en cuenta que la mayoría de estos trabajadores cobraría una jubilación mínima, se puede inferir que la modificación evaluada resultaría más equitativa en términos del financiamiento realizado por todos los participantes", declaran los analistas.