SALUD MENTAL

Más que durante la pandemia: 3 de cada 10 argentinos padecen estrés crónico o burnout

Lo reveló un estudio de la Universidad Siglo 21, que denota en paralelo al aumento del burnout, un descenso de los niveles de felicidad. Cómo influye el
MANAGEMENT - 09 de Noviembre, 2022

Desde antes de que se supiera sobre el COVID-19 siquiera, la Universidad Siglo 21 viene midiendo el burnout o agotamiento laboral extremo en los argentinos. Ahora dio a conocer un dato fundamental: los niveles están por encima de los registrados durante la pandemia.

En el 2019, el 21,2% de la población relevada evidenciaba síntomas de estrés crónico o burnout. El porcentaje siguió creciendo año a año hasta llegar a 27% en 2022. Por eso la entidad concluye que alrededor de 3 de cada 10 argentinos presentan síntomas de agotamiento emocional crónico.

Los números encajan también con una reciente investigación de Bumeran, que mostró que la Argentina es el país con indicadores de burnout más altos en la región.

¿Pero cuáles son las particularidades de este síndrome que se da a nivel mundial? Bueno, para arrancar, los datos muestran un desfasaje entre qué es lo que las empresas creen que causa burnout y lo que los empleados declaran que los agota. Asimismo, la investigación de Siglo 21 sugiere vínculos entre este agotamiento y el nivel de ingresos y de educación alcanzados.

Más "quemados" que en pandemia

Como mencionamos, el incremento de los síntomas de burnout se dieron en todo el mundo durante la pandemia. Pero hay condimentos locales que se pueden apreciar.

El 27% de las 1.050 personas de grandes ciudades argentinas que respondieron la encuesta de Siglo 21, señalan que la mayor parte de los días sienten que "no puede relajarse después del trabajo".

Mediciones de burnout en Argentina del Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales

Un 27,6% dice que "cada vez le cuesta más trabajo iniciar una nueva jornada laboral", y otro 27% que "se encuentra tan cansado/a que no puede realizar otras actividades". Estas consultas se relacionan con la metodología del Observatorio de Tendencias Sociales, Educativas y Empresariales de la universidad para medir el "burnout", llamada "Maslach Burnout Inventory (MBI)".

"Cabe destacar que este grupo de personas presenta el doble de probabilidad de experimentar un trastorno mental más severo en el futuro, como por ejemplo, depresión", advierten los investigadores.

Consultado por iProfesional acerca de por qué los niveles de burnout superaron a los de la pandemia, Leonardo Medrano, Vicerrector de Innovación, Investigación y Posgrado de Universidad Siglo 21, dijo que de acuerdo a mediciones realizadas en diferentes regiones del país, hubo un crecimiento sostenido del estrés y un decrecimiento de los niveles de felicidad.

"Se observa un efecto acumulativo en personas que durante la pandemia y la post-pandemia venían afrontando distinto tipo de estresores y que actualmente por la situación socio económica suman otros", detalló.

¿Pasó esto en todo el mundo? "En promedio, los países tienden a mejorar su nivel en calidad de vida y felicidad. Muchos de ellos están disminuyendo sus niveles de burnout. Esto no es un fenómeno homogéneo. En algunos países se observan algunas caídas", respondió Medrano.

Para el especialista, lo llamativo en el caso de la Argentina son los cuatro años de deterioro sostenido en los niveles de felicidad: "En la mayoría de los países se observa una caída por la pandemia y luego una recuperación. En Argentina en cambio, siguen aumentando los niveles de burnout y cayendo los niveles de felicidad aún luego de la pandemia."

Más "quemados", menos felices

Los más afectados por el burnout son los más jóvenes y de menor nivel educativo alcanzado

En paralelo al incremento del estrés emocional crónico, la Universidad mide un descenso en los niveles de satisfacción de vida de los argentinos según los juicios de valor que éstos declaran. Es un instrumento de análisis de uso internacional llamado "Escala de Satisfacción con la Vida" o SWLS, por sus siglas en inglés.

En 2022, sólo el 42,9% de los participantes siente que ha logrado las cosas importantes que quiere. Sólo el 32,8% está conforme con la mayoría de los aspectos de su vida.

Los resultados indican que solo el 40,2% de los argentinos se siente "satisfecho con su vida". Más de 10 puntos porcentuales debajo de hace solo dos años.

"Cabe destacar que las personas más jóvenes (entre 18 a 29 años), con menor nivel educativo y menos ingresos son los grupos de mayor vulnerabilidad" ante el estrés emocional crónico y la disatisfacción, según comprobó el estudio.

En relación al nivel educativo se observa que el grupo con mayor burnout y menor felicidad es el grupo de argentinos que solo cuenta con título primario y secundario. Por el contrario, las personas con posgrado son las que presentan menores niveles de burnout y mayores niveles de felicidad.

No hay felicidad en crisis permanente

Cierto nivel de bienestar económico es necesario para poder afrontar el estrés diario y ser productivo

"La felicidad es un sendero para el desarrollo óptimo. Lamentablemente las crisis sociales y económicas de nuestro país han llevado a que el bienestar emocional no sea considerado un recurso estratégico para el desarrollo de nuestro país", declaran los investigadores del Observatorio en las conclusiones.

"Es indispensable contar con cierto nivel de bienestar para poder afrontar el estrés cotidiano, trabajar de forma productiva y desarrollar nuestro talento", agregan y sugieren acciones sistemáticas público-privadas para promover el bienestar integral.

Para comenzar a desentrañar el nudo del burnout y pensar políticas, es necesario reconocer un vínculo entre el nivel de agotamiento emocional –con menores niveles de satisfacción de vida asociados- y la condición socioeconómica.

Según lo relevado por Siglo 21 este año, las personas con ingresos inferiores a las 60 mil pesos mensuales son quienes presentan mayores niveles de estrés crónico y menor felicidad, seguidas por las personas con ingresos inferiores a los 100 mil pesos mensuales. Por otra parte, los argentinos con ingresos superiores a los 400 mil mensuales son quienes exhiben menores niveles de burnout.

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