¿Qué hay detrás de la gran renuncia?
Las cifras reportan que desde 2015 hasta abril de 2021 más de 15 millones de personas han renunciado a su trabajo en los Estados Unidos y que solamente en agosto del 2021 más de 4.3 millones de personas renunciaron a sus trabajos, cifra que es alarmante y va en incremento. Pareciera que el fenómeno fuera un disparate en un contexto global tan complejo como el de los últimos años, pero en realidad hace más sentido de lo que pensamos y podría pronto convertirse en un fenómeno mundial.
Resulta que los millones de personas que han decidido alejarse de la vida en las oficinas para emprender, para iniciar por su propia cuenta alguna idea de negocio, empresa o trabajo por cuenta propia, lo han hecho motivados porque refieren no haber encontrado en su lugar de trabajo condiciones que realmente les permitiera satisfacer sus necesidades personales.
Cansados de los bajos salarios, de las pocas oportunidades de crecimiento y del desgaste físico y emocional, al haber experimentado las bondades del trabajo desde casa y la flexibilidad laboral impuesta por la pandemia, las y los trabajadores estadounidenses viven en medio de una de las peores crisis laborales que ya venía gestándose desde 2015 mientras las organizaciones luchan entre un sinfín de dilemas operativos y sanitarios que puedan concretar la reactivación económica en los Estados Unidos y por ende en el mundo, según indicó Forbes.
Así como la pandemia aceleró los procesos de transformación digital y la ruta hacia la digitalización de los procesos organizacionales de gestión, administración y operativos, también aceleró la aspiración de millones de personas que han visto en el teletrabajo y la independencia laboral, las grandes ventajas de los esquemas laborales flexibles.
El fenómeno social, no sólo acompaña la aspiración a más y mejores oportunidades de desarrollo, está Gran Renuncia ha impulsado también a la gente a cambiar radicalmente de actividad, área profesional y a mejorar sus condiciones laborales, pero sobre todo a mejorar su estado de bienestar.
Si consideramos que es cada vez mayor el porcentaje de la fuerza laboral que encuentra hoy en el autoempleo y en los ecosistemas digitales de negocio y comercio oportunidades de bienestar y realización personal, entendemos por qué más del 48% de la fuerza laboral estadounidense refiere estar activamente buscando nuevas oportunidades laborales.
La nueva normalidad y lo que viene
La nueva normalidad requiere empresas más flexibles, con culturas organizacionales saludables y que promuevan el bienestar y el florecimiento humano, poniendo al centro del desarrollo organizacional al ser humano.
Es una realidad que durante la pandemia, los procesos de implementación de trabajo remoto que antes tomaban un par de años tomaron solo un par de semanas y que el uso de herramientas para el trabajo a distancia aunque han facilitado la colaboración remota, también han requerido agilidad y velocidad en su implementación, lo que puede ser estresante y detonar el síndrome de burnout por el incremento en las exigencias de los puestos de trabajo, las jornadas laborales prolongadas y el desgaste físico y emocional que ya de por si imprime el contexto de la pandemia y el confinamiento.
Es este mismo contexto el que ha motivado a los trabajadores a buscar más tiempo para ellos y sus familias y a aventurarse a emprender o a cambiar de rumbo profesional.
Las organizaciones deben tomarse tiempo para aprender de este fenómeno y actuar cuidadosamente para reducir la fuga de talento.
Es un hecho que las y los trabajadores de aquellas empresas que desesperadamente incrementan los bonos, los salarios y los programas de compensaciones, más que percibir un genuino interés por su talento perciben una transacción más que beneficia a la empresa y prefieren marcharse o permanecer su búsqueda activa de mejores oportunidades.
Los últimos 18 meses de pandemia nos han enseñado mucho, principalmente que las personas hoy prefieren el bienestar y el desarrollo humano y que ante la fragilidad y vulnerabilidad que nos ha mostrado la crisis sanitaria, tener un trabajo debe representar más que interacciones y transacciones. Hoy significa consolidar un sentido y propósito de vida.