Nuevo objetivo: que el salario mínimo le gane a la inflación, ¿podrá conseguirlo el Gobierno?
El gobierno nacional oficializó esta semana la actualización del salario mínimo, vital y móvil en la Argentina.
En rigor, simplemente se adelantó el aumento que estaba planificado para ser alcanzado recién en febrero de 2022, y se llevó toda la suba a septiembre de este año.
Así, en este año el salario mínimo en la Argentina recibirá el incremento de 35% convenido en el Consejo de Salario, y pasará a ser de 29.160 pesos por mes.
De esa forma, se estableció que el salario mínimo será de $27.216 a partir del 1 de julio; de $28.080 desde el 1 de agosto y $29.160 a partir del 1 de septiembre.
El adelantamiento del alza a septiembre se oficializó en la resolución 6 del Ministerio de Trabajo que conduce Claudio Moroni, que se publicó en el Boletín Oficial el día 7 de julio.
Se argumentó que el salario es "una prioridad y constituye una condición necesaria para que la economía sostenga la reactivación en marcha".
El objetivo, según se lee, es "generar todos los instrumentos necesarios para que el ingreso de los trabajadores y las trabajadoras crezca en términos reales".
No obstante, si el aumento de 35% este año implica un crecimiento real del poder adquisitivo está aún por verse.
¿Puede el salario mínimo ganarle a la inflación?
Guido Lorenzo, economista y director de la consultora Labor Capital Growth, le dijo a iProfesional que este adelanto de las subas colabora en medida en que el esquema de actualización pactado originalmente "había quedado desactualizado respecto al ritmo del aumento de precios, principalmente en el primer trimestre del año, donde la inflación estuvo por encima del 4% mensual".
Los datos oficiales mostraron un alza de 21,5% de la inflación solo en los primeros cinco meses de 2021, con lo que se espera que incluso los sueldos de empleados fuera de convenio –ejecutivos, administrativos de empresas, etc.- vuelvan a perder contra la inflación este año.
De hecho, el propio Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que conduce el Banco Central mostró en mayo que los especialistas esperaban una inflación por encima del 43% para los 12 meses siguientes, por lo que no se anticipa una desaceleración de esta tendencia.
Lorenzo cree que es posible conseguir el objetivo de que el sueldo mínimo corra contra la inflación. Afirmó que con esta última actualización "de punta a punta el salario mínimo estará creciendo en torno a la inflación, alrededor de entre 45 y 50 por ciento. Quizás algo rezagado, pero no descartamos que haya alguna actualización para mostrar a fin de año una foto con los salarios creciendo en términos reales."
En este contexto, el propio ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, prometió una nueva actualización después de septiembre. "El salario mínimo es una referencia para 6 millones de personas. En septiembre llegará a 29.160 pesos. Es una referencia para los que cobran planes sociales y para los cuentapropistas. Es un objetivo para poner más plata en el bolsillo de los argentinos. En septiembre se hará una revisión porque tenemos el objetivo de que el salario le gane a la inflación", dijo en entrevista con Radio Diez.
"A fin de año si es necesario nos volveremos a abrir. Vamos a reabrir cuando sea necesario las paritarias para lograr ganarle a la inflación", completó por la misma emisora Claudio Moroni. De hecho, los empleados estatales reabrirán su negociación en agosto próximo.
Por su parte, el economista y director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, considera que el resultado no será tan optimista: "Es probable que en el corto plazo el salario le gane a la inflación en los meses antes de las elecciones. Este cambio hace que en el mes del aumento haya un salto de los salarios, y en ese mes le ganan a la inflación, pero luego de la mejora, en el largo plazo la tendencia va a ser que los salarios van a perder poder adquisitivo frente a la inflación".
Vale la pena aclarar que la Fundación calcula como piso para la inflación en 2021 un alza del 50% interanual. Y a esta traba ya estructural para el aumento del poder de compra real de los sueldos Abram agrega dos factores más. Uno son las restricciones para operar asociadas a la pandemia.
El tercer factor es la inversión: "En la Argentina la inversión está en niveles que hacen que a veces no pueda ni renovarse el capital que se amortiza, con lo cual la productividad de los trabajadores es cada vez menor, y por lo tanto los salarios reales tienen que bajar por este motivo en el mediano plazo", dijo el también docente e investigador de ESEADE.
Paritarias y elecciones
Es imposible separar este nuevo objetivo oficial de potenciar el poder de compra real de las elecciones legislativas que tendrán lugar hacia final de 2021. Se sabe, los argentinos votan con el bolsillo y en este momento inicia la campaña mientras se están cerrando las listas que participarán en los comicios.
"Sin duda las elecciones son parte del fundamento de este aumento que en parte era necesario dada la situación socioeconómica en la Argentina, pero además toda la política económica del Gobierno tiene como horizonte noviembre y los comicios", advirtió a este medio Lorenzo.
"En estos meses la política manda por sobre cualquier fundamenal de la economía. ¿A fin de cuentas (el ministro de Economía, Martín) Guzmán se ‘sentó en la caja’ durante el primer semestre o empezará a relajar el gasto en estos meses? Sería bueno saberlo. Más allá de los nombres, el rumbo es importante para pensar el mediano plazo", afirmó el director de LCG.
"Todos los salarios lamentablemente van a terminar perdiendo poder adquisitivo hacia fin de año, pero adelantar el rebote funciona igual que reabrir las paritarias antes de las elecciones. ¿Pero si no producimos con qué le vamos a pagar a los trabajadores? El final de la película es que terminarán perdiendo poder adquisitivo. De hecho, los índices mostraron un empobrecimiento fenomenal de la gente, sobre todo en marzo y abril" coincidió Abram.
El incrementar el poder de compra será también uno de los motores principales que aspira a mover el Gobierno nacional de cara a una reactivación económica post-freno de las medidas para prevenir el contagio de COVID-19.
Y sin dudas un tercer factor potenciando este adelanto de la suba del salario mínimo fueron las últimas paritarias. Lejos de aquel deseo inicial, expresado en el Presupuesto 2021, de anclar las subas salariales en 29% anual, se avaló un nuevo "techo" de 40 por ciento.
Los aumentos salariales para los agremiados ya superan el 45% y hay los analistas estiman que el índice de precios podría alcanzar una suba anual del 60 por ciento.
De acuerdo a un trabajo de la consultora Synopsis, ya son ocho los gremios que cerraron con aumentos salariales de por lo menos 40%: camioneros (45%), encargados de edificios (45%), bancarios (43%), personal de casas particulares (42%), seguridad privada (40%), trabajadores de ANSES (40%) entre otros.
Cambio de fecha
En abril pasado se había dispuesto tras una reunión del Consejo del Salario un aumento del 35% del salario mínimo, vital y móvil.
Se aplicaría la suba en siete cuotas, a seguir:
- 9% en abril 2021,
- 4% en mayo 2021
- 4% en junio 2021
- 3% en julio 2021
- 5% en agosto 2021
- 5% en noviembre 2021
- 5% en febrero de 2022 (para llegar a los 29.160 pesos por mes)
Pero por el avance de la inflación, el Gobierno decidió anticipar la revisión salarial de estatales, de la misma manera que se decidió recientemente elevar el piso para las negociaciones de paritarias de empleados agremiados.
Finalmente, en los haberes de julio los trabajadores que perciban un salario mínimo cobrarán 27.216 pesos. Al mes siguiente, el monto será elevado a 28.080 pesos, para llegar a la suma de 29.160 pesos en septiembre próximo.
Entre los más bajos de la región
Pese a este esfuerzo de parte del gobierno nacional, el salario mínimo en la Argentina seguirá por debajo de los que se ofrecen en la región.
Al cierre de este artículo, el salario mínimo, vital y móvil que se pagará en septiembre en la Argentina equivale de acuerdo al cambio oficial (dólar Banco Central) a 288 dólares.
Asimismo, calculando con los impuestos que se aplican a la compra de divisas en la Argentina (dólar "solidario"), la cifra se ubica en 175 dólares. De forma similar, en el valor del mercado paralelo o "blue", el salario mínimo de septiembre en Argentina se ubicaría en 169 dólares.
Estas cifras ubican al país en la parte de debajo de la tabla de los salarios en la región. Según datos relevados por Statista en febrero de este año, el salario mínimo, vital y móvil de la Argentina solo superaría al de Venezuela (de menos de un dólar al mes) si tenemos en cuenta la cotización libre.
En cambio, al tomar la cotización del Banco Central, la Argentina subiría unos escalones en el ranking de salario mínimo latinoamericano. Superaría en septiembre al sueldo mínimo que se paga en Brasil (207 dólares), México (215 dólares), Perú (257 dólares) y Colombia (261 dólares)
A la Argentina en este caso, de acuerdo a Statista, lo superarán en Septiembre, luego del aumento del 35%, los salarios mínimos de Bolivia (309 dólares por mes), Ecuador (400 dólares), Uruguay (423 dólares) y Chile (441 dólares)
¿Qué es el salario mínimo, vital y móvil?
El salario mínimo, vital y móvil se define en la Ley Nacional de Empleo (Ley Nº 24.013) como "la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión".
La misma Ley establece que "todo trabajador mayor de dieciocho (18) años, tendrá derecho a percibir una remuneración no inferior al salario mínimo, vital y móvil que se establezca, conforme a la ley y por los organismos respectivos."
Según la ley, debe cumplir tres funciones, a seguir:
- ser la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral.
- asegurarle al trabajador alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional.
- ajustarse periódicamente de acuerdo a las variaciones del costo de vida.
El salario mínimo vital y móvil es además inembargable, salvo por deudas alimentarias.
Su valor se define periódicamente en negociaciones tripartitas entre Gobierno, cámaras empresarias y sindicatos. Ellos conforman el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario, Mínimo Vital y Móvil (CNEPSMVM) que incluye a 48 miembros en total, 16 por cada uno de los mencionados grupos representados.
En 2020 la novedad fue que la actualización se firmó por un período de 6 meses en lugar de un año, como se acostumbra, símbolo del rápido avance de la inflación. En la negociación de 2021 se repitió ese esquema semestral pero, como se mencionó, el Gobierno terminó de adelantar el aumento total a septiembre de este año.
¿Por qué es importante el salario mínimo, vital y móvil?
El Salario Mínimo, Vital y Móvil es clave en la economía argentina porque se utiliza como parámetro para determinar salarios y subsidios.
Los sueldos de los docentes, los haberes de los jubilados, las aprobaciones de ciertos créditos bancarios y hasta las becas Progresar para estudios de educación superior se determinan en función del sueldo mínimo. También se toma como parámetro en negociaciones paritarias y convenios colectivos de algunas actividades.
Es también el parámetro por el cual se fija el Repro, el subsidio que otorga el Estado a las empresas en situación de crisis económica para que afronten los pagos de sueldos. Este subsidio consiste en el pago de una suma fija mensual remunerativa de hasta un salario mínimo por trabajador por hasta 12 meses.
Se trata además de un estándar del cual dependen muchos otros programas y subsidios que otorgan los distintos niveles del Estado en la Argentina a las poblaciones más vulnerables.