Oficinas no han muerto: cómo se transformaron en la era post-Covid
Mientras al calor de la pandemia, con el experimento del teletrabajo masivo, muchos gurúes se anticiparon a decir que el trabajo tradicional de oficinas había muerto para dar lugar a las tareas remotas, la post-pandemia ofrece un panorama diferente.
Sucede que para los argentinos los países en los que las campañas de vacunación avanzaron más rápidamente son un "preview" de lo que ocurrirá en el sur del globo cuando se retome la "nueva normalidad".
Y según reveló Todo Startups, las oficinas están sanas y bien. "No han muerto, han mutado", tituló el portal español que cita a Eva Rimbau, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), para decir que "son exageradas estas afirmaciones, la mayoría de las empresas mantendrán sus oficinas, aunque les darán un uso más flexible".
Según una encuesta a 4.000 trabajadores, el 69% de los trabajadores remotos se sentirían cómodos al regresar a la oficina, aunque un 80% de los empleados afirma que disfruta trabajando en remoto. "Entramos en la era de la flexibilidad, no hay duda, y las empresas tendrán que adaptarse si quieren contar con los mejores", advirtió al mismo medio Manel Fernández Jaria, profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC.
De hecho, un 76% afirma que si tuviera que buscar un empleo buscaría uno con opción de trabajo en remoto. "A las compañías que no se adapten les será difícil atraer talento por no tener una política de conciliación flexible o a medida del trabajador. La gente no querrá trabajar en según qué condiciones", añadió.
Entre el trabajo en remoto diario y la presencialidad a tiempo completo en la oficina, existen los modelos híbridos. "Este es y será el modelo más frecuente en los puestos que permitan el teletrabajo", considera Rimbau. Muchos estudios pospandemia afirman que los trabajadores quieren seguir haciendo teletrabajo, manteniendo como mínimo un día de remoto, y en un alto porcentaje prefieren 3-4 días de remoto a la semana.
El modelo mixto −según Jaria− es el que tiene más posibilidades de quedarse, los encuentros presenciales van a ser necesarios, pero el trabajo efectivo se hará en remoto.
Teletrabajar dos días (32 %) o tres días (36 %) a la semana es la más popular, y en condiciones idóneas mejora el rendimiento un 19% y la calidad del trabajo un 10%, el mismo porcentaje en que sube el orgullo de pertenencia, señala el estudio.
"No hay fórmulas para defender ir a la oficina unos días u otros, la respuesta la tendrán los empleados y las actividades a realizar; seguir pidiendo presencialidad en las empresas puede dar problemas, lo importante es encontrar la mejor forma de organizar el trabajo en la empresa", advirtió Rimbau.
La oficina tradicional evoluciona
Para Jaria, la oficina tradicional coexistirá con otros modelos de organización del trabajo, coliving, workations, modelos híbridos, semana 2-3, presenciales semanales, trimestrales.
"Las empresas 'early adopters' están investigando si la productividad y la fidelidad de los equipos aumenta en remoto, y parece que es así", afirmó Jaria. De hecho, según la encuesta de Morning Consult, el 70% de los trabajadores afirma que es más productivo trabajando desde casa.
"Habrá empresas con sede propia, totalmente transformada y adaptada a la nueva presencialidad flexible. También habrá empresas con sedes compartidas. Los encuentros de la plantilla se centrarán más en el networking, la inspiración, la convivencia, la formación corporativa o los encuentros puntuales con clientes", apunta Jaria.
Durante la COVID-19, el teletrabajo fue una solución de emergencia. "Se mezclan los efectos de la pandemia con los efectos del teletrabajo, un trabajo en remoto que fue poco planificado y con pocas herramientas", afirmó Rimbau, que añade que "tanto los estudios prepandemia como pospandemia confirman que la gente quiere seguir con el teletrabajo, aunque suponga más intensidad, más presión y dificulte el apoyo social de los compañeros".
Precisamente, para evitar estos efectos, el profesor Jaria ofrece siete consejos:
1. Disponer y conocer las herramientas de trabajo −dar mucho apoyo en este punto− ayudará a ganar confianza.
2. Preparar la mentalidad, para conectar con el teletrabajo. "Aprender a ser tu propio jefe es importante para conseguir cerrar la jornada sin sentimiento de culpa", explica Jaria.
3. Apoyo en el diseño del nuevo entorno de trabajo en casa.
4. Aplicar los principios de la ergonomía, para apalancar el rendimiento y cuidar la salud en el trabajo.
5. Aprender hábitos de gestión del tiempo y de manejo de tareas.
"Tenemos que ir a la 'hiperproductividad' que conecta con hacer las cosas importantes, no se trata de acumular horas sino resultados", apuntó Jaria a Todo Startups.
6. Apoyo emocional que potencie la socialización y vinculación con los valores de la organización. El teletrabajo no significa poner barreras a la comunicación.
7. Saber liderar en remoto. "Hay responsables que sienten que han perdido el control. Habrá que ayudarles a entender que todo ha cambiado y que ellos tienen que aprender sobre el nuevo modelo diseñando puestos de trabajo orientados a resultados", explicó.