Cómo un test vocacional puede ayudarte a elegir una carrera
El comienzo de un nuevo año suele ser una etapa para evaluar logros y planificar proyectos. Si uno de tus planes es iniciar una nueva carrera, un test vocacional puede ser lo que necesitás para orientarte en esta decisión.
Quienes tienen que elegir una carrera, y más tras un año en el que no fue sencillo informarse sobre las posibilidades y opciones que brinda cada instituto o universidad, tienen por delante un camino difícil.
Este año de pandemia no hubo ferias de universidades ni tantas reuniones y eventos de presentaciones de carrera en las distintas casas de estudio donde pudieran evacuar sus dudas, conocer a los docentes o a profesionales del campo en el que están pensando ingresar.
¿Hacer una licenciatura o una carrera corta con salida laboral? ¿En una universidad pública o una privada? ¿Con qué asistencias financieras puedo contar? Todas estas son dudas muy importantes que hay que resolver, pero siempre vienen en segundo plano. Lo primero es definir qué estudiar.
La elección de tu carrera no debería ser una decisión impulsiva para eludir la presión de la pregunta de los demás y la incertidumbre que provoca. Darte un tiempo para conocerte, dudar, pensar y averiguar te ayuda a elegir una carrera relacionada con vos y con tus intereses. Así tu decisión será el final de un proceso personal y una elección basada en la seguridad de conocerte y de conocer las carreras que existen.
Siempre quienes tienen naturalmente una vocación, una pasión, tienen medio camino recorrido y si ese es tu caso no dudes en seguirla. No necesitás que un test vocacional te indique por dónde avanzar ya que siempre serás mejor profesional y una persona más feliz si puedes dedicarte a lo que te gusta.
Es más difícil para quienes no saben qué es lo que quieren o no sienten interés particular por ninguna carrera. Aquí es cuando un test vocacional puede venir al rescate.
¿Para qué sirve un test vocacional?
Lo primero que hay que aclarar es que si estás indeciso sobre qué carrera seguir, siempre es mejor tomar un test vocacional con un profesional que te oriente sobre tus posibilidades en lugar de bucear en Internet buscando opciones gratuitas por tu cuenta.
Quien administra el test vocacional no te dice qué carrera seguir, no te ordena qué hacer. Un profesional de la orientación vocacional puede proporcionar un examen de aptitud con el cual entiendas cuáles son tus principales atributos y habilidades que serán relevantes para el desarrollo de tu carrera profesional. Es probable que muchas de ellas sean desconocidas para vos.
Realizar un test vocacional o concurrir a sesiones de orientación puede abrir tu cabeza a posibilidades de carrera que desconocías o que no habías considerado. Y si lo que te sobra son opciones y te cuesta definirte por una, es probable que te ayude a reducir esa lista de caminos profesionales.
Es decir, no esperes al final del test vocacional obtener una solución mágica que diga "esta es la carrera que tenés que cursar para ser exitoso y feliz en la vida".
De acuerdo a tus respuestas en el test vocacional obtendrás un informe con un perfil aproximado de tus intereses y habilidades destacadas y las dos áreas ocupacionales que más se relacionan con esas características.
En base a ese diagnóstico profesional, podés comenzar a investigar distintas carreras y áreas profesionales que se ajusten a tu perfil pero también a tus gustos.
Hacer un test vocacional gratuito
¿Sirve hacer un test vocacional gratuito por Internet? La verdad es que no siempre hay demasiada ciencia o profesionalidad en el armado de este tipo de test vocacional gratuito.
Muchas veces son solo maneras que tienen ciertas páginas web de atraer tráfico a sus portales, aunque en otras ocasiones los test vocacionales están preparados por profesionales de este campo.
Lo primero que debes mirar antes de confiar en un test vocacional gratuito es la fuente. ¿Está en una página web confiable?¿Lo recomienda o "firma" algún experto?
Y si es así, y tienes tiempo y ganas, no perdés nada con tomar un test vocacional gratuito.
Hay test vocacional gratuitos que ofrecen apoyo y guías para ir entendiendo las preguntas que te realizan así como las conclusiones que se obtienen al final del proceso.
Y si tomas un test vocacional gratuito y solo obtienes un resultado, no dudes en buscar otras opiniones o incluso, realizarlo nuevamente tras un par de días para ver si entrega respuestas similares.
¿Para qué sirve tomar este tipo de test vocacional? En principio, para calmar la ansiedad que genera tener que tomar una de las decisiones más importantes de tu vida. Si utilizas una herramienta como esta quizás puedas tomar esta determinación con más claridad y sin presiones.
Por otra parte, las preguntas que respondes durante el proceso del test vocacional quizás sean cosas que no te habías preguntado y que colaboren a ordenar tus ideas sobre qué carrera seguir.
Por último, no le des mucho peso a los resultados que obtengas de este tipo de test vocacional. Si un test gratuito lo promueve una universidad o un área docente, es probable que la orientación que obtengas esté sesgada para derivarte a las carreras vinculadas a esas áreas o universidades, y no exploren mucho más allá de su propia oferta académica.
Toma el resultado de ese test vocacional como una opinión más a considerar al tomar tu propia decisión, y quizás te aporte "insights" o posibilidades que no se te habían ocurrido.
Finalmente, el test vocacional solo puede servirte de instrumento y como un punto de partida para tener una idea de cuáles son tus áreas de preferencia a la hora de optar por una carrera. Siempre debes complementar las soluciones que te ofrecen con información extra de distintas fuentes calificadas.
Test vocacional: ¿qué más hacer para elegir carrera?
Quizás ya hayas hecho un test vocacional, gratuito o pago, online o presencial. Te dieron los resultados, fue todo muy interesante y el proceso te gustó. Pero ¿ahora qué?
Salir de una orientación o test vocacional con las respuestas que buscabas y la información para decidir qué carrera estudiar es solo una de las posibilidades que pueden ocurrir. Es el mejor escenario posible.
Pero también puede pasar que al atravesar el test vocacional salgas con más dudas que con las que entraste. Que te hayan presentado aún más posibilidades de futuro laboral de las que habías considerado. Esto no es necesariamente algo malo, solo te da más para poner en la balanza.
O puede ocurrir que una vez que te dan los resultados del test vocacional, en lugar de entusiasmarte con los caminos profesionales que te proponen de acuerdo a tu perfil, ninguno te parezca adecuado. Esto es porque quizás tus habilidades y capacidades van por un lado que no es aquel que coincide con tu vocación. Ser bueno o hábil para algo no quiere decir que necesariamente te guste o quieras dedicarte a ello toda tu vida.
Es decir, un test vocacional puede ser de gran ayuda para decidir qué carrera seguir. Pero no es una sentencia. La decisión la tomás vos, y el resultado de la prueba tiene el peso que vos le asignes en esa determinación.
Elegir una carrera puede ser mucho más que decidir qué vas a estudiar. Elegir una carrera con un conocimiento profundo de tu personalidad, tus gustos, tus intereses, tu entorno y tu realidad es elegir un proyecto de vida relacionado con vos.
Para eso es necesario que te conozcas, descubras quién sos y qué te gusta. No alcanza con buscar información sobre las carreras ni con realizar un test vocacional que te diga qué estudiar.
Al evaluar qué carrera seguir, no solo tomes un test vocacional. Pensá bien cuáles son tus intereses, qué te gusta hacer. Puede servir que consideres qué materias del secundario te resultaban fáciles o agradables, o qué hobbies pueden convertirse en un interés profesional.
Tus intereses y tu personalidad son importantes para elegir algo que disfrutes hacer y que te permita desplegar tu potencial. Deportes, pasatiempos, voluntariados, todo puede ayudarte a entender mejor por dónde iniciar tu carrera académica.
Una vez que sepas eso, investigá la oferta de cursos y carreras en las universidades e institutos a los que podrías concurrir. Las carreras tradicionales son las más conocidas. Sin embargo, hay muchísimas más carreras universitarias que pueden sorprenderte. Busca en Internet, visita las universidades, pediles información.
Otra opción que puedes considerar es, antes de iniciar esa carrera universitaria, tomar cursos o prácticas que estén vinculadas con las áreas en las que te interesaría especializarse, para tener un conocimiento más acabado sobre de qué se trata.
Otro paso muy importante para elegir qué carrera estudiar es nada más que hablar con distintos tipos de personas. Muchas veces las elecciones de carrera de la familia o los amigos pesan mucho también en nuestra propia decisión. Por eso es importante salir de tu círculo, entender qué hacen otras personas en el plano laboral.
Las redes sociales pueden ayudarte en esto pero tratá de buscar contactos personales con profesionales que ya se desempeñen en los campos laborales que te interesan. Pediles que te cedan algo de su tiempo y haceles todas las preguntas que necesitás responder para saber si esa es o no tu futura profesión. La gente suele estar dispuesta a ayudar y podrán decirte lo que necesitas saber mucho mejor que cualquier test vocacional.
Si ya tenés cierta orientación respecto de qué carrera seguir y en donde, un buen paso puede ser contactar estudiantes de esas carreras que ya están más avanzados, en distintas universidades y casas de estudio. Puedes aprender mucho de sus experiencias, y ningún test vocacional podrá decirte qué te espera mejor que ellos.
Por último, una vez que tengas toda esta información, incluyendo los resultados del test vocacional, para tomar la decisión debes también ser realista. Muchas veces se idealiza una carrera o profesión, o una universidad, un futuro posible. Pero en la decisión deben considerarse también factores vinculados a las posibilidades reales de estudiar y terminar la carrera que te gusta.
Tené en cuenta si para empezar a estudiar tendrías que mudarte, cuánto tiempo de viaje tendrías hasta el lugar de cursado y cuántas horas por día vas a poder dedicar a estudiar. Incluir la realidad en la elección permite que evalúes si tu decisión es viable.
En este sentido, la institución que se elige tiene mucha importancia, ya que gran parte de las horas de formación serán en la universidad, y se transformará de alguna manera en un segundo hogar.
Es importante entender que no existen universidades mejores o peores, sino aquellas que por su oferta académica se acomodan mejor a las necesidades de cada persona. Es esencial identificar esas variables que pueden definir que la cursada sea lo más placentera posible, y que se alcance la continuidad y finalización de la carrera.
Una vez que se tiene claro qué carrera se va a elegir, se debe evaluar el plan de estudio de cada institución que la brinda. La investigación sobre qué materias se dictan es esencial para entender si verdaderamente apunta a lo que necesitamos. Una misma carrera puede tener diferentes enfoques según la institución.
Si la opción de trabajar y estudiar es la que prima, se debe priorizar una institución que tenga horarios flexibles. Muchas veces se subestima el tiempo de viaje que debe haber desde la residencia a la institución, y este factor puede, tarde o temprano, definir la continuidad o no de la carrera.
Al principio no es un factor tan importante, pero cuando al estudio se suman el trabajo, el cansancio, las chances de abandonar aumentan. Desde ya que si se vive en el interior, la mudanza también es un tema a considerar. Sobre todo porque hay carreras que se dictan en lugares muy específicos.