El puesto de trabajo menos pensado que se volvió estrella de la pandemia
Mientras gran parte de la Argentina vive la cuarentena más larga de la historia y en el mundo resurgen brotes del Covid-19 que amenazan con una segunda ola de la pandemia, los expertos parecen haber tirado los manuales y ya no hay certezas respecto a una potencial salida de este inusual contexto que vive la humanidad desde fines del año pasado.
El impacto económico de la expansión del virus se sigue midiendo minuto a mi minuto y las proyecciones inevitablemente cambian. Sobre todo en lo que refiere al mercado laboral: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo en su más reciente análisis que la cantidad de horas de trabajo perdidas en el mundo por las circunstancias generadas por el COVID-19 son muchas más que las estimadas inicialmente.
Las perspectivas económicas para la Argentina en particular no son nada alentadoras. Marina Rosemberg y Diego Nemirovsky, analistas de la consultora de riesgo Moody’s, dijeron durante el 9 Simposio de Mercado de Capitales y Finanzas Corporativas de IAEF que esperan que la economía local tenga la caída más pronunciada de la región, y que el único recurso disponible para las necesidades de la Argentina sea, como hasta ahora, la emisión monetaria (con su consecuente impacto en la inflación).
En ese marco no es extraño que cada vez más argentinos se sientan inseguros sobre su estabilidad laboral, como confirmó el último Randstad Workmonitor, dado a conocer esta semana. Y reveló una tendencia más: muchos de los trabajadores locales consideran que es responsabilidad del empleador el capacitarlos en las nuevas habilidades digitales que son necesarias en la era de la pandemia y lo seguirán siendo luego.
Esta tendencia de esperar que alguien más asuma la responsabilidad por la propia empleabilidad es un tanto peligrosa en un contexto en el cual es necesario afilar el ingenio y multiplicar el esfuerzo para encontrar las oportunidades.
Porque incluso en este contexto que parece tan adverso, las oportunidades existen y no son tan solo las más obvias. El primer paso es tener en cuenta cuáles serán los sectores que pueden tener demanda de mano de obra y también especializarse en habilidades que resulten útiles en el mercado laboral de la "nueva normalidad".
El puesto menos pensado
A contramano de la tendencia que condena al teletrabajo como la gran disrupción que generó la pandemia, hay grandes disrupciones ocurriendo en sectores relacionados al "brick & mortar" y al trabajo presencial.
La demanda de trabajadores eventuales creció durante la pandemia ya que los negocios que tuvieron que reconfigurarse para seguir operativos o tener algún tipo de ventas requirieron personal para posiciones que no está claro que seguirán a lo largo del tiempo o cómo lograrán trascender.
De la mano de los cambios de la pandemia surgieron o cobraron relevancia puestos que antes de esta etapa eran casi inexistentes.
"Las posiciones que más crecieron en periodo de cuarentena fueron, por un lado, las de personal shopper; la demanda se multiplicó por tres vs. el total de estas búsquedas en 2019", contó semanas atrás Patricio Dewey, Director Comercial del Grupo Adecco Argentina & Uruguay a iProfesional.
En la medida en que por ser parte de un grupo de riesgo o por deber permanecer en sus hogares trabajando a deshora, muchas personas y grupos de consumidores no podían concretar las compras que necesitaban para sobrellevar la cuarentena, se organizaron para subsanar con estos nuevos talentos las deficiencias que los sistemas de compras online en la Argentina no les permitieron resolver.
"Es cierto, hay gente que hoy trabaja de hacer los mandados, que levanta los pedidos en un comercio y te lo lleva a tu casa, por ejemplo. Shopper, armador de pedidos, repositores, encargados de logística, va a ser impresionante el cambio en torno a esas posiciones. Se modificó la cultura", agregó en la misma línea Alejandro Servide, Director de Professionals Randstad.
Los sectores que ofrecen más oportunidades
A más de 100 días de aislamiento, al menos en el Área Metropolitana de Buenos Aires, ya está claro cuáles son los sectores de la economía que lograron tener crecimiento en ventas o ingresos durante la era de la pandemia.
"El sector de servicios de salud es el que más está demandando profesionales médicos y personal de atención médica", describió Sofía Lutz, consultora y socia de Korn Ferry Argentina. "Las actividades relacionadas a la logística y entrega de envíos, incluyendo profesionales de servicios logísticos que responden al alto crecimiento de las compras online, y el de los repartidores o ‘última milla’ que son altamente demandados para cubrir la entrega a domicilio", añadió.
Matías Ghidini, considera que "Argentina terminará este año con una desocupación real formal sustancialmente superior a la de 2019", pero incluso en ese escenario sombrío, "existen un puñado de sectores con buenas perspectivas de negocios, donde es posible encontrar oportunidades laborales puntuales". Se refiere a los de comercio electrónico, tecnología, salud, agroindustria, logística liviana, consumo masivo de bienes esenciales y farmacéutica. "Esto define un mercado laboral futuro de hiper-nicho, para solo algunos, con ofertas laborales muy específicas", advirtió el General Manager de GhidiniRodil.
Por su parte, Valeria Calónico, Gerente Nacional de Operaciones de ManpowerGroup Argentina, asegura que en su compañía observaron que los rubros que generaron mayor demanda de personal fueron la industria de la alimentación con su cadena productiva, la de productos de higiene personal, la industria química (no sólo por productos de limpieza sino también por insecticidas para protegerse del dengue) y los laboratorios farmacéuticos, sobre todo para control de calidad y acondicionamiento a las medidas de prevención de COVID-19.
"Asimismo, fueron requeridos cajeros y repositores para supermercados mayoristas y minoristas, refuerzos en el sector bancario (por horarios extendidos o días especiales para atención a jubilados y pensionados), personal de limpieza, de maestranza y operarios para la agroindustria, específicamente cerealeras", le dijo Calónico a iProfesional sobre las tendencias del mercado laboral en los primeros meses de aislamiento en todo el país.
Dewey también daba cuenta del incremento en la demanda de los repositores de góndola. La suba al principio de las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, había sido del 5% más que el total 2019 para esta categoría.
"Los sectores tuvieron que adaptarse, lo mismo ocurrió con el e-commerce y los supermercados. El COVID-19 fue una oportunidad para acelerar procesos de transformación digital que iban a llevar años", remarcó Servide, y agregó en este tren de disrupción al nivel del empleo a los bancos.
El crecimiento acelerado del e-commerce como única vía permitida de comercialización para muchas empresas durante el aislamiento más duro provocó no solo mayor demanda de profesionales del rubro sino también un incremento en la remuneración pretendida en puestos vinculados a comercio electrónico.
Para puestos junior las pretensiones arrancan en $40.500, cifra que aumentó un 9% en el trimestre y 38% en el último año. Los postulantes a posiciones senior pretenden $60.400 por mes, 42% más que hace doce meses. El sueldo pedido para los puestos de jefe/supervisor es de $98.200, con un incremento de 6% en el trimestre y de 38% en el año.
"En varios de nuestros clientes visualizamos una inmediata adaptación para realizar sus ventas y el delivery de sus productos por canales no habituales, algunos inclusive acelerando el desarrollo y puesta a punto de sus plataformas de comercio electrónico. En este contexto, las que ya contaban con una tienda electrónica siguen trabajando con sus mismos colaboradores. En esos casos, por el momento no se observa una demanda mayor en perfiles relacionados a la Tecnología de la Información (IT)", describió Calónico a iProfesional
"Sin embargo, el área que está escalando respecto a los pedidos de personal es la logística, es decir aquellos perfiles que se ubican en el detrás de bambalinas del comercio electrónico. A su vez, las grandes empresas, sobre todo de la industria del retail, reacomoda sus necesidades debido al volumen de pedidos con sus mismos operarios. Si bien aún es incipiente, es una tendencia que estamos notando", completó la directiva de ManpowerGroup Argentina.
"También vemos un leve crecimiento en las búsquedas de operarios de logística/depósito, y de carga y descarga (que podría ir en aumento con la reapertura de comercios)", sugirió entonces Dewey, ya pensando en las etapas más avanzadas de la lucha contra la pandemia.
"En esa ‘nueva normalidad’ van a surgir nuevos trabajos, sobre todo con tecnologías digitales, e-commece y perfiles financieros. Eso va a la cabeza", insistió Servide. "Va a haber un gran movimiento en las posiciones de ingeniería para mejorar los procesos para ser más competitivos en el ‘new normal’", añadió.
La gran pregunta será entonces cuántas de estas posiciones y cambios se grabarán en la cultura de las empresas y en la economía con suficiente fuerza como para convertirse en permanentes. Es probable que la salida de la pandemia no signifique volver a un período anterior, sino que hay cambios en la cultura del trabajo y en las posiciones requeridas para esos sectores de los que no habrá vuelta atrás.
El cambio cultural es más que teletrabajo
Durante toda esta extensa cuarentena que en distintas etapas están atravesando los argentinos, los expertos en teletrabajo insistieron en aclarar que esto que vivimos de manera urgente e improvisada no es teletrabajar, sino trabajar de manera remota en medio de una pandemia.
La imposibilidad de salir y circular normalmente, los problemas de conexión y el estrés que generan, las incomodidades de no contar con un entorno físico y familiar que permitan trabajar de manera cómoda –con las consecuencias y dolores físicos que conlleva- son producto de la forma abrupta que tomó este cambio.
Y si bien la adopción del teletrabajo será una de las grandes herencias que pueda dejar la pandemia, el cambio cultural ocurrido en las organizaciones no se agota allí.
Por un lado, los trabajadores comenzaron a adaptarse, buscando oportunidades en los sectores en los que estas siguen vigentes. En junio, el portal de empleos Bumeran reveló un informe en el cual dio cuenta de que las áreas relacionadas a los denominados servicios esenciales vieron un incremento en postulaciones. Estas áreas fueron abastecimiento y logística, producción y manufactura. Los puestos de salud, que tuvieron un aumento como Enfermería, Emergentología, Farmacia y Traslados (choferes – camilleros). En contraposición, se registró una disminución significativa en las áreas de Gastronomía y Turismo, Secretarias y Recepción y Seguros.
No se agotará tampoco el proceso con el cambio de quienes ofertan su mano de obra, sino que los propios líderes y las empresas también deberán readaptarse.
"Ocurrió un proceso acelerado de ‘digitalización’ donde el trabajo remoto creció un 800%. A partir de lo anterior, hay un mayor acercamiento de los líderes de negocios y de equipos de trabajo, a la realidad personal de sus colaboradores", describió Lutz.
Este nuevo liderazgo y las nuevas formas de hacer negocios requieren también de los talentos habilidades diferentes, que no se desarrollaron con la misma velocidad que tuvieron las estructuras de teletrabajo. Quien quiera tener éxito en el mercado laboral de la "nueva normalidad" deberá adquirir este tipo de "skills" que cotizan alto.
"Hay una alta demanda de talento digital, esto significa habilidades para trabajar en forma remota y virtual a través de herramientas digitales, pero sobretodo una ‘actitud’ digital en términos de lo que en Korn Ferry denominamos líderes disruptivos", dijo Lutz.
Las características de los nuevos líderes que buscarán las empresas serán:
- capacidad de anticiparse y responder con agilidad y velocidad de adaptación a un entorno altamente incierto;
- energía para movilizar equipos de trabajo y personas creando un propósito y un sentido de contribución;
- acelerar los flujos de trabajo generando procesos de trabajo creativos, disruptivos, innovadores;
- sentido de colaboración conectando tanto hacia adentro como hacia afuera de la organización; colaboración social en un entorno de crisis que vincula a las organizaciones con todo el ecosistema y contexto social en el que estamos viviendo
- confianza y liderazgo inclusivo para integrar y potenciar la diversidad
Y claro, no todos los cambios serán positivos. Además de la pérdida de puestos de trabajo, que conllevará seguramente a peores condiciones laborales para quienes tienen o busquen empleo, se suma una mayor concentración del mercado.
Esto es lo que detectó en un reciente informe la consultora PwC, junto con menos oportunidades para el segmento de talento joven, incluso con sus habilidades digitales innatas.
"El virus está acelerando poderosas tendencias existentes (como automatización y desigualdad) al mismo tiempo que frena tendencias que habían tenido mucha fuerza hasta hace poco tiempo (como la globalización)", reflexionan desde la consultora.
Esperan, por un lado, un incremento de la asimetría (la disparidad de la riqueza y erosión de la clase media), la disrupción de la tecnología como omnipresente, menos oportunidades disponibles para los jóvenes, aumento de la presión sobre los sistemas de bienestar social y pensiones, dificultades para estimular la creación de nuevos puestos de trabajo en países en desarrollo, y también un crecimiento del nacionalismo y populismo, entre otras tendencias.