Randstad, Adecco y ManpowerGroup unidos en Argentina contra el Covid-19
La crisis sanitaria del COVID-19 y el confinamiento en muchos mercados están planteando nuevos desafíos a personas, empresas y economías de todo el mundo.
El mercado laboral no volverá a ser el mismo y precisará de una colaboración y una coordinación sin precedentes por parte de todos los actores que forman parte de la industria: desde los empleadores y los gobiernos, hasta los sindicatos, instituciones y, por supuesto, los propios trabajadores.
Ante esta situación de emergencia Randstad, el Grupo Adecco y ManpowerGroup, las tres empresas más importantes de la industria de Recursos Humanos a nivel global, cerraron una alianza histórica para contribuir en la preparación para una nueva normalidad y agilizar la vuelta al trabajo de forma segura.
Como adelantó iProfesional la semana pasada, esta alianza a nivel internacional inició en Europa en abril y ahora llega oficialmente a la Argentina, donde las tres compañías comparten actividades en la nueva Cámara de Agencias Privadas de Empleo (CAPE).
En Argentina, las tres compañías brindan empleo a más de 27.000 trabajadores en cerca de 3.200 empresas nacionales y multinacionales de diversas industrias y mercados verticales, transformándose así en un sector sumamente importante para la economía nacional.
El valor agregado que aportan en este contexto tiene que ver con su gran conocimiento de los procesos del mercado laboral en distintos sectores, industrias y empresas, a su know how en la administración y gestión de grandes dotaciones y a su amplia experiencia en la organización y aplicación de protocolos de salud y seguridad ocupacional.
Sobre la alianza, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, afirmó: "A partir de esta iniciativa conjunta, hacemos nuestro aporte como industria, con el objetivo de facilitar a los gobiernos, sindicatos y otros actores del mundo del trabajo, herramientas que puedan validar, apoyar y estimular para que las empresas y los trabajadores puedan volver a trabajar de forma segura y productiva lo más pronto posible, garantizando al mismo tiempo la seguridad de todos".
"Si algo nos ha enseñado esta crisis sanitaria, es que juntos podemos más y esta alianza es un ejemplo de ello. Es el momento de aunar fuerzas y poner toda nuestra experiencia al servicio de las empresas, el Gobierno y la sociedad para garantizar una vuelta segura para todos, y trabajar en conjunto para la recuperación del futuro laboral", destacó por su parte Leandro Cazorla, CEO del Grupo Adecco Argentina & Uruguay.
"En un contexto desafiante desde toda óptica, nos unimos para adoptar una visión compartida que contribuya a prepararnos para esta nueva normalidad. Reafirmamos nuestro compromiso con la sociedad y el mundo del trabajo, priorizando el bienestar y la seguridad de las personas. Frente a los cambios sin precedentes que nos están afectando a todos, en la búsqueda de respuestas debemos estar juntos", aseguró Luis Guastini, Director General de ManpowerGroup Argentina.
¿Cómo volver al trabajo de forma segura?
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En este sentido, las tres compañías elaboraron una serie de recomendaciones de carácter preventivo como punto de partida de un acuerdo sectorial. Las mismas incluyen diferentes protocolos de salud y seguridad ocupacional sobre cinco principales áreas: control de acceso y cuarentena, teletrabajo, planificación del trabajo y de los turnos, higiene y salud, y cumplimiento y comunicación.
Para limitar la recesión económica y el impacto en el mercado del trabajo generado como consecuencia de la crisis sanitaria, muchas organizaciones deberán ajustarse a esta "nueva normalidad".
Hay ejemplos de sectores esenciales que han seguido funcionando total o parcialmente durante la cuarentena y que pueden servir de guía para los que siguen. A partir de ello, se puede entregar la siguiente síntesis de protocolos de salud y seguridad:
Control de acceso y cuarentena Teletrabajo Planificación del trabajo y de los turnos Higiene y salud Cumplimiento y comunicación
-Establecer políticas claras para acceder al lugar de trabajo.
-Medir la temperatura corporal en la entrada del edificio.
-Realizar inspecciones visuales y controles de temperatura aleatorios durante la jornada laboral.
-Pedir al empleado que guarde la cuarentena ante el más mínimo síntoma de COVID-19.
-Monitorear y documentar todas las entradas y salidas del edificio.
-Animar a teletrabajar a todos los empleados cuya presencia física no sea necesaria.
-Ofrecer seminarios en línea sobre el teletrabajo y las mejores prácticas del liderazgo a distancia.
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-Crear planes de turnos y horas de pausa bien diferenciados para minimizar las aglomeraciones en el área de trabajo.
-Partir los turnos y separar los lugares/escritorios de trabajo para garantizar la distancia mínima.
-Identificar y aislar a los grupos de empleados críticos.
-Definir planes de contingencia en caso de cierre del lugar de trabajo.
-Establecer políticas claras para el distanciamiento físico en el lugar de trabajo.
-Establecer procedimientos de desinfección diarios.
-Facilitar a los empleados los protocolos de higiene y salud obligatorios (ej. lavarse las manos, usar guantes, mascarilla…).
-Dejar de usar el ascensor en la medida de lo posible.
-Dejar de compartir objetos (ej. Bolígrafo, teléfono…).
-Proporcionar los útiles esenciales.
-Comunicar al menos una vez al día el propósito y los cambios realizados en las medidas vigentes.
-Realizar comprobaciones aleatorias en todos los departamentos para ver si cumplen todas las medidas.
-Informar de síntomas de COVID-19 a las autoridades sanitarias competentes.
-Aclarar todos los protocolos con las autoridades locales.
Estas recomendaciones surgen del documento trabajado por las tres empresas, llamado "Volver a trabajar de forma segura en la nueva normalidad".
Reconstrucción necesaria
Esta alianza inédita es el punto de partida para la reconstrucción de la economía y del tejido social en lo referente al trabajo que las empresas y los trabajadores tienen por delante en todo el mundo.
El impacto económico que tuvo la pandemia recién comienza a conocerse y los pronósticos son particularmente duros en cuanto al empleo: La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que en el segundo trimestre de 2020 se perderán 195 millones de puestos de trabajo en todo el mundo a causa de las medidas tomadas para combatir la pandemia, que dejaron destrozados sectores enteros como el de viajes y turismo o el de eventos y espectáculos.
De hecho, la consultora McKinsey en colaboración con Oxford Economics estima que de acuerdo a cómo se produzca la salida de la crisis sanitaria, es posible que deje de producirse entre el 40% y el 50% del gasto discrecional de los consumidores. Esta disminución se traduciría en una reducción de aproximadamente el 10% del PIB en las regiones más afectadas del mundo.
En la Argentina, por lo pronto, las proyecciones no son más alentadoras que en Europa. Un informe del Comité de Evaluación y Monitoreo del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, que se publicó este martes en el Boletín Oficial, consigna en base a datos de la AFIP que entre marzo de este año y el del año pasado se perdieron 164.475 puestos de trabajo registrados en la Seguridad Social. Y eso fue antes de que el día 20 de marzo iniciara el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Desde entonces muchos comercios y empresa han bajado la persiana y otros dependen del Salario Complementario que ofrece el Gobierno para mantener a sus empleados.
La Argentina contará, sin embargo, con una importante ventaja en esta situación de por si compleja: podrá verse reflejada en el espejo de las medidas que se tomen en países donde la pandemia se encuentra en un estado más avanzado y replicar aquellas experiencias que resulten exitosas. Un poco de esto se tratará también la extensión de esta iniciativa de Adecco, Randstad y ManpoerGroup en la Argentina.
La reconstrucción necesitará entonces cooperación y empatía sobre todo de parte de quienes manejan la gestión de capital humano para subsanar la difícil situación en la que las personas deberán reinsertarse y reconvertirse a una nueva normalidad.