La mayoría de las empresas no tiene caja para operar durante más de dos meses de cuarentena
La pérdida de clientes, la baja de facturación, interrupciones en la cadena de pago encabezan la lista de preocupaciones de las empresas de todos los tamaños en medio de la pandemia de coronavirus.
La baja de la actividad y de la presencia de personas en las calles, para prevenir el contagio, golpeó de lleno tanto la "caja" con la que ya cuentan las compañías como en sus expectativas de negocios a futuro. Sobre todo las pequeñas y medianas (Pymes), que ya estaban con serios problemas, se ven cada vez más cerca del abismo de la insolvencia.
Y si bien desde el gobierno nacional ya tomó algunas medidas para este segmento que compone la mayor parte del mapa empresario y del empleo del país, resulta preocupante que la mayoría de las empresas solo dice tener fondos para continuar sus operaciones en el actual escenario por dos meses.
Una encuesta dada a conocer por el capítulo argentino de la organización de CEOs, Vistage, mostró realmente cuáles son las principales preocupaciones de las empresas locales en estos primeros días de la cuarentena obligatoria para prevenir el contagio de coronavirus.
La entidad relevó que en 250 compañías que operan en el mercado local, casi no hubo ausentismo provocado por síntomas de gripe: en el 72% no hubo ninguna baja por esta causa, en otro 26% solo se vieron afectados entre uno y cinco colaboradores, y en el 1% entre 6 y 10. Solo en cuatro casos hubo más de 10 personas impactadas por síntomas coincidentes con la actual pandemia.
Sin dudas, el primer impacto inmediato que sintieron las empresas fue una profunda baja en la cantidad de clientes. Un 40% denunció que hubo una disminución general de la demanda, a lo que se suma otro 14% cuyos clientes cesaron la actividad.
Más aún, un 28% no ha tenido aún impactos negativos en su empresa por el enfriamiento de la economía asociado a las medidas de aislamiento social obligatorio.
Recién en cuarto puesto, con un 10% de los casos relevados, aparece el retraso de pagos. Unas 24 empresas mencionaron aquello que tanto economistas como hombres de negocios temen que se genere en breve: el corte de la cadena de pagos.
Sin embargo, la preocupación por este último escenario –que aún es mínima- crece al mirar hacia el futuro de los negocios.
Coronavirus: ¿se corta la cadena de pagos?
La preocupación por un potencial corte en la cadena de pagos fue una de las primeras que expresaron las pequeñas y medianas empresas, y las señales de que esto comienza a ocurrir aparecieron en los primeros días de cuarentena obligatoria.
Preparan certificados, permisos y salvoconductos para los que se deben trasladar en cuarentena
Los comercios pidieron exenciones impositivas para poder hacer frente a la cantidad de días sin gente en las calles debido al decreto de necesidad y urgencia que determinó el aislamiento preventivo.
También desde el campo alertaron que esto estaba ocurriendo, al notar que muchos productores refinanciaron sus préstamos al no poder hacer frente a los pagos.
El mismo escenario anticipó días antes un informe que dio a conocer la semana pasada la Fundación Observatorio Pyme, con el testimonio de 788 pequeñas y medianas compañías de todo el país.
El relevamiento demostró que "hoy el principal impacto negativo se registra en las ventas, especialmente en el sector de las Pymes de comercio; menos en las manufactureras. Menor impacto se registra en las compras, producción y empleo. La estadística cambiará en los próximos días", avisaban.
En este caso, los testimonios fueron recogidos en la semana previa a que se decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Ya entonces, mientras esa medida era inminente, se detectaba una baja en las ventas que declararon el 58% de los encuestados. Y alrededor del 40% ya tenía problemas en su proceso de compras y producción.
"La estadística ya cambió, aunque solo podremos medir precisamente los efectos con más rigurosidad estadística la semana próxima. Nuestra estimación 'a priori' es que actualmente, los problemas con la cadena de pagos ya alcanzan la misma difusión que el problema de la caída de las ventas, es decir cerca del 60% de las empresas está sintiendo el impacto. Si se confirma, será un aumento de 20 puntos en una semana", dijo a este medio el martes Vicente N. Donato, de la Università di Bologna y Director de Fundación Observatorio Pyme.
En ese marco, es entendible que al pensar en el futuro de sus negocios, muchos empresarios de Vistage prevén un escenario donde no recibirán los pagos comprometidos y, en consecuencia, tampoco podrán saldar sus propias deudas.
No podrán "salvase" tampoco mediante una mayor demanda o actividad, o por lo menos no están contando con ello: 204 de las 250 empresas consultadas por la organización de CEOs estimó que la principal dificultad que enfrentarán, derivada de la actual situación sanitaria, es la pérdida de ventas, clientes y futuros trabajos.
Pero ya, en segundo y tercer lugar comienzan a notarse las previsiones en cuanto a la cadena: 154 esperan que se retrasen las cobranzas a clientes, 80 que se dificulte el pago a proveedores y 71 anticipa que será difícil tener los impuestos al día. Otras 32 mencionaron que es probable que se retrase el pago de algún crédito o préstamo financiero.
Alejo Canton, presidente y CEO de Vistage Argentina, reflexiona en diálogo con iProfesional que "las empresas lo primero que ven es la baja en las ventas, pero la preocupación real es la supervivencia de la organización".
"Ya lo estamos viendo. El quedarse sin caja es una preocupación mucho mayor al de perder facturación, porque en una situación de crisis lo que hay que preservar es la liquidez. Se pueden perder ventas y que la empresa sobreviva, pero sin liquidez se plantea la incógnita por la supervivencia. Que haya un 38% de las empresas de Vistage con esta preocupación, es señal de que la principal amenaza es la 'caja' hoy", añadió.
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La alarma es sobre todo porque a esta entidad la integran firmas de distinto tamaño, pero que ya se encuentran en una etapa de desarrollo en la que cuentan con cierto margen para invertir tiempo y dinero en mejorar su crecimiento y productividad. "Si estas empresas están preocupadas, es muy probable que en el total de las firmas del país sea más grave", añadió Canton.
Al analizar la brecha entre las empresas que estiman que tendrán problemas para cobrar y las que consideran que se les dificultará pagar impuestos y proveedores, el CEO de Vistage Argentina estima que eso se debe a que al llegar el momento de tomar las decisiones, se priorizará lo esencial: "Es probable que si tienen dificultades para cobrar, se traslade ese problema a la caja. Lo último que van a dejar de pagar, son los sueldos".
Al preguntar a las empresas qué demoras esperan que se produzcan en los pagos, el 43% coincidió en que será de alrededor de 30 días adicionales a lo ya proyectado. El 29% indicó que habrá 20 días adicionales, 19% espera 10 días y el resto no prevé impacto negativo.
La caja tiene fondo y se agota en dos meses
Si bien para 49% de los consultados por Vistage la principal amenaza en este momento es una pérdida de facturación y clientes, está claro que de continuar el período de cuarentena, la falta de "caja" para continuar la operación será un problema aún mayor.
El 36% de las empresas consultadas estima que este año perderá un 10% de la rentabilidad que proyectaba, 21% espera una baja del 20%, 13% del 30%, y 18% anticipa una baja del 40% o más. Solo un 12% no espera que su rentabilidad se vea impactada por las medidas tomadas para prevenir el contagio.
Al tener todavía todo el otoño y el invierno por delante –estaciones en las que se multiplican los contagios de gripe- los empresarios saben que extender el aislamiento social preventivo obligatorio es más que una probabilidad.
En declaraciones radiales, recientemente el presidente Alberto Fernández analizó: "Prorrogar la cuarentena es una posibilidad, no me va a temblar el pulso si eso es para beneficio de los argentinos", dijo el jefe de Estado. "Sabemos que va a tener un impacto en la economía, pero estamos priorizando la salud", aseguró.
Es por eso que el 38% de los encuestados por Vistage mencionó como amenaza para los negocios "quedarse sin caja para cumplir con las obligaciones", seguido del impacto en el clima interno y la productividad (10%) y el resto teme perder el acceso a insumos o materias primas.
Con el paso del tiempo la falta de fondos para continuar las operaciones es una situación que puede seguir cobrando cada vez más relevancia. De hecho, el 43% de las empresas aseguraron que, en ese caso, solo cuenta con fondos para seguir operando por dos meses o menos.
Otro 26% adelantó que tiene posibilidades de permanecer en el actual escenario por hasta cuatro meses, y 11% se extenderían hasta seis. Solo 14% afirmó que puede "aguantar" estas medidas por más de seis meses, que se suman al 6% que opina que no habrá un impacto negativo en su operación a causa del coronavirus.
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Estos son datos importantes si se considera que solo un 16% de las firmas anticipa que la actividad normal de negocios se reestablecerá en mayo, es decir, en menos de dos meses. La gran mayoría de los consultados esperan que se normalice recién en junio (26%), julio (19%) o agosto (12%), sino después.
Medidas y paliativos para Pymes: qué más hace falta
Las medidas del gobierno nacional para contener el impacto económico de la pandemia de coronavirus se enfocaron sobre todo en los sectores más vulnerables de la población, que hoy se ven imposibilitados de generar ingresos, familias con niños menores, jubilados, etc.
A las grandes empresas el propio presidente Alberto Fernández les pidió en una entrevista periodística "ganen un poco menos". Y para las más pequeñas se diseñaron, al menos hasta ahora, algunos paliativos:
- Créditos a tasa baja por más de $350.000 millones para capital de trabajo; para productores de alimentos, higiene personal y limpieza y productores de insumos médicos; para la producción de equipamiento tecnológico para teletrabajo; y para infraestructura en parques industriales.
- Renovación del programa Ahora 12 por un plazo de seis meses y expansión hacia compra online de productos nacionales, con énfasis en las Pymes.
- Eximición del pago de contribuciones patronales a los sectores afectados de forma crítica por la emergencia, como los sectores vinculados al turismo o el espectáculo.
- Ampliación del Programa de Recuperación Productiva (Repro) para garantizar el empleo de aquellos que trabajan en empresas afectadas por la emergencia sanitaria.
- Prórroga hasta el 30 de abril de la suspensión de embargos a las micro, pequeñas y medianas empresas; y la presentación web del formulario 572 de deducciones del impuesto a las Ganancias, y ampliación hasta el 30 de junio de las entregas digitales de declaraciones juradas.
Canton considera que a nivel salud el Gobierno viene tomando buenas medidas y más tempranamente que en otros países, evitando sus errores, y espera que se proceda de manera similar con el aspecto económico de la pandemia. "En este sentido, otros países han priorizado la masa salarial y dar un respiro financiero. Eso ayuda a 'congelar la foto' por el tiempo que dure la crisis, que ojalá no sea mayor", le dijo a iProfesional.
Y si bien el titular de Vistage está de acuerdo con las medidas tomadas hasta el momento, le parecería prudente extenderlas a todos los sectores y no solamente a los directamente implicados en el aislamiento social preventivo, debido a que "ahora el ahogo es financiero, y el gran riesgo es que se frene el aparato productivo, con el impacto que eso puede traer en materia de pobreza".
Donato, por su parte, se mostró preocupado de que estos instrumentos crediticios no llegan a las empresas de menor tamaño, por más "loables" sean los esfuerzos del Gobierno. "Argentina tiene un sistema financiero de tamaño insignificante, la difusión del canal crediticio alcanza a menos del 30% de las empresas más pequeñas. En esta circunstancia, hay que utilizar más el sistema fiscal para ir al encuentro de las empresas menores. La coordinación para la postergación entre impuestos nacionales, provinciales y municipales, es estratégica", pidió.
También sugirió que el Estado haga acuerdos con los principales proveedores de servicios como telefonía, Internet, energía y seguros para postergar los pagos de este segmento del empresariado.