EDUCACIÓN EJECUTIVA

Aniversario: empresas argentinas reciben estudiantes del MIT desde hace 20 años

Dos equipos de la prestigiosa escuela de negocios norteamericana, MIT Sloan, pasaron este verano en prácticas en Buenos Aires y Uruguay
MANAGEMENT - 18 de Febrero, 2020

Pese a que la economía argentina está atravesando un momento de recesión, con consumo alicaído, nuevas regulaciones financieras e incertidumbre acerca de la resolución que alcanzarán las autoridades locales sobre la deuda externa, es probablemente un momento interesante para estudiar negocios en el país.

Así lo piensan los estudiantes norteamericanos de la escuela de negocios MIT Sloan –del Instituto Tecnológico de Massachusetts o MIT, por sus siglas en inglés- que dejaron en enero el frío clima de Cambridge (EE.UU.) para realizar prácticas en empresas locales (y admiten sin pudor que el verano sudamericano fue uno de los factores que impulsaron esta decisión).

Los alumnos llegaron al país como parte del programa G-Lab, uno de los más requeridos de la currícula de MBA de MIT Sloan, que tiene la particularidad de brindar a quienes lo aprueban la experiencia internacional tan valorada por las multinacionales que, generalmente, contratan a estos talentos una vez que logran su diploma. La consigna implica pasar meses realizando un trabajo de consultoría para uno de los proyectos que compañías de todo el mundo les presentan a los equipos de alumnos.

El programa está cumpliendo 20 años en 2020 y del mismo han participado ya firmas como Onapsis, VU Security, MercadoLibre, Jampp y el Instituto Zaldívar, entre otras locales.

Este año en particular, fueron la proveedora de banca digital Technisys, y la firma que recicla teléfonos inteligentes, Trocafone, las que recibieron a los equipos de MIT Sloan.

"Estas dos empresas argentinas están listas para una expansión a nivel local e internacional y les interesa estudiar la mejor forma de encarar este paso tan importante. Fueron seleccionadas por sus modelos de negocios, su potencial de crecimiento y los logros alcanzados hasta la fecha", aclararon desde el G-Lab.

¿Por qué puede resultar interesante para un norteamericano realizar este tipo de prácticas "al otro lado del mundo"? Porque mientras en el país de origen de su alma mater y en otras potencias se discuten temáticas vinculadas al cambio climático, el futuro del trabajo y el crecimiento sustentable, en Latinoamérica para hacer negocios es necesario conocer problemáticas como la inflación, falta de financiamiento y regulaciones que limitan el comercio, entre otros asuntos vitales para el crecimiento de las empresas con las que no se toparían de otra manera.

"Durante estas semanas hablamos muchas veces de estos temas, de las complicaciones que están surgiendo a nivel económico y político para el entorno de negocios, los impuestos, los distintos tipos de cambio de moneda, etc. Y vieron lo complejo que puede ser para una startup en Argentina hacer crecer un negocio", contó a este medio Ezequiel Kobylnik, Head of Product Strategy & Communications de Technisys.

 

Kobylnik trabajó con un equipo de cuatro enviados de MIT en las oficinas de Buenos Aires y Montevideo: Harry Kainen, Kat Krieger, David Zackheim y Sarah Scolnic. Esta última alumna admitió que "para algunos de los miembros del equipo, fue la primera vez que trabajamos fuera de los EEUU., en un país donde las cosas son más complejas y diferentes. Fue una experiencia muy valiosa. Para mí, aprender las diferencias entre el mercado financiero en Argentina y EE.UU. fue fascinante. A la vez, Technisys está en 16 países y está encontrando éxito, por eso nos sirvió hacerle preguntas a Ezequiel sobre contrataciones o salarios en estos mercados".

"Una cosa que nos atrajo a Argentina es que hay un ecosistema de emprendedores que las personas han construido desde cero en los últimos 30 años, trayendo inversiones a la región. Queríamos trabajar para una empresa que haya sido parte de ese crecimiento. Fue fantástico poder ver cómo aquí las personas se apoyan unas a otras, se ofrecen mentoría y consejos", completó Kainen.

Pero no siempre estas cuestiones coyunturales son el único factor de elección. "Con mi equipo sabíamos que queríamos hacer algo en alguna parte de Sudamérica. Paul es de Alemania y Nish de India, Ada y yo tenemos familia en Asia, por lo cual todos hemos viajado mucho. Queríamos aprovechar la oportunidad de estar en una geografía en donde ninguno de nosotros se sintiera familiarizado", contó a este medio Jamie Niu, quien junto a Ada Li, Paul Meierling y Nishith Kaushik, se embarcaron en la aventura de crear un dashboard de inventario para las operaciones de Trocafone.

 

Esto último fue otra decisión "jugada" que los sacó de su zona de confort, ya que los miembros del equipo provienen del management y el sector de inversiones, por lo que eligieron trabajar en un proyecto con productos físicos e inventarios en lugar de solo crear estrategias de mercado, algo que les hubiera resultado más sencillo. También de alguna manera, y sin saberlo, así se protegieron de los vaivenes de la economía argentina, que no impactaron en su tarea para el MIT.

Tres de estos cuatro estudiantes de MBA tuvieron la chance de pasar 10 días recorriendo Iguazú, El Calafate y la Ciudad de Buenos Aires antes de comenzar a trabajar. Niu se sorprendió por la diversidad que encontró en Buenos Aires y Meierling por la calidad de la gastronomía: "Nunca comimos constantemente tan buena comida", dijo entusiasmado.

Paso a paso

Empresas de todo el mundo proponen al G-Lab los proyectos que tienen por delante y para los cuales consideran útil el trabajo de consultoría de los estudiantes de MBA (maestría en administración de negocios, por sus siglas en inglés).

Ellos eligen distintas opciones y en base a sus preferencias se conforman los equipos y se designan los proyectos. Durante meses se trabaja a distancia analizando datos y realizando estudios de mercado, para luego trabajar en enero en las oficinas locales de la empresa elegida. El trabajo incluye realizar una presentación y propuesta a los líderes de la compañía.

"Durante el proceso, los estudiantes de MBA obtienen experiencia de la vida real para crear, desarrollar y dirigir empresas jóvenes con infraestructuras económicas diversas, teniendo en cuenta el rol de la política, la cultura y otras variables no económicas", aseguran desde la escuela de negocios.

En el caso de Technisys, el equipo de G-Lab de MIT tuvo la misión de realizar un benchmark de los competidores en el mercado norteamericano y diseñar las soluciones que serán disruptivas en el futuro de esta industria, para posicionar a la empresa en el mercado de los servicios de banca digital a nivel mundial.

"Fue nuestra primera opción. Estábamos muy contentos de venir la Argentina. La empresa trabaja con el G-Lab desde hace unos 16 años y sabíamos que era una buena experiencia y que tendríamos la chance de pasar parte de la estadía en las oficinas de Uruguay", contó Scolnic sobre el equipo que también disfrutó de un fin de semana de enero en Punta del Este. "Creíamos que por nuestro background en la banca y consultoría, teníamos algo para aportar, y a la vez nos tentó, además, la posibilidad de tener exposición a una fintech a la que le está yendo muy bien", completó.

Los alumnos hablaron con iProfesional en su último día oficial en Buenos Aires, horas antes de presentar el resultado del trabajo a los directivos de sus correspondientes empresas.

"Estuvimos aquí por tres semanas y tenemos ese corto tiempo para dejar un impacto. Tratar de entender de qué manera se inserta Technisys en el mercado fue interesante, pero luego venir aquí para trabajar para llevarlos del lugar a dónde están al que pensamos que pueden ocupar, fue lo que más nos atrajo. Trabajar con equipos técnicos en Buenos Aires o Montevideo, fue un ejercicio real que nos permitió ‘ensuciarnos las manos’ y meternos en los detalles", se entusiasmó Kainen. Él ya sabe que una vez finalizado el último semestre en MIT irá precisamente a trabajar en alguna startup de tecnología financiera, mientras que sus compañeros de equipo tienen contratos para puestos full-time de consultoría. 

Trocafone, por su parte, lleva más de 1,1 millones de teléfonos celulares reciclados y vendidos. Por la expansión de la empresa, busca optimizar todos los canales de venta y crear una verdadera estrategia omnicanal que abarque existencias, fijación de precios y la experiencia integral del cliente. El proyecto de G-Lab se centró en la creación de algoritmos y herramientas internas que sirvan para asignar las existencias y definir precios para cada uno de estos canales. Fue la primera opción entre las propuestas que recibió el equipo que finalmente viajó a Argentina. No solo cumplía con el requisito de ser un proyecto de índole técnica y en el sur del continente, sino que el tercer condimento era la chance de sumar habilidades que resultaran novedosas y útiles.

"Ninguno de nosotros había hecho un trabajo de este tipo en nuestra trayectoria laboral. Y en otro nivel, las personas con las que más trabajamos en el día a día fueron los científicos de datos, algo muy distinto de nuestro background personal, así que nos sirvió porque hoy estamos más cerca de entender cómo funciona esta disciplina, cómo contribuye a la toma de decisiones, y aprendimos sobre visualización de datos para entender cómo los equipos quieren recibir la información", dijo Niu.

Meierling aseguró que la experiencia no difiere sustancialmente del trabajo que estos enviados de MIT Sloan hayan realizado en startups de Alemania o Estados Unidos. "En Argentina quizás están enfrentando más riesgos externos. Por ejemplo, Trocafone opera más en Brasil que en Argentina porque aquí hay más incertidumbre. Eso es prueba de que para implementar un negocio realmente tenés que conocer las especificidades de operar en cada país y es una lección interesante", aseguró.

"En nuestro caso, el entorno de negocios de Argentina no afectó el proyecto. La estrategia de Trocafone en Argentina pasa por otro lado. Por ejemplo, para optimizar la distribución de inventario es algo bastante independiente de las cuestiones externas como la economía y la cotización de la moneda", aclaró Meierling.

20 años

Este año marca el vigésimo aniversario de G-Lab. Desde el año 2000, aproximadamente 2500 estudiantes del programa G-Lab de MIT Sloan han trabajado con empresas anfitrionas en 643 proyectos de 482 startups en mercados emergentes o de frontera de 54 países diferentes.

A la fecha, unos 30 proyectos de G-Lab han sido recibidos en startups y empresas de distintas partes de la Argentina, informaron desde MIT Sloan.

"En Argentina, hay personas inteligentes que dirigen buenas empresas y buscan crear un mayor número de buenos puestos de trabajo", afirmó el profesor de MIT Sloan, Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional y cofundador del programa en 2000. "Durante los últimos veinte años, para nuestros alumnos, ha sido un privilegio –y un aprendizaje– poder ser de utilidad. Todos regresan a los Estados Unidos muy impresionados con la energía y la intensidad que tienen los CEO de estas empresas", sentenció.

"En nuestro caso, es la tercera vez que participamos del G-Lab y siempre hemos tenido muy gratas experiencias con los equipos, no solo en el aspecto laboral sino en el intercambio intercultural. Tener en nuestros equipos personas como Paul, Jamie, Ada y Nish realmente nos ayuda a tener una perspectiva distinta de la nuestra", comentó a este medio Leandro Schlottchauer, Chief Marketing Officer de Trocafone, quien compartió también algún asado, cenas y salidas nocturnas con compañeros de la empresa y el MIT.

Kobylnik, por su parte también resaltó que además de los resultados de la investigación que realizó el equipo de MIT, fue muy útil la interacción del personal con ellos, por su forma diferente de encarar los proyectos y de trabajar: "Me gusta trabajar con equipos de alto potencial y pude ver eso en ellos". 

Niu destacó que los cuatro integrantes de su equipo adoraron su experiencia en Buenos Aires: "Nos consideramos muy afortunados de haber estado en esta ciudad y hacer este proyecto. Para nosotros fue abrumadoramente positivo". Los cuatro miembros del equipo de Trocafone ya firmaron contratos para trabajar en Amazon, Google, y fondos de inversión, en Estados Unidos y Europa, una vez que terminen el último semestre.

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