EN LA "ERA MACRI"

La Argentina mejoró su desempeño en un ranking mundial anticorrupción: qué puesto ocupa

El último año de gestión de Mauricio Macri fue el más valorado por organización global que evalúa la transparencia del sector público
MANAGEMENT - 23 de Enero, 2020

La Argentina se ubicó en el puesto 66 del índice de Percepciones sobre Corrupción 2019 (IPC) de la organización Transparencia Internacional, que evaluó para el mismo a 180 naciones.

Al comenzar la gestión de Mauricio Macri, la Argentina había obtenido 32 puntos sobre 100 que se pueden conseguir en esta materia. El primer año completo de gobierno de Cambiemos, el país consiguió cuatro puntos más, por el trabajo de esa administración en cuanto a la institucionalidad.

En 2017 obtuvo 39 puntos y en 2018 sumó uno más. Finalmente, la organización anticorrupción le otorgó 45 puntos sobre 100.

El Índice evalúa los niveles de percepción de corrupción en el sector público, a partir de 13 evaluaciones de expertos y encuestas a empresarios. Así los ordena en una escala de cero –corrupción alta- a 100 (alto nivel de transparencia).

En esa escala en la que la Argentina quedó con 45 puntos, "más de dos tercios de los 180 países tuvieron un puntaje menor a 50, y el promedio fue de solo 43. Los datos muestran que a pesar de algunos progresos, la mayoría de los países fallan en atacar efectivamente la corrupción en el sector público", indica el reporte dado a conocer este jueves.

Los países con el mejor posicionamiento en el ranking este año fueron Nueva Zelanda y Dinamarca, con 87 puntos cada uno. Finlandia (86), Singapur, Suiza y Suecia (85) los siguieron.

El país sudamericano con mejor puntuación fue Uruguay (quedó en el escalón 21 con 71 puntos), seguido de Chile (puesto 26, con 67 puntos). Brasil, por su parte, obtuvo solo 35 puntos y quedó con su peor performance en el ranking desde 2012.

"La región enfrenta retos significativos de líderes políticos actuando bajo su propio interés a expensas de los ciudadanos a los que sirven. Específicamente en lo que refiere al financiamiento de partidos políticos e integridad electoral", indicaron desde Transparencia Internacional respecto de las Américas.

Del otro lado de la tabla se ubicaron Somalía (9 putnos), Sudán (12), Siria (13), Yemen (15) y Venezuela (16).

 

El IPC califica a 180 países y territorios en función de sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, a partir de 13 evaluaciones de expertos y encuestas a empresarios. Utiliza una escala de 0 (corrupción elevada) a 100 (sin corrupción).

En comparación con 2012, solo 22 países mejoraron significativamente su puntuación, ente ellos Estonia, Grecia y Guyana. Del total de países, 22 empeoraron significativamente en este mismo periodo, entre ellos Australia, Canadá y Nicaragua.

La investigación de la ONG internacional "demuestra que varias de las economías más avanzadas no pueden darse por satisfechas si quieren mantener su impulso anticorrupción. Cuatro países del G7 redujeron sus puntuaciones en relación con el año pasado: Canadá (-4), Francia (-3), Reino Unido (-3) y Estados Unidos (-2). Alemania y Japón no experimentaron ninguna mejora, mientras que Italia aumentó un punto".El análisis demuestra que los países que tienen un buen desempeño en el IPC también cumplen con la regulación sobre la financiación de campañas electorales y cuentan con procesos de consulta muy participativos.

"Los países donde hay regulaciones más exhaustivas para la financiación de las campañas y, además, se cumplen de manera sistemática, tienen una puntuación media de 70 en el IPC, mientras que los países donde las regulaciones no existen o se cumplen de forma deficiente tienen una media de 34 y 35, respectivamente", dice el informe. Y añade que 60% de los países que mejoraron significativamente sus puntuaciones en el IPC desde 2012 también fortalecieron sus regulaciones sobre las donaciones a las campañas políticas.

"La falta de un progreso real contra la corrupción en la mayoría de los países es decepcionante y tiene profundos efectos negativos en la ciudadanía mundial", dice Patricia Moreira, directora ejecutiva de Transparency International. "Para tener alguna posibilidad de reducir la corrupción y mejorar la vida de la gente, debemos acabar con la relación entre la política y los grandes flujos de dinero. Toda la ciudadanía debe estar representada en los procesos de toma de decisiones", sentenció.

En ese marco, la mencionada ONG dio a conocer la siguiente lista de recomendaciones para reducir la corrupción y recuperar la confianza en la política:

- Controlar la financiación política para prevenir la excesiva influencia de los flujos de dinero en la política

- Acabar con el trato preferencial para garantizar que la prestación de servicios y la distribución de los recursos públicos no respondan a conexiones personales ni estén sesgados hacia determinados grupos de interés;

- Gestionar los conflictos de interés y las "puertas giratorias";

- Regular las actividades de lobby, a través de la promoción del acceso transparente y amplio a los procesos de toma de decisiones;

- Fortalecer la integridad electoral, y prevenir y sancionar las campañas engañosas;

- Empoderar a la ciudadanía, y proteger a los activistas, los informantes y los periodistas;

- Reforzar los sistemas de control y promover la separación de poderes.

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