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Cómo tener éxito en el mundo laboral: la regla de las 5 horas de Oprah Winfrey, Bill Gates y Warren Buffett

Esas cinco horas suelen dividirse entre lectura, reflexión y experimentación. Así estos magnates logran resultados extraordinarios
13/12/2019 - 08:06hs
Cómo tener éxito en el mundo laboral: la regla de las 5 horas de Oprah Winfrey, Bill Gates y Warren Buffett

Son muchas las teorías y las fórmulas sobre el empleo del tiempo cuando se quiere ser una persona capaz de generar ideas y de triunfar en el arte o en los negocios. ¿Pero qué se necesita realmente para convertirse en una persona exitosa en el mundo laboral?

Un reporte de Business Insider exploró lo que se conoce de las biografías de grandes personajes de la actualidad y líderes empresariales, como Elon Musk, Oprah Winfrey, Bill Gates, Warren Buffett y Mark Zuckerberg, para intentar comprender cómo se aplican los principios de aprovechamiento del tiempo y la superación personal.

Si bien este análisis no tiene nada de científico, revela un patrón sorprendente en el comportamiento de estas personas exitosas, y se centra en la llamada "regla de las cinco horas".

La experiencia al analizar los rituales de emprendedores como Musk, Winfrey, Gates, Buffett y Zuckerberg revela que, para estos líderes mundiales, las cinco horas suelen dividirse en tres categorías: lectura, reflexión y experimentación.

De acuerdo con un artículo de Harvard Business Review, "el fundador de Nike, Phil Knight, venera tanto su biblioteca que, al entrar a ella, uno debe quitarse los zapatos".

Oprah Winfrey, por su parte, le atribuye a la lectura gran parte de su éxito: "Los libros fueron mi camino hacia la libertad personal", admitió. Y es por esta razón que la presentadora y empresaria llegó a fundar su propio club de lectura.

Algo parecido ocurre con el inversor y empresario Warren Buffett, quien se pasa de cinco a seis horas al día leyendo cinco periódicos y hasta 500 páginas de informes corporativos. O con el fundador de Microsoft, Bill Gates, quien admite leer medio centenar de libros cada año.

En cuanto a Mark Zuckerberg, se sabe que el joven creador de Facebook intenta leerse al menos un libro cada dos semanas, es decir, dos al mes o 24 al año, que no es una cifra pobre para alguien con tantas responsabilidades.

Y también está Elon Musk, el inversionista y magnate sudafricano cuyo hermano contó en algún momento que hasta se leyó dos libros al día.

En la lista de lectores aparece el empresario y dueño de los Mavericks de Dallas de la NBA, Mark Cuban, quien le dedica tres horas diarias a la lectura; Arthur Blank, el cofundador de Home Depot, quien le dedica al menos un par diarias, o el empresario multimillonario David Rubenstein, capaz de leerse seis libros a la semana.

Según ha trascendido, Tim Armstrong, ex CEO de Oath (hoy Verizon Media, casa matriz de Yahoo), obligaba a su equipo senior a pasar cuatro horas semanales dedicadas a la reflexión.

Mientras, el CEO de LinkedIn, Jeff Weiner, programa dos horas de reflexión diarias, al tiempo que Brian Scudamore, el fundador de la empresa O2E Brands, reconoce dedicarle diez horas semanales tan solo a organizar sus pensamientos.

Y por último se halla el factor "experimentación". Cuentan sus biógrafos que Benjamin Franklin, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, solía dedicarle un buen tiempo a la experimentación y a trabajar con personas con ideas afines. Tres siglos después, un monstruo de la tecnología como Google busca que sus empleados le dediquen al menos un 20% de su tiempo de trabajo a experimentar con nuevos proyectos. Y luego está Facebook, compañía que fomenta la experimentación a través de Hack-A-Months.

Como ejemplos paradigmáticos de genios de la experimentación están Thomas Edison y Nikola Tesla.Lo esencial de este método de las cinco horas radica en las ventajas que trae su aplicación para las personas que lo hacen suyo. Porque no basta simplemente con trabajar muy duro, si no se le dedica un segmento de su tiempo a la reflexión y a la investigación.

En la actualidad, no pocos profesionales se centran en la productividad y la eficiencia, no en la tasa de mejora de sus conocimientos.