Los expatriados en Argentina son los más disconformes con su situación financiera
Ni siquiera quienes tienen sus salarios simbólicamente "dolarizados" pueden decir que tienen un buen pasar en la Argentina que espera un 40% de inflación (o más) este año.
En 2018 se rompieron todas las previsiones, y así el país que pocos años atrás era uno de los destinos preferidos en Sudamérica para quienes emigraban por trabajo –debido a que las compañías que los expatriaban abonaban extra por el riesgo de la volatilidad argentina- casi entra en la lista de los peores para ciudadanos extranjeros.
Del último embate de la escalada inflacionaria y cambiaria no se salvó nadie. Según indicó la consultora Mercer con datos de septiembre, la compensación medida en dólares bajó prácticamente a la mitad este año.
Y solo un 8% de las empresas que operan en el mercado local dio aumentos diferenciales a este segmento de su fuerza laboral, para evitar la erosión de los ingresos de sus ejecutivos.
Más aún, las que tomaron la decisión de dolarizar algunos de los componentes de esa compensación fueron solo un 5%. Solo un 1% lo hicieron con todo el salario y un 2% apenas con parte de él. Otras empresas optaron por pasar a la moneda norteamericana el bono por desempeño.
"Históricamente en los procesos de devaluación de la Argentina, el pago en dólares nunca ha sido una práctica generalizada y no lo está siendo ahora tampoco", aclaró durante la 30 edición de Mercer Journey, Ivana Thornton, Directora de Career de la mencionada consultora.
No hace mucho la Argentina supo ser un país más que rentable y conveniente desde el punto de vista económico para ejecutivos que eran expatriados por sus empresas.
Según explicó Thornton a iProfesional, Argentina había vivido un período donde la inflación crecía más rápidamente que la devaluación de la moneda. Esto hacía que se volviera un destino atractivo para expatriados, así se midiera su compensación de acuerdo al lugar de partida –tomando el salario del ejecutivo en su país y compensándolo por cualquier pérdida de poder adquisitivo en el traslado (home approach)- o de acuerdo al nivel de salarios en el destino (Argentina).
"En el caso del 'home approach', al tener una subida de precios mayor a la devaluación de la moneda, generalmente había una asignación por diferencia de costo de vida que, sumando al salario de origen, podía resultar en un paquete atractivo para los ejecutivos", indicó Thornton.
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Y siguiendo la segunda metodología o "host approach", lo que ocurría era que, con pocas excepciones de otros países de América Latina, "en general cuando se medía la compensación en dólares de Argentina, resultaba en un número atractivo".
Pero la directiva de Mercer asegura que con la fuerte devaluación de la moneda, el contexto cambió significativamente. "Al tomar la canasta de precios en dólares, la diferencia de precios versus la de origen ya no es tal y, por tanto, es posible que muchas empresas no vean necesario adicionar un diferencial de costo de vida a sus ejecutivos", aclaró.
Y sobre las que utilizan un enfoque basado en el costo de vida en Argentina, la compensación medida en dólares dejó de ser atractiva para las personas que se trasladan al país. "Prefieran no moverse o permanecer en el país de origen", aclaró.
Cristina Bomchil, Directora Ejecutiva de Valuar, ve en su consultora el mismo panorama: "Existe reticencia por parte de los expatriados por volver, no solamente porque implicaría otro nivel y un cambio en la calidad de vida, sino por la incertidumbre del panorama político en Argentina frente a las elecciones del año próximo".
"Escuchamos concretamente de personas que tenían planeado volver, demorar la decisión", le confirmó la headhunter a iProfesional.
A diferencia de lo que ocurrió dos años atrás, cuando Cambiemos llegó al gobierno nacional y muchas personas que hicieron carrera en el sector privado en el exterior lo vieron como una oportunidad de volver al país, ahora la mayoría de las consultas de los talentos son en el sentido inverso.
"Vemos un panorama abierto a las expatriaciones. Evidentemente los profesionales, como el resto de gente, sienten la pérdida del poder adquisitivo que produjo esta devaluación, así como ha sucedido en otras devaluaciones. Hoy los ejecutivos están más proclives a emigrar", confirmó Bomchil.
Sin embargo, la directora de Valuar asegura que no son las personas que volvieron al país recientemente los que están buscando la puerta de salida: "La gente que volvió en su momento está para quedarse, aunque internamente puedan estar dudando de la decisión tomada, la movida de un país a otro implica enormes esfuerzos en muchos sentidos, y no es nada fácil desandar el camino".
"Por otro lado, quienes volvieron lo hicieron con proyectos de cierta seguridad y estabilidad. Además, aunque fue un año complicado, tienen la visión que estamos en el camino correcto", sentenció.
Desmoralizados
Estos cambios en la economía local se reflejaron rápidamente en la comunidad internacional de más de tres millones de expatriados, Internations.
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Así, Argentina y también Brasil perdieron posiciones en la última edición del ranking Expat Insider 2018, elaborado con 18.000 opiniones de residentes extranjeros en estos mercados.
Aquellos que están en Argentina, "se muestran insatisfechos con su estado financiero. Les resulta difícil llegar a fin de mes, pero no tienen problemas para encontrar amigos locales", evaluaron desde la organización.
Pero es cierto que el continente ofrece hoy a los ejecutivos con carrera internacional, destinos mucho más rentables. Por caso, Ecuador quedó en el tercer puesto del ranking, México en el cuarto, Costa Rica en el séptimo y Colombia en el noveno. Todas esas plazas figuran en el "top 10" de la edición 2018 de esta clasificación.
Bahréin fue el destino que quedó en primer lugar, seguido de Taiwán, Singapur (5), Portugal (6), España (8) y la República Checa (10).
Otros destinos latinoamericanos no tuvieron la misma suerte. Panamá (13) quedó apenas fuera del Top 10, pero la región recién vuelve a aparecer en el puesto 33, con Chile, y la Argentina quedó casi dentro de la lista de los peores países para expatriados, en el escalón 58, cuatro por encima de Perú.
Brasil (65), por su parte, azotado por los coletazos de la crisis económica pero sobre todo por otra de índole institucional y política, directamente pasó a tener un lugar entre los peores destinos para expatriados según Internations.
La encuesta de la comunidad online clasifica a 68 países en función de una variedad de factores tales como la calidad de vida, el trabajo en el extranjero y la facilidad para establecerse en el país.
Según especificaron desde Internations, Argentina ocupa un lugar especialmente bajo a lo que se refiere a la vida laboral (62º) y las finanzas personales (66º), superando únicamente a Italia y Grecia con respecto a este último.
De hecho, más de tres de cada diez expatriados (31%) en Argentina no están satisfechos con su situación financiera (frente al 17% a nivel mundial).
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"Al parecer, los costos de vida son un problema para la mayoría, ya que tres entre cinco (60%) califican este factor de forma negativa, una cifra casi el doble que el promedio mundial (31%)", resaltaron desde la organización.
“Nunca he tenido un ingreso excedente que me permita vivir como me gustaría,” comentó en esa red social un expatriado de EE.UU. que reside en la Argentina. “Yo y casi todas las personas que conozco tienen más de un empleo para poder llegar a fin de mes”, añadió.
Los expatriados que trabajan no están satisfechos con sus perspectivas de carrera (31% comparado al 25% a nivel mundial), y Argentina es uno de los países peor calificados en América Latina respecto a la satisfacción laboral general (24% de calificaciones negativas comparado a 18% a nivel mundial).
¿Por qué se quedan?
La devaluación ocurrida durante el corriente año en la Argentina fue un duro golpe entonces incluso para los altos ejecutivos, con salarios simbólicamente dolarizados; pero puede abrir una oportunidad interesante para las empresas.
Algunas multinacionales -como Viacom, por ejemplo- aprovecharán la oportunidad para traer a la Argentina algunas de sus posiciones regionales, ahora que pueden hacerlo a un costo menor y que en otros destinos del continente sudamericano persisten hechos de violencia e inseguridad. "No escuchamos hasta el momento empresas que desistieran a último momento de enviar a su gente a la Argentina", confirmó Bomchil desde Valuar, ante la consulta de iProfesional sobre compañías que hubieran cambiado sus planes de radicar a su management en el país debido a la escalada inflacionaria.
Pese a todas estas quejas y cuestionamientos, no se ve en las empresas una especie de "éxodo ejecutivo" ni son masivas las salidas de extranjeros que residen aquí.
Con más de la mitad de los trabajadores argentinos deseando salir del país para radicarse en otro lado, ¿por qué se quedan los expatriados?
Las razones habrá que buscarlas quizás en el mismo motivo que los trae al país: vienen a la Argentina por amor.
"Teniendo en cuenta las bajas calificaciones que recibe la vida laboral en Argentina, no sorprende el hecho de que solo el 19% de los encuestados se hayan mudado al país por motivos laborales (comparado al 31% a nivel mundial). La razón principal por la que los expatriados se trasladan a Argentina es el amor: cerca de un cuarto (24%) lo nombran como su motivación más importante para mudarse (comparado al 12% a nivel mundial)", dijeron desde Internations.
Un 43% de los expatriados que respondieron la consulta de esta comunidad digital están en una relación con una pareja de la misma nacionalidad. En tanto que la mayoría de los extranjeros en Argentina que participaron (54%) encontraron pareja en su nuevo país de residencia.
Asimismo, en Internations asumen que tal vez gracias a sus parejas locales, a los expatriados en el país les resulta fácil hacer amigos en Argentina: más de dos tercios (68%) están de acuerdo en que no han tenido problemas para ello (comparado al 45% a nivel mundial).
Otro 43% de los encuestados incluso dice que son principalmente amigos de los residentes locales, lo cual son 24 puntos porcentuales más que el promedio mundial (19%) y una de las más altas de América Latina, solo superada por Brasil (47%).
Casi tres cuartas partes (73%) además, están satisfechos con las actividades de ocio disponibles en su lugar de residencia, e incluso un 28% declaró que no podría estar más feliz con este aspecto de la vida fuera de su país de origen.