Más de la mitad de los trabajadores argentinos se quieren ir del país, y no es por bajos salarios
Más de la mitad de los trabajadores argentinos siente deseos de irse a vivir a otro país. Y la mayoría de quienes demuestran esta intención no lo definen a causa de los bajos salarios que perciben, sino por el grado de insatisfacción con su vida actual y por el nivel de agotamiento que le genera su actividad laboral.
Estos fueron algunos de los resultados de la última edición del Índice de Bienestar Emocional y Estrés que elabora el Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21 y que fueron dados a conocer el miércoles en su sede de Vicente López.
Los datos fueron obtenidos en base a una encuesta a más de mil personas, de entre 18 y 65 años, de todo el país.
El 50,4% de ellos confesó que tiene deseos de irse a vivir fuera de la Argentina. "Esta es la primera vez desde 2016 que se registra una tendencia negativa respecto de esta temática", aclararon desde la Universidad.
Pero la motivación no radica en cuestiones salariales: las variables que impactan negativamente son los niveles de satisfacción, la dedicación y el orgullo del trabajo, como también la aceptación con los recursos que tienen y hasta la valoración que perciben por parte de su organización.
Según los datos que dio a conocer la Universidad, no se observaron diferencias significativas entre los trabajadores que prefieren irse del país y quienes prefieren quedarse respecto del salario o de su nivel de agotamiento.
Aunque si quienes están buscando instalarse en un nuevo destino muestran menores niveles de satisfacción con su vida actual y mayor grado de cinismo. Por el contrario, los que esperan quedarse en el país demostraron mayores niveles de dedicación y orgullo por el trabajo que realizan actualmente.
Por eso fue que los investigadores concluyeron que el mayor diferencial entre ambos grupos "se asocia al bienestar en el trabajo y no al salario". También aseguraron que los encuestados que declaran que quieren irse a vivir al exterior son más jóvenes, se sienten menos valorados por las organizaciones en las que se desempeñan y también están más disconformes respecto de los recursos que tienen para hacer sus tareas.
Se profundiza el burnout
La Universidad detectó una caída en la percepción de los encuestados respecto a la satisfacción con su vida: en 2017 se registró un 42,4% de respuestas positivas, mientras que en 2018 el porcentaje de quienes están contentos con su situación se redujo al 34,3%.
También, 1 de cada 4 señala que la mayor parte de los días experimenta síntomas de malestar emocional tales como dolor o tensión muscular (25,4%), ansiedad o con los “nervios de punta” (24,7%), cansancio físico (19.3%), inquietud motora (18,7%), sensación de poca energía (16,6%), dificultades para concentrarse (11,8%) y dificultades para controlar la preocupación (10%).
Además, 1 de cada 3 señala que cada vez le cuesta más ir a trabajar: el 21,8% señala que cada vez se siente menos involucrado con su trabajo, el 21,1% duda que su labor contribuya en algo interesante y el 18,1% siente que ha perdido interés. Estos son los factores con los que el observatorio mide el nivel de cinismo.
"Una respuesta típica al elevado agotamiento es la aparición de cinismo frente al trabajo, un estado psicológico caracterizado por una falta de interés e identificación por el trabajo. Este mecanismo psicológico permite que, frente a elevados niveles de agotamiento, la persona se vuelva menos sensible a bajar su productividad laboral o tener un bajo desempeño", se lee en el informe.
Con respecto al grado de agotamiento, como ya había ocurrido en la encuesta anterior, uno de cada tres consultados asegura que luego de su jornada laboral, se encuentra tan cansado que no puede realizar otra actividad.
A pesar de todo, el 90% de los encuestados señaló que “soy persistente en mi trabajo” y el 89,7% declaró que a pesar de los problemas laborales continúa en sus tareas.
El Índice que elabora el mencionado Observatorio se basa en una premisa enunciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dice que "los trabajadores con mayor bienestar afrontan mejor el estrés y son más productivos".
"Este índice se involucra una serie de mediciones de uso mundial que examinan niveles de Bienestar emocional en el Trabajo (engagement), y tambien involucra mediciones sobre estrés laboral agudo y crónico (burnout), y analiza diversas dimensiones de Satisfacción con el Trabajo y con la Vida", afirman desde Siglo 21.