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Los diez mandamientos de John D. Rockefeller para tener éxito en los negocios

El historiador Ron Chernow pubilicó un libro sobre el magnate donde revela los secretos que lo convirtieron en el primer multimillonario de Estados Unidos
02/08/2018 - 23:37hs
Los diez mandamientos de John D. Rockefeller para tener éxito en los negocios

Antes de que Jeff Bezos, Bill Gates o Carlos Slim se disputaran el lugar del hombre más rico del mundo, John D. Rockefeller era considerado el empresario con más dinero del planeta.

De hecho, se convirtió en 1916 en el primer multimillonario de Estados Unidos gracias a su petrolera Standard Oil Company. En esa época, la fortuna de Rockefeller representaba el 2% del PBI estadounidense y, si se ajusta por inflación, equivaldría a unos u$s24.000.000 millones actuales (o u$s24 billones).

Para tener una idea, Bezos, quien ostenta el título hoy, cuenta con un patrimonio que supera los 15.000 millones.

El historiador Ron Chernow publicó los secretos del magnate en el libro "Titan: The Life of John D. Rockefeller Sr.", donde revela los principios de management que no solo lo llevaron no solo a revolucionar la industria petrolera, sino también en conseguir fama y dinero.

1) Sé honesto y confiable

El titán nunca dibujó números ni utilizó lenguajes ambiguos. Esto inspiró una fuerte alianza con los banqueros que en varios tramos de su carrera lo ayudaron a rescatar el negocio, como cuando una de sus refinerías se incendió.

De hecho, su reputación le permitió que un banco le adelante el dinero o le ofrecieran fondos extra si los necesitaba, sin necesidad de presentar avales.

2) Descansa

"No conozco nada más despreciable y patético que un hombre que destina todas las horas que está despierto a hacer dinero sólo por tener dinero", escribió en una de sus memorias.

Se trarta de una gran diferencia con respecto a los millonarios de hoy que están atentos todo el día a su negocio. Rockefeller dormía siestas después del almuerzo y se quedaba en la sobremesa luego de la cena. En sus 30, instaló un telégrafo entre su oficina y su casa para teletrabajar entre tres y cuatro tardes desde su casa.

Esto le permitía está mejor consigo mismo y ser mucho más productivo, según Chernow.

3) Planifica tu día

El magnate programaba cada hora de su día de manera "mécanica", "compatimentada rígidamente" y "estrictamente presupuestada". De esta manera, podía afrontar "tensiones subyacentes" a su imperio petrolero.

4) Monitoree de cerca las finanzas de la empresa

El liderazgo de Rockefeller fue previsor y se apoyaba exclusivamente en números para saber si su compañía seguía el rumbo correcto.

Para ello, llevaba un anotador con todas las finanzas donde enumeraba cada costo hasta su último decimal.

Esto le permitía crear un "criterio objetivo", con le que podría comparar sus variadas operaciones y subsidiarias. También evitaba los reclamos subjetivos de sus subordinados.

"Yo cartografié mi rumbo por cifras, nada más que cifras", solía decir para justificar su éxito.

5) Delegue tareas

Para liderar una gran corporación, Rockefeller solía confiar responsabilidades a otros. Esto le permitía alejarse del día a día de la empresa y enfocarse en el rumbo a largo plazo.

"Nadie hace nada si no puede hacer que cualquier otro lo haga. Tan propo como puedas, hazte de alguien en quien puedas confiar, entrénalo en el trabajo, siéntalo,  mueva sus talones y piense la manera para que Standard Oil haga un poco de dinero", decía Rockefeller.

6) Busque la perfección

Rockefeller era un "fanático de la perfección", cuenta Chernow, quien se negaba a hacer algo desprolijo, no importa cuánto trabajo y tiempo llevara. Su fijación con la excelencia no era solo personal sino que la transmitía constantemente a su organización y era parte de los valores de la empresa.

7) Cree unidad

Uno de los mayores talentos de fue motivar a sus diversos asociados, según Chernow. Una de las formas de hacerlo es teniendo una "harmonía interna" de alto nivel y contención ante los conflictos entre los ejecutivos de Standard Oil.

"Le gustaba captar la opinión de todos antes de expresar la suya y luego a menudo elaboraba un compromiso para mantener la cohesión", señaló Chernow. En lugar de dar órdenes directas, Rockefeller prefirió esconder sus decisiones como sugerencias o preguntas

8) Establece un sistema de soporte a support system

Aunque Rockefeller tenía disputas con los líderes de su compañía, había pocos conflictos que uno esperaría ver dentro de una corporación de gran porte.

Como lo explicó el magnate, los directores de Standard Oil estaban unidos en hermandad por una fe casi "mística" y su fuerte relación derivaba de una creencia compartida mutua.

9) Fomenta la competencia

Sin competencia, las organizaciones pueden fácilmente "caer en gigantes perezosos", afirma Chernow. Para evitar esto, Rockefeller creó comités compuestos por especialistas de diferentes campos, quienes crearon un estándar de operación para todas las subsidiarias de Standard Oil.

Si bien estos comités permitieron a los gerentes intercambiar ideas, también promovieron la rivalidad entre las unidades locales mediante la publicación de cifras de desempeño y alentando a cada filial a competir por los récords y premios.

10) Respeta a tus empleados

A Rockefeller le gustaba señalar que Napoleón Bonaparte no habría tenido éxito sin sus mariscales. Del mismo modo, Rockefeller creía que su éxito se debía en parte a su capacidad para motivar a los empleados.

El industrial le dio autonomía a sus asociados en su trabajo, fue discreto y tolerante con los trabajadores de bajo nivel, no reaccionó con enojo cuando se le acercó con críticas y se mantuvo cortés incluso en situaciones de tensión.

Aunque rara vez elogiaba a los empleados, Rockefeller otorgó un enorme poder e independencia una vez que consideró que alguien era digno de confianza. Debido a estas características, los empleados de Standard Oil "tendían a reverenciar a Rockefeller y competían por complacerlo", escribe Chernow.