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A la oficina con compu propia: los argentinos, entre los que más llevan sus dispositivos al lugar de trabajo

Un reciente informe muestra esta práctica en los empleados por encima de la media global, debido al rezago tecnológico en las empresas locales
MANAGEMENT - 30 de Julio, 2018

Debido al rezago en la actualización tecnológica de las empresas locales y la informalidad con la que muchas veces se manejan los empleados, son muchos los argentinos que utilizan sus propios dispositivos electrónicos para trabajar. 

Una investigación de la División del lugar de trabajo digital de Unisys a la que accedió iProfesional muestra que el 58% está utilizando sus propios teléfonos inteligentes, frente al 45% que hace lo mismo a nivel global.

El 32% usa sus propias computadoras portátiles, frente al 22% en el mundo, y el 81% descarga software no admitido por el equipo de IT de su compañía.

Esto último no es tan común en países de la región como Brasil (44%), Colombia (55%), o México (63%). En la mayoría de esos mercados también es algo menor el uso de dispositivos propios para tareas laborales.

"Por más que la empresa tenga criterios de seguridad y de control de acceso a las redes o servicios, en general la mayoría de los empleados utilizan sus propios dispositivos. Es una tendencia mundial, el 'bring your own device', pero en Argentina es una realidad más fuerte que en otras partes. Se genera así una exposición innecesaria a amenazas cibernéticas que son cada vez más frecuentes", dijo al respecto Eduardo Almeida, Vicepresidente y Gerente General de Unisys para América Latina.

Según relató el ejecutivo a iProfesional, en el caso de los celulares esta modalidad se dio en paralelo al abandono de otra costumbre que supo extenderse lo suficiente en las empresas: la entrega del teléfono corporativo.

"No fue hace tanto que las personas cargaban dos dispositivos, uno propio y otro de la empresa, todo el tiempo. Incluso cuando el propio era mejor, tenía más funcionalidades, etc. Y ahora que pasó a ser una herramienta de trabajo, las empresas ya esperan que las personas tengan sus propios móviles; dejó de tener sentido usar un segundo artefacto solo por un tema de seguridad", evaluó.

Para Almeida, los resultados que tuvieron Argentina, México y Brasil en la encuesta son muy similares a los de países europeos. "Pero lo que si destacó mucho en Argentina es el uso de herramientas propias. Es más flexible que en otros países, las organizaciones lo permiten más", resaltó.

A esa causa cultural se agrega un retraso tecnológico propio de las corporaciones locales, aunque el informe de Unisys no inquirió si la cantidad de empresas que caen en la categoría de "rezagadas" es mayor o menor que en otros países de la región.

"Se nota que la adopción de tecnología en la Argentina es muy rápida. Es un país que tiene una población joven y quiere utilizar las innovaciones apenas salen, para luego estar preparados. Los países que tienen una población mayor, no tienen tanta agilidad para eso. Pero a la vez existe un letargo muy grande tanto en el nivel tecnológico de las empresas como en el Gobierno, y las personas cuentan con mejores herramientas en su vida privada", indicó.

La nueva grietaEntre los empleados que participaron del estudio, el 81% descargó software o aplicaciones no admitidos por el área de TI de la compañía en la cual se desempeñan, en comparación con el 61% a nivel global.

No obstante, también un asombroso 84% admite utilizar estas soluciones para ayudar a la productividad.

Las razones más frecuentes que dieron los consultados fueron que necesitaban una herramienta para trabajar que su compañía no proveía, o que conocían una opción superadora a lo que el empleador ofrece.

Otro de los motivos es que se sienten más cómodos trabajando con la misma tecnología que usan en su vida diaria. Esto ocurre, por ejemplo, con los sistemas operativos de los móviles.

El 56% dice que no puede hacer el trabajo sin la tecnología que utiliza actualmente.

"Los smartphones ya no son teléfonos nada más, son una herramienta de trabajo fundamental. Cuando la persona tiene una computadora de avanzada en su casa y la experiencia que obtiene en la empresa es de menor calidad, se aburre, se frustra, se produce una desmotivación", indicó Almeida al respecto.

Es por eso que no es tan simple para las compañías resolver las exposiciones de seguridad que genera este uso de la tecnología por parte de los empleados, que descargan programas no admitidos o usan sus propias herramientas para contribuir a la productividad y ser más ágiles.

Por ejemplo, el 84% de los trabajadores argentinos cometieron violaciones de seguridad, como compartir cuentas o contraseñas con colegas (es el 71% a nivel mundial). "Esto quiere decir que dos tercios de las personas con las que hablamos comparten su password. Con la burocracia, pedir una información lleva mucho tiempo, por eso se comparten los accesos, y no es una costumbre exclusiva de la región latinoamericana", destacó Almeida.

Poner trabas a esas "soluciones" aportadas por los colaboradores solo para mejorar la seguridad tecnológica, genera en paralelo una desmotivación de los talentos y una ralentización de los procesos de negocio. "Son tendencias irreversibles, no tiene vuelta atrás", declaró el Gerente General de Unisys la región, quien además "coachea" a los clientes de la firma acerca de metodologías para abordar correctamente esos negocios.

Almeida asegura que mientras las empresas siguen protegiéndose con "firewalls" porque temen ataques externos a través de estas vulnerabilidades, pero eso no los previene, por ejemplo, de los robos de identidad, que ocurren cuando se comparten los permisos y accesos a personas no habilitadas por la compañía.

No obstante, Fabio Abatepaulo, Director de Transformación Digital de esta firma para América Latina, aseguró que el riesgo más frecuente de seguridad IT que se detecta en la región, es que por la falta de infraestructura y sistemas adecuados, los empleados utilicen sitios externos, con menos medidas de seguridad y de criptografía, para compartir información e intercambiar archivos.

"La empresa tiene que darles formas ágiles de compartir esa información, por ejemplo desde su smartphone. Si no lo provee, la gente se sube a un sitio compartido. Es más fácil entonces corromper las contraseñas y disponibilizar informaciones críticas de la empresa", le dijo a iProfesional.

Desigualdad creciente

Para Unisys existe una nueva "brecha digital en el trabajo", de acuerdo con la forma de adopción de la tecnología. La misma genera que las personas se encuentren comprometidas y motivadas, o por el contrario, frustradas laboralmente.

"La mayoría de las encuestas del sector consultan a la gente de tecnología, a los CIO. Esta es una de las pocas que cuenta con la visión del usuario final de la tecnología en las empresas", destacó Abatepaulo.

Se evaluó si las compañías permiten el uso de dispositivos propios, si se puede trabajar de forma remota por VPN, si disponibilizan recursos de red para conectividad con seguridad o no, etc. En base a esa información, Unisys distingue entre las organizaciones "tecnológicamente líderes" y las "tecnológicamente rezagadas".

En el segundo grupo, la compañía de software encontró que casi la mitad de los trabajadores (45%) dice estar trabajando con tecnología obsoleta, con la ausencia de soporte del equipo de tecnología de la información (TI), sin movilidad, y otros problemas significativos.

El impacto es desmoralizador para los trabajadores: el 86% de quienes trabajan en organizaciones tecnológicamente líderes se sienten optimistas acerca de su empleo y están orgullosos de sus empleadores; solo el 19% en las organizaciones rezagadas siente lo mismo.

"Las empresas más avanzadas en este sentido tienen una productividad grande, pero además tienen los mejores talentos de la industria. Las personas que ingresan en el mercado de trabajo hoy quieren utilizar la tecnología. Es un factor de retención, lo ven como un aporte de conocimiento y crecimiento profesional", reflexionó Almeida.

Para Unisys, cada vez más la falta de productividad impulsada por la movilidad tiene grandes consecuencias para la satisfacción y la motivación de los empleados, y estos son factores determinantes en la productividad.

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