Despegar, sobre su liderazgo en talento y tecnología: "El IPO validó nuestro modelo de gestión"
En Puerto Madero, un espacio de 5.800 metros cuadrados es la sede principal del último "unicornio" argentino que salió a cotizar en la bolsa de Nueva York. Un espacio abierto y colaborativo, en el que trabajan más de 600 personas y en donde no hay oficinas personales, a excepción del CEO, porque "recibe a otros directivos", según explican.
En efecto, iProfesional fue recibido por Carlos ílvarez, CTO de Despegar, en una de las salas de reunión con paredes de cristal que cualquier colaborador de la empresa puede utilizar. También se sumó Juan Pablo Alvarado, VP de Legales y Relaciones Institucionales de la compañía.
Los recursos humanos tecnológicos no abundan, ¿Despegar siente una presión extra como "unicornio" de encontrar a los mejores? CARLOS íLVAREZ.
Varias firmas del sector se quejan de algunos contenidos "obsoletos" de las universidades, ¿ustedes notan esta brecha? CA
¿Cómo capacitan a los que ingresan?CA. Empieza con el programa Jóvenes de alto Vuelo, que la llamamos "La Escuelita", para chicos en sus primeros años de facultad, intensivo, donde complementamos conocimientos teóricos y los exponemos a problemas que ya resolvimos, con un esquema de clases y tutorías. Después de 16 semanas, se incorporan a un equipo que hace software para algunas de las áreas de la compañía, donde tienen un tutor, una persona de su equipo que lo sigue, analiza su código, lo ayuda a resolver problemas. Después de esta etapa de traineé, que dura alrededor de un año, lo consideramos un programador junior y sigue la carrera.
¿Cómo funciona Jóvenes de Alto Vuelo? CA
Por otro lado, tenemos un ciclo de charlas técnicas internas, que forma parte de la evaluación de los líderes y donde esperamos que los equipos compartan sus conocimientos. Están enfocadas en cuestiones técnicas precisas, son dictadas por un equipo que hizo una investigación o resolvió un problema y pone eso a disposición del resto.
¿Cuáles son las habilidades que buscan en sus líderes? CA.
JUAN PABLO ALVARADO. Lo que buscamos es un sello de calidad, que podamos construir un "Líder Despegar". Que alguien que arranque acá, vaya a otra en otra empresa y digan: "Viene de Despegar, ya todo esto está". Estamos discutiendo sobre qué queremos que sea el líder Despegar, cuáles son las cualidades y las capacidades. Esta compañía nació y creció con emprendedores. Ahora que tenemos un tamaño importante, nuestro desafío es que ese espíritu emprendedor continúe. La persona que entre a trabajar tiene que ser emprendedora, tener ideas, animarse a presentarlas y ser proactivo.
¿Qué ofrece Despegar a sus recursos humanos?CA. Lo que les garantizamos es que se pueden equivocar. Muchos hablan de innovación, pero pocos asumen el precio: equivocarse. Calculados, con plan b, pero somos capaces de tomar riesgos. Es parte de nuestra cultura. No castigamos a nadie por equivocarse, mientras el riesgo se haya asumido conscientemente. Un equipo donde el resto esté preocupado más en no equivocarse que en hacer algo nuevo, no podría ser innovador.
¿Este grado de innovación lo perciben los colaboradores? JPA
CA. Un senior ve el impacto inmediatamente de lo que hace. Ya alguien que haya empezado desde la Escuela de Alto Vuelo a los dos años ya ve su contribución a la compañía.
Un problema del sector es la alta rotación de talento, ¿cómo la evitan? CA
¿Cuál es el papel del área de RR.HH. en la detección de líderes? JPA
CA. Nuestra visión es que Recursos Humanos nos ayuda como especialista en el tema a darle forma. Esa es la visión. No es un desafío de ellos, es un desafío compartido, donde RR.HH. aporta su conocimiento especialista para dar forma a un plan que funcione.
Trabajo en equipoEn Despegar, los equipos de trabajo son denominados células: son autónomos, interactúan con otros y tienen una función específica. Dependen cada una de las 10 gerencias. La firma posee más de 200 "células", de entre tres y seis personas, en sus diferentes hubs: Puerto Madero, La Plata, Uruguay y Parque Patricios. "Y queremos crecer", dispara ílvarez. Pero esta interacción, además, es promovida desde el diseño de las oficinas: un espacio abierto, con mucho vidrio y pocas paredes, para permitir la apertura.
¿De cada célula, puede nacer un nuevo líder? CA
JPA. La organización es muy clara en cuanto a quién es quién. No hace falta un organigrama. La autoridad se da por otra cosa. No estar separados por una puerta de por medio favorece: la comunicación, que sea mucho más fluida, más transparente y honesta, porque se rompen barreras. Y la idea de equipo, que tiene que estar junto, sino son una suma de individualidades. Es igual a un equipo de rugby o de fútbol, donde cada uno sabe el rol que tiene. Todos saben quién es el capitán. En base a eso van actuando y entre ellos se potencian.
Trabajamos desde una pirámide invertida. En general, el líder está en la punta. Para nosotros es al revés, el líder está en la base. Desde allí se va a formar un buen equipo y desde allí se van a lograr mejores cosas que si se trabajara por separado.
¿No hay ninguna oficina cerrada?JPA. Mi oficina es mi mochila. Hay algunos que tienen lugar físico, el resto deambulamos. Estamos en 20 países de Latinoamérica. Solo en Buenos Aires tenemos cuatro locaciones. Por lo tanto, debemos viajar y estar en movimiento. Es la única manera de tener una organización alineada: 3.000 personas no se mueven con un mail de comunicación, hay que estar.
¿Cómo llegaron a este diseño de oficinas? CA
Para cerrar, ¿cambió algo su modelo de trabajo tras el IPO? CA
¿También validó sus estándares tecnológicos?CA. Los estándares los cumplíamos antes. No nos preocupó la seguridad cuando salimos a la bolsa, fue una preocupación desde mucho tiempo antes. Debimos estandarizar ciertas cosas para que un auditor pueda analizarlas, pero ninguna de esas cosas las hicimos por el auditor. Cuando certificamos la norma de medios de pago PCI fue para ser más seguros, no para convencer a un auditor. Estuvimos dos años llegando al nivel de madurez para ser públicos. Cualquiera de esos reportes o controles tiene como guía que, además de que le sirva al auditor, debe servirnos a nosotros.