Los dos libros que encabezan la lista de preferidos de Bill Gates
El tecnólogo devenido en filantropo, Bill Gates, eligió un nuevo libro para recomendar a sus seguidores como uno de sus títulos preferidos de todos los tiempos.
En febrero había elegido como el número uno un ensayo sobre psicología de masas, escrito por el profesor de Harvard, Steven Pinker.
A "Enlightenment Now", ahora Gates le encontró "un buen compañero", según explicó en su blog personal el fundador de Microsoft.
Se trata de "Factfulness: Ten Reasons We're Wrong About the World-and Why Things Are Better Than You Think", obra de su amigo Hans Rosling, en la cual aborda uno de los temas preferidos de Gates, el progreso y sus fallas.
Gates cuenta que desde hace tiempo quiere dejar de hablar de países desarrollados y en desarrollo porque le parecen categorías pasadas de moda y sin significado. Pero no lo había hecho a falta de encontrar un nuevo concepto en el cual basarse para hablar de estas temáticas.
"Cualquier categoría que agrupa juntas a China y la República Democrática del Congo es demasiado amplia para ser de utilidad", argumentó Gates en una publicación a principios de abril.
En este caso es que refiere a la clasificación de cuatro categorías a través de las que Rosling explica la distribución de la riqueza y la pobreza en el mundo:
En el primer grupo engloba a 1.000 millones de personas viven con menos de u$s2 por día, caminan descalzas, cocinan a fuego abierto, duermen sobre el piso y usan buena parte de su día en conseguir agua potable. Además, sus hijos trabajan.
En el nivel 2, el más "poblado", se encuentran 3.000 millones de personas viven con entre u$s2 y u$s8 por día, tienen zapatos y quizás una bicicleta, con lo cual tardan menos en obtener agua; duermen sobre colchones y cocinan en un aparato de gas. Sus hijos van a la escuela.
En el tercer grupo ubica a 2.000 millones de personas que viven con entre u$s8 y u4s32 por día, tienen agua corriente y heladera, también pueden acceder a una moto. Algunos de sus hijos comienzan (y hasta terminan) el secundario.
Y en el último nivel están las 1.000 millones de personas que gastan más de esa cantidad diaria, tienen por lo menos educación secundaria y pueden probablemente tener un automóvil y salir de vacaciones de vez en cuando.
Gates recomienda adoptar esta clasificación para superar los prejuicios y los baches que nos separan para ver uno u otro grupo desde nuestra posición. Asegura que lo usará como modelo de ahora en más en la Fundación Bill y Melinda Gates.
"Es difícil darte cuenta del progreso si divides al mundo en países ricos y pobres. Cuando esas son las únicas dos opciones, es más probable que pienses que cualquiera que no tiene una cierta calidad de vida es pobre", indicó en su portal personal.