"Los gobiernos se van a tener que pelear por ustedes": los consejos de un gurú inversor a las start-up argentinas
De muy buen humor y a tono con el clima informal típico del mundo de los negocios local, el famoso inversor norteamericano Tim Draper trató de hablar español ante el auditorio del primer Foro Argentino de Inversiones, reunido el miércoles en la Torre YPF de Puerto Madero.
"Tres cosas: el mundo está cambiando; la tecnología lo cambia todo; y los gobiernos necesitan competir por ustedes", afirmó al subir al escenario el fundador de Draper Associates y la escuela de finanzas Draper University.
También bromeó por momentos con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, con quien conversó sobre la posibilidad de traer la escuela de inversiones a la Argentina, entusiasmado por el contexto que generó la Ley de Emprendedores, las co-inversiones del Estado en proyectos locales a través del FONDCE y las exenciones impositivas para quienes apuesten en iniciativas del Registro de Entidades Emprendedoras.
"Yo sé que ustedes han declarado ilegal a Uber, ¡pero qué gran producto que es!. Vos sos el ministro de Producción, fijate si podés ocuparte de esto", le encargó Draper a Cabrera, quien estaba sentado en primera fila, y enseguida aclaró: "Me hubiera encantado financiar esa compañía pero no lo hice".
Draper es reconocido por haber sido uno de los primeros inversores en Hotmail, antes del despegue de los servicios de correo electrónico gratuito, y también de Skype, un programa que según el financista, "cambió el mundo de las telecomunicaciones" antes dominado solo por unas pocas grandes corporaciones.
También fue uno de los primeros inversores en Baidu, el motor de búsqueda en Internet en chino, con el cual democratizó la llegada de las comunicaciones nada menos que a oriente.
"Cuando en China me preguntaban cómo atraer inversiones y gente que llevara allí sus compañías, les respondía que nadie invertiría en un país donde se nacionalizaba cada cosa que tenía éxito. Que lo que tenían que hacer era dejar que alguien ganara dinero y contara esa historia a todo el mundo, para que otras personas se interesaran en invertir", contó Draper, quien ahora se asoció al fondo de origen argentino Cygna, especializado en invertir en compañías tecnológicas en etapas tempranas en la región latinoamericana.
El americano también recordó cómo su fondo apoyó con u$s100.000 a Hotmail cuando aún no se entendía cómo rentabilizar un servicio gratuito de correo electrónico, y gracias a la difusión virtual del servicio -que fue, según dice Draper, recomendación suya- se sumaron 11 millones de usuarios en 18 meses.
"Me encanta cuando llegan los emprendedores con los ojos enormes y sus grandes ideas. Dos de cada tres tratan y tratan, y nunca lo consiguen. Pero uno de cada tres es un visionario, con la capacidad de ver el futuro y llevarnos a él", relató.
"Cuando me preguntan qué busco para invertir, contesto dos cosas. Busco emprendedores que piensen a 15 años, porque lleva ese tiempo crear un 'overnight success' (éxito de la noche a la mañana), y que operen en industrias donde se está ofreciendo un mal servicio a muy alto costo, que son generalmente las dominadas por oligopolios", dijo el inversor, confiado en que la tecnología tiene el poder de cambiar esos privilegios en cualquier sector.
En ese punto, hizo un "mea culpa". Las finanzas, junto con el real estate y los seguros, son algunas de las industrias que no fueron del todo modificadas por Internet. Siguen ofreciendo, dice, servicios malos a altos costos.
Esto estaría a punto de cambiar a partir del Bitcoin y el Blockchain. Draper es uno de los mayores promotores globales de las criptomonedas. En 2014, cuando cada Bitcoin valía poco más de u$s400, él predijo que llegaría a u$s10.000 en tres años. Y tan lejos no estuvo este "Nostradamus" de los mercados en su pronóstico.
Draper se entusiasma con la posibilidad de tener no ya una moneda nacional, sino una que no esté atada a las decisiones de ningún gobierno particular. "La palabra ‘internacional' se volverá una reliquia, porque cada vez somos más móviles, lo que nos hace pensar globalmente", afirmó.
Luego sacó del bolsillo del saco su credencial de "Ciudadano Digital" de Estonia -se la otorgó el Gobierno de ese país y es una de las pocas decenas de personas que la tiene- y le permite hacer negocios allí como si fuera un residente.
Por eso instó a los emprendedores presentes. "Tienen una gran oportunidad aquí, usen a Argentina como una placa de Petri, pero el mundo es su mercado".
"A medida que los gobiernos se vuelven más digitales van a competir con nosotros, que como ciudadanos digitales vamos a poder hacer negocios en cualquier parte del mundo", continuó.
"A la vez, los Gobiernos podrán hacer más, gastando menos dinero y eventualmente cobrando menos impuestos", dijo ante la mirada atenta de Cabrera, quien minutos antes había mencionado el "plan anti-burocracia" que impulsa su cartera para reducir un punto del PBI en gastos de trámites administrativos que el sector privado debe costear en Argentina.
"Los buenos gobiernos van a ser elegidos y los malos van a ser dejados de lado. Y ustedes tienen la chance de iniciar ahora con un Gobierno digital que tiene la energía para ir por este camino y sentar las bases para esto", sentenció el gurú.
También se animó a pensar en un futuro donde cada persona pueda diseñar su propia criptomoneda, y si otro quisiera contratar su trabajo, deberá comprar dicha moneda. Los talentosos trabajarían mucho y verían apreciarse su "currency", cambiando así toda la lógica del empleo a nivel mundial.
Dejando de lado por un minuto esas expectativas a futuro, puso un pie en la realidad local. Consideró que este es un momento de la Argentina donde hay que animarse a dar el primer paso desde el punto de vista de la inversión. Y recomendó a las autoridades seguir por este camino y traer también al país alguna de las grandes conferencias internacionales de inversores y emprendedores, para que los curiosos del mundo puedan interiorizarse de los cambios que están ocurriendo en el país.