Gerentes sin despachos, free seating y fin de las jerarquías: así son las oficinas de Mondelez Argentina
Hace poco más de un mes que la empresa alimenticia Mondelez International, reconocida por sus marcas Oreo, Mantecol, Terrabusi, Milka, Tang, entre otras, terminó oficialmente la mudanza a sus nuevas oficinas de San Isidro.
En esta sede, que alberga a alrededor de 200 empleados fijos pero que puede llegar a tener 400 colaboradores dependiendo del día, la compañía tradujo el modelo llamado "One Mondelez Workplace" que la corporación bajó para todas sus bases administrativas en los más de 165 países en los que opera.
El mismo se basa en la tendencia de oficinas sin paredes, con espacios abiertos, libres y compartidos, en los cuales los equipos interactúan con sus pares y los jefes sin la solemnidad y burocracia que imperó históricamente en las grandes empresas.
En este caso se trata nada menos de la casa central de la firma líder a nivel local en las categorías de jugos en polvo, chicles y caramelos, y la segunda en las de galletas y chocolates (en todos los casos se enroca con Arcor).
Allí ni siquiera el gerente general de la corporación que emplea a alrededor de 4300 personas en el país tiene un despacho propio. Si, la mudanza implicó que desde el número uno, pasando por los directores, hasta los analistas debieran renunciar a sus comodidades y privilegios.
"Yo estaba acostumbrado que en el caso de tener que atender una llamada internacional, por ejemplo, cerraba la puerta. No sabía cómo iba a hacer ahora. Pero desde que nos mudamos me di cuenta de que es una barrera cultural, de que en realidad no pasa nada y hay más interacción, algo que es muy enriquecedor para todos los niveles", contó Sebastian Delgui, Director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales para el Cono Sur en MondelÄ“z International Cono Sur.
Las llamadas, por caso, no se realizan desde teléfonos sino que cada empleado tiene asignada una notebook con "headsets" desde las cuales se concretan llamadas o videoconferencias. Esos equipos pueden guardarse al final del día en los lockers de cada colaborador, pero muchas veces se las llevan para las jornadas en las que trabajan desde sus casas.
Según explicó Valeria Tourret, Directora de Recursos Humanos de MondelÄ“z International Cono Sur en una recorrida de prensa que se realizó el miércoles por las instalaciones ubicadas a metros de la Colectora Panamericana Oeste, no existe una limitación respecto de la cantidad de días en los que los colaboradores pueden hacer "home office" sino que la política de la compañía permite que esto se maneje de acuerdo a las necesidades de la tarea y mediante acuerdos entre cada persona y su jefe directo.
Esta posibilidad de trabajo remoto, sumada a la cantidad de trabajadores de áreas comerciales y de ventas que asisten a esta oficina para reuniones o temas puntuales, generan que la diferencia que mide el sistema de "fichaje" para el ingreso a las instalaciones sea de 400 personas los días de alto tránsito como lunes y martes, y de alrededor de 100 empleados menos los días de la semana que suelen tener menor circulación, según contó la directiva.
Cuando si asisten a las oficinas, los colaboradores no tienen lugares fijos asignados sino que el modelo es de "free seating". Disponen de escritorios ubicados en "tablas de trabajo", así como barras, espacios tipo living, salas de reunión o conferencias, así como cabinas para llamadas telefónicas (phone booths).
"Todos los espacios están pensados para aprovechar la luz natural, por eso las puertas y paredes de las salas son vidriadas y los puestos de trabajo generalmente están sobre las ventanas", dijo Tourret.
Es por eso que, de acuerdo a la tarea que necesitan realizar, eligen donde ubicarse. Nadie es "dueño" de una particular ubicación ni se asignan, como se hacía antaño, por antigí¼edad o función.
El modelo que impera es el de la flexibilidad y la colaboración. Esto fue un cambio radical a nivel de la cultura corporativa. Los directores, por ejemplo, cuentan que ahora son parte de las charlas de fútbol, de los chistes internos o incluso los invitan a los after office.
De acuerdo a Tourret, por ahora el modelo funciona, si bien es natural que pese a la libertad de elección, los equipos se agrupen de acuerdo a las áreas de trabajo. Pero a la vez, las oficinas de espacios abiertos requirieron una cierta adaptación que implicó algunas reglas de convivencia.
"No es fácil, no es que de un día para el otro podés bajar un cartel con una indicación y todos lo cumplen, pero empezamos a andar este camino", afirmó la Directora de Recursos Humanos, y mencionó a iProfesional que debieron pedir, por un lado, que las personas tomen precauciones por los ruidos -que se reúnan en las salas para tener charlas de equipo-, que dejen libres de objetos personales los escritorios al finalizar el día, o que no ocupen las cabinas si no están realizando una llamada o conferencia.
A los lugares propios de trabajo se suma el comedor, que es gratuito para los empleados, las salas de café -repletas con snacks de Mondelez y otras opciones como frutas o cereales-, un IQ Bar con soporte técnico y gadgets que pueden utilizar los empleados, una proveduría con todas las marcas de productos a precios preferenciales y un servicio médico "in house" que es el único en todo el edificio y que atiende todo el día.
En esos espacios y los pasillos la compañía trabajó con el artista del grafitti Malatesta, quien diseñó cuatro murales inspirados en las categorías en las que opera la empresa -galletitas, jugos en polvo, chocolates, y chicles y caramelos- e intentó además darles una identificación local a partir de elementos distintivos como el Obelisco, el fútbol o el mate.
Y se destaca por la diferencia una sala llamada "Fly Garage", diseñada con pufs, sillones de cuero, alfombras, una cartelera que cubre todo el ancho de la pared y murales coloridos inspirados en las marcas icónicas de Mondelez. Según describen en la empresa, se trata de la incubadora in company que desde 2012 es la cuna de algunas de las ideas y campañas más creativas de la empresa.
Además de la sede administrativa, Mondelez Argentina tiene cuatro plantas de producción, en Pacheco, Victoria, Las Heras (provincia de Buenos Aires) y en Villa Mercedes (San Luis). Desde allí se produce para el mercado local, y se exporta a plazas vecinas como Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia.