El desopilante CV de uno de los Nobel de Química con el que nadie más encontraría trabajo
El biofísico suizo Jacques Dubochet recibió esta semana el máximo premio que puede tener un científico: el Nobel de Química 2017.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia lo reconoció junto a sus pares Joachim Frank y Richard Henderson, por "desarrollar la criomicroscopía electrónica para la determinación estructural en alta resolución de biomoléculas en soluciones".
Esta tecnología permite ver los intrincados detalles de las biomoléculas en cada rincón de nuestras células y fluidos. Potencialmente, podría usarse para desarrollar nuevas terapias médicas.
Dubochet se retiró como profesor de la Universidad de Lausana, pero de acuerdo a su currículum, publicado en la página de la institución, su primer gran logro fue a los 6 años.
"1946: dejé de temerle a la oscuridad, porque vuelve a salir el Sol. Fue Copérnico quien lo explicó", dice el resumen de apenas 240 palabras.
La anotación siguiente destaca los inicios de su carrera como científico experimental entre 1948 y 1955 (es decir, cuando tenía entre 6 y 13 años), cuando jugó "con cuchillos, agujas, sogas y fósforos".
El desopilante CV de este científico, no revela su fecha de nacimiento. En cambio, indica: "concebido por padres optimistas", en octubre de 1941.
Sin hacer alarde, Dubochet enumera sus cargos en distintas instituciones científicas, como por ejemplo la presidencia de la sección de biología en Lausana obtenida en 1998, o la culminación de su tesis en biofísica en las Universidades de Ginebra y Basilea en 1973.
Pero además de listar sus fortalezas, casi con orgullo muestra sus debilidades. "1955: primer disléxico oficial en el cantón de Vaud. Esto permitía ser malo en todo... y entender a aquellos que tenían dificultades", dice el CV.
La última línea de la hoja de vida, según relevó la BBC, hace referencia a su vida personal. "Casado, dos niños (grandes). Gustos: interdisciplinariedad, socialización, política (izquierda), la montaña y la naturaleza".