Tres recomendaciones para escribir un CV que llame poderosamente la atención
Por cada búsqueda laboral abierta, los reclutadores reciben cientos de CV de potenciales candidatos. Lo ideal sería que ellos revisen cada postulación con el debido cuidado, y sin embargo es imposible que tengan la chance de hacerlo de esa forma.
Los seleccionadores reciben postulaciones por Internet y utilizan filtros de acuerdo a los criterios de la búsqueda de manera de reducir la cantidad de hojas de vida a revisar.
Además, muchas empresas no tienen el personal adecuado o no les dan el tiempo necesario para dedicarse a esta tarea a conciencia.
En este proceso, es lógico que muchos candidatos que cuentan con las condiciones y habilidades requeridas queden en el camino y pierdan la oportunidad.
Y aquellos currículum que lleguen a ser revisados tendrán la atención de los responsables de selección por tan solo unos segundos antes de que éstos pasen a otro perfil.
Es necesario entonces que de alguna manera el CV, incluso aquellos enviados a través de formularios estandarizados en Internet, se destaquen a través de los datos. Sobre todo, es importante no gastar tiempo y espacio en frases trilladas.
También es clave la redacción adecuada y tener en cuenta los siguientes puntos al elaborar la hoja de vida:
- El tiempo promedio que un reclutador dedica a mirar este documento son siete segundos
- 88% de los reclutadores dice descartar el CV si incluye una mala fotografía
- 40% de los empleadores a nivel mundial afirma eliminar currículums por faltas de ortografía
- 17% valora más una buena carta de presentación que un CV generalizado
¿Cómo entonces crear un perfil que capture la atención del responsable de selección de personal? La estrategia varía si se trata de una persona con amplia experiencia laboral o de un recién egresado de la universidad. También se debe ajustar de acuerdo a los objetivos de contratación.
Dicho esto, las siguientes son tres pautas a tener en cuenta en cada caso:
1. Vender los resultadosUna forma rápida de resolver la redacción de un currículum es limitarse a describir responsabilidades. Para distinguirse, los "datos duros" son mejores aliados.
Una fórmula para utilizar en el apartado "Experiencia'" que ayuda a sobresalir es la sigla (Challenge-Action-Results, por sus siglas en inglés), esto significa redactar los párrafos de trayectoria profesional bajo la siguiente fórmula: Reto+ Acción que tomaste= ¿qué resultado?
Esta metodología permite explicar habilidades dejando claro qué tipo de resultados o acciones el candidato puede emprender.
2. Sin apuroNo se puede redactar un buen CV en 15 minutos. Es un ejercicio que conviene realizar cuando se le pueda dedicar al menos una hora a seleccionar datos relevantes que engloben experiencia y habilidades.
Laszlo Bock, vicepresidente de operaciones en Google, reconoce haber revisado unos 20.000 CV a lo largo de su trayectoria, y refirió en su cuenta de LinkedIn que el error más común en estos documentos son los "dedazos" y párrafos incoherentes.
Parece obvio, pero esto sucede, la mayoría de las veces, por descuido al redactar. Hay que dedicar tiempo e incluso pedir a alguien más que lea la información y confirme si se logra o no el objetivo de vender las cualidades.
3. Adaptar el CVLos datos que se escriben en el CV necesitan destacar competencias que encajen con la vacante y la organización a la cual se desea aplicar.
Sin embargo, quienes buscan empleo, sobre todo jóvenes, suelen tener una misma versión de currículum para diferentes postulaciones. Lo más seguro en esos casos es que termine en la pila de "generalizados".
Por el contrario, lo mejor es adaptar el CV cada vez que se envía de manera de destacar las habilidades y la experiencia que pueden interesar a ese empleador en particular.
Esto cobra gran importancia al buscar oportunidades en una industria o sector distinto al de origen. Hay que seleccionar "habilidades transferibles personales y profesionales", es decir, aquellas que se pueden llevar de una a otra empresa.
Por último, según recomienda el portal Gestión, es necesario conocer las fortalezas de uno mismo y lo que se puede aportar, para luego transmitirlo en pocas líneas.