• 25/11/2024

"El currí­culum tal como lo conocemos dejará de existir"

Las nuevas tecnologías permiten un vínculo más horizontal y directo entre dueños de empresas, seleccionadores y jóvenes con propuestas concretas
19/04/2017 - 15:30hs

Si hiciéramos una comparación entre los procesos de selección de personal de algunos años atrás y los de hoy, notaríamos una gran cantidad de diferencias.

Hasta hace poco tiempo, el camino para llegar a una empresa se reducía a la presentación de un currículum en formato papel. En el mejor de los casos, un profesional podría alcanzar el puesto deseado con el impulso extra de una recomendación o el contacto directo de un tercero.

El mercado laboral, paulatinamente, flexibilizó algunos de sus hábitos. A la seriedad del currículum solemne le siguió un estilo más abierto.

Los profesionales actuales, sobre todos los más jóvenes, muestran abiertamente sus facetas personales de la vida: hobbies, emprendimientos paralelos, viajes introspectivos, inquietudes sociales, etc.

Los "Millennial" entienden al profesional como un todo que se integra a partir de los distintos ámbitos de formación. El currículum es la cara integral de una persona, independientemente de la experiencia estrictamente profesional del candidato.

En paralelo, la tecnología fue abriendo nuevas posibilidades. Los "Millennial" hoy pueden contactar directamente a una consultora de Recursos Humanos o al CEO de una empresa.

Basta un click para estar en relación sin intermediarios con la persona que tomará la decisión final en una búsqueda de trabajo. Pasamos de relaciones jerárquicas a vínculos más horizontales, de paridad.

Los jóvenes entienden que en sus manos existen soluciones a las problemáticas específicas de las empresas, la posibilidad de sumar nuevos aires, poner en práctica los conocimientos teóricos de la universidad, llevar a las organizaciones una concepción del mundo completamente distinta a la que todavía persiste en muchos organigramas.

El proceso, claramente, genera tensiones. Porque muchos jóvenes no logran adaptarse a las estructuras de las empresas, y los directivos con experiencia no comprenden la irreverencia de los más chicos que no están dispuestos a "sacrificar su libertad" en pos de pagar derecho de piso y forjar un nombre propio a base de trabajo y años de estadía en una compañía.

Pero hay que mirar el vaso medio lleno. Los "Millennials" aportan ideas, cambios que nacen en base a inquietudes sobre un sistema que muestra fragilidades.

La propuesta de cambios, esencialmente, tiene que ver con potenciar las virtudes de las estructuras existentes y proponer mejoras para las fallas del sistema.

Así es como el currículum, tal como lo conocemos, dejará de existir. Los jóvenes hoy se animan a presentar proyectos propios concretos, proponiendo alternativas de mejora para áreas específicas de las organizaciones, permitiéndose pensar el mundo de las empresas desde otro lugar.

El CV deja así de ser un commoditie para convertirse en una gran puerta de ingreso hacia la empresa.

Además del manejo de idiomas o un buen promedio académico, los jóvenes pueden proponer soluciones tangibles para problemas reales y prioritarios.

En este contexto, los directivos de las organizaciones están ante la oportunidad de dejarse seducir por nuevas ideas. De ellos depende aggionarse al nuevo paradigma o resistir en las prácticas del pasado.