El CV quedó chico: empresas buscan captar a la "Generación Y" con mensajes viejos y poco atractivos
Que el CV quedó chico. Que las compañías siguen paradas en un lugar de poder equivocado. Que dicen estar preocupadas por la guerra del talento pero hacen poco para ganarla. Que buscan reclutar a la nueva generación pero transmitiéndoles mensajes viejos, más atractivos para los accionistas que para jóvenes que hoy priorizan, ante todo, ser felices.
Estos son algunos de los tantos conceptos en los que hizo hincapié la CEO de la agencia Combo Employer Branding, Carolina Borracchia, quien acaba de presentar su libro "It's a Match! Cómo ganar la guerra del talento", el cual se puede descargar sin cargo hasta el 31 de marzo.
Borracchia, que se identifica y autodefine como Generación Y, señala que hoy entre los más jóvenes hay una fuerte necesidad de no ser vistos solo como un currículum.
"No somos solo un compendio cronológico de experiencias laborales. En un CV no aparecen un montón de habilidades e información soft que hacen a cómo una persona va a ser en un eventual puesto de trabajo. Es un recorte que quedó chico", enfatiza durante la charla con iProfesional.
Sin embargo, en opinión de Borracchia, las compañías están mirando para otro lado y utilizando procesos hard y parametrizados que poco tienen que ver con el perfil de los nuevos candidatos.
Claro que dentro del mundo corporativo también existen excepciones. "Hay empresas que ya entendieron que la marca empleadora está cada vez más instalada. Un ejemplo son los programas de beneficios, que tienden a ser más personalizados. Es que empiezan a ver que antes que nada sus empleados son padres, madres y que, por ejemplo, también cumplen años", destaca la CEO de Combo.
La elección ahora es mutuaLa autora de "It's a match" se muestra convencida de que la selección ya no es vertical.
Por el contrario, asegura, se trata de "una relación en donde las compañías eligen a los candidatos y a su vez, los candidatos las eligen a ellas".
En su opinión, la gran oportunidad es conocer al postulante para "cocrear". Pero-aclara- para esto es necesario que las empresas dejen el lugar que han estado durante años: de poder y muy desigual.
"Es que ya no les sirve de nada creerse una mega compañía con todo el poder para decidir quien ingresa y quien no", dispara.
En cuanto a la guerra por el talento, la experta en employer branding advierte que si bien las organizaciones se muestran preocupadas, "no están haciendo mucho para ganarla".
Borracchia apunta que para combatir en esta "lucha" no tiene sentido hacerlo con una marca empleadora que genere experiencias de frustración, rechazo, incertidumbre e incluso angustia, porque los candidatos que sean ninguneados o maltratados no van a tener ganas de volver a postularse.
"Si estamos parados tan lejos del lugar de darle satisfacción a un candidato, ¿Cómo vamos a pensar que no hay cosas para hacer para ganar la guerra del talento? Dejemos de luchar con recetas viejas, que no proponen diálogo, donde estamos invisibilizando a un candidato, dejemos de pensar en los Millennials a través de lo que leemos y estudiamos de informes, y empecemos a construir con ellos", propone.
En este punto, la experta en marca empleadora observa una gran oportunidad. "Las compañías están mirando las cosas desde un lugar muy cómodo. Invierten en investigaciones para conocer a los Millenails, pero no se mueven de su zona de confort. Creen que ellas son las que tienen las vacantes y que los candidatos seguirán siendo los que hagan cola para ingresar. Y hoy ya no es así", advierte.
Al momento de reclutar, las organizaciones buscan seducir a los candidatos con comentarios o mensajes que son más atractivos para un accionista que para un Generación Y cuya prioridad es ser feliz.
De acuerdo a su visión, de lo que se trata es de ver qué le van a dar a cambio a ese joven para que participe de un proceso de selección. Y acá es donde está la gran oportunidad para las compañías de revertir la experiencia del rechazo.
"El foco tienen que ponerlo en lo soft, no tanto en lo hard. Deben dejar de contarles a los jóvenes que son una mega exportadora. A ellos les interesa más saber cuál será su aporte en el todo o si pueden ir a trabajar en zapatillas. Para la Generación Y los límites entre el trabajo y su vida personal no están tan marcados, es un todo", dispara la CEO de Combo.
Y añade: "La transparencia es un valor muy fuerte para esta generación. Por eso, no funciona cuando en una entrevista el selector intenta venderle la empresa y el puesto como si fuera un viaje a Disney. Es un trabajo y ellos lo tienen más que claro."
El paralelismo con Tinder
El título de su libro "It's a Match!" es la frase que distingue a la aplicación para buscar parejas en Tinder. El paralelismo con el recruiting surge por la "resignificación del rechazo".
"Me parece muy interesante Tinder y escuchar a su CEO, que habla de la construcción de relaciones sin que medie el rechazo. Esto es muy importante porque se trata de una constante en los procesos de selección. Acaso, ¿quién no fue al menos una vez rechazado en una entrevista?", plantea, a modo de conclusión.