Búsquedas laborales: reclutadores detallan los errores a evitar para que tras la entrevista vuelva a sonar el teléfono
Aplicó a una búsqueda, lo citaron y llegó a horario. Una vez en la oficina del reclutador, la entrevista fue políticamente correcta, sencilla y cómoda. Incluso, pudo responder de una manera relajada a las preguntas acerca de su experiencia profesional, su objetivo de carrera y hasta su expectativa salarial. Pero, pasaron los días, y su teléfono no volvió a sonar. Nunca llegó "segunda instancia".
El interesado en ese puesto de trabajo que, incluso, reunía los "requisitos" no pasó de la primera etapa. Así fue como surgió la pregunta, inevitable: "¿Por qué no me llamaron?"
En caso que el perfil profesional esté en línea con lo buscado por la organización, "por actitudes erróneas" puede ser una de las respuestas a dicha inquietud.
De hecho, un 34% de los candidatos, por ejemplo, no realiza preguntas atractivas a un selector, mientras 46% contesta el celular o un mensaje durante la entrevista, según un estudio de la consultora Harris Interactive entre más de 2.000 reclutadores en el mercado hispano y estadounidense.
A un aviso se presentan más de 200 personas pero sólo el 10% cumplen los requisitos. En este sentido, advierten los expertos en selección, si no hay preparación previa por parte del candidato no sobresales respecto a otros.
Además, observan los especialistas, hay una cantidad importante de postulantes que parecería que no leen los requisitos y mandan su CV "para ver qué pasa". ¿El resultado? No los llaman siquiera para la entrevista.
En ocasiones, llaman para preguntar y cuando uno les dice que tal o cual requisito es "excluyente" dicen que no se habían dado cuenta de lo que se pedía. La sensación es que sólo leen el nombre del puesto y eso varía mucho en los perfiles dado que hay aspectos que individualizan el perfil del cargo.
Por otro lado, "el 80% de los postulantes no hace preguntas", enfatiza Gloria Cassano, directora de la consultora de Recursos Humanos homónima y especialista en reclutamiento de profesionales y ejecutivos.
Y completa: "El entrevistador espera que las haga. A veces pienso si es porque como entrevistadores solemos darles un panorama pero muchas de esas veces entiendo que no saben qué preguntar. Preguntar nos ayuda a conocer qué les interesa. Es bueno hacerlas."
El CV, el primer filtro
Abusar de la originalidad es otro error común de quienes se postulan a un empleo. Los reclutadores quieren, ante todo, practicidad. Si el color, la foto, el tipo de fuente o el formato se interpone en la lectura del currículum, perderá el interés del interlocutor.
"La originalidad molesta al lector. Hay quienes subrayan, ponen negritas y usan otra letra para algunos puntos que no son importantes. Si usas negrita, no subrayes ni cambies la letra y viceversa. Tampoco es bueno, o al menos no agrega valor, hacerlo en primera persona", señala Cassano.
Es que, según cuenta, está estudiado que los reclutadores dedican dos minutos a la lectura de un CV. Poner habilidades y conocimientos que agreguen valor es lo más recomendable.
"Quienes hacemos consultoría solemos mirar en qué empresas trabajó porque conocemos los ambientes laborales y tratamos de que el postulante provenga de un ambiente similar: multinacional o Pyme o nacional, de mucha o poca dotación, por ejemplo", dice la experta en selección.
En cuanto a los errores, los hay y muchos: de ortografía, redacción y extensión. Sobre esta última falla, el consejo de los expertos consultados por iProfesional es compun: no más de dos hojas.
El Currículum sirve para conseguir una entrevista, no un trabajo. "Lo importante es generar curiosidad en esas dos páginas y lograr que la empresa o consultora desee conocerlo, de eso se trata", apunta Cassano.
Desde Grupo Hidalgo & Asociados, Laura Bittoco hace hincapié en que dada la preponderancia que tienen hoy las redes sociales, el candidato debe contar con un perfil profesional prolijo en Linkedin -nada de frases célebres o fotos desactualizadas o informales-, como así también un perfil de Facebook "respetable".
"La información en Linkedin incluso es más preponderante que la del CV, porque hoy es la primera vía de contacto en la gran mayoría de las búsquedas. Pero, en paralelo, el responsable de la búsqueda también puede ingresar al perfil de Facebook o Twitter para ver como el postulante se presentan en los canales más informales", añade la gerente de Reclutamiento y Selección de Grupo Hidalgo.
El momento ha llegado
Para María Sol Tenca, Permanent Placement Concept Manager de la firma Randstad, la entrevista como una "situación asimétrica": quien va a determinar si la persona continúa o no en el proceso es quien está entrevistando.
En promedio, el reclutador le dedica al candidato entre 30 y 60 minutos. En este lapso, para seguir avanzando en el proceso, es importante evitar los siguientes errores, muchos muy básicos pero sumamente frecuentes, según coinciden los expertos:
- Llegar tarde y no dar una disculpa, explicación o justificativo válido respecto al retraso.
- Mirar el reloj constantemente, o los mensajes, o atender el teléfono. "Si la persona sabe que en ese tiempo puede recibir una llamada importante, lo recomendable es que se lo avise antes al entrevistador antes de comenzar", dice Tenca, de Randstad.
- Enredarse en algún tipo de discusión, ya sea política, religiosas o por opiniones diferentes. Esto nunca favorece al postulante.
- Tomar excesiva confianza con el entrevistador. Tutearlo cuando no lo habilita o decir malas palabras.
- Hablar mal de otras personas o de trabajos anteriores. Esto no implica mentir, pero no hay que abordarlo como algo personal.
- Desconocer a que empresa fue o para que posición es la búsqueda. "Si la persona fue citada, mínimamente debe informarse acerca de la compañía, esto es un punto a favor para el candidato, lo posiciona de una manera diferente", remarca Bitocco.
Y añade: "No conocer nada del posible empleador le juega en contra, porque ahora hay mucha información disponible en la web. A un ingeniero nuclear se le pueden permitir ciertas cuestiones, pero para una posición comercial o administrativa, por ejemplo, se hila más fino, con lo cual el candidato es quien tiene que sostener su postulación y poderse ganar ese espacio."
- Ser verborrágico. "Es más importante saber escuchar lo que le están preguntando y responder a eso. No está mal preguntar acerca de lo que le fueron contando, pero con prudencia y de acuerdo al espacio y lugar que le está dando el entrevistador", sostiene Tenca.
- Mostrarse desesperado por la remuneración. "Esto -dice la reclutadora de Randstad- no significa que no se debe preguntar, sino que lo aconsejable es hacerlo en la última parte de la charla. Si el entrevistador no abordó el tema, está bien en ese momento hacer la consulta."
"El candidato tiene que saber hacer el trabajo, estar interesado. Esto es el ABC, para que pueda participar de una búsqueda pero, además, tiene que coincidir con la cultura del cliente", advierte la gerente de Grupo Hidalgo.
Cassano hace hincapié en la importancia de responder con la mayor naturalidad posible, escuchando lo que dice el entrevistador y respondiendo a eso, no a otra cosa.
"Hay personas que por querer destacarse se exceden en comentarios. En definitiva, escuchar, responder y dar ejemplos concretos de cada tema que se pregunta. No teorizar, ser preciso y dejar los detalles de lado si no nos los preguntan", recomienda, en línea con su par de Randstad.
En la "previa" está la clave
"Hoy se espera que cuando un postulante concurre a una entrevista de trabajo se haya informado, sobre todo con la penetración y la mayor posibilidad de acceder a Internet", enfatiza Tenca.
Cassano, en tanto, recomienda juntarse con un amigo, o un ex jefe, un compañero o, simplemente alguien de confianza que lo ayude a analizar el aviso al que postula y a definir qué competencias se poseen para ocuparlo.
No obstante, coinciden los expertos, los mejores ejercicios para realizar en la "previa" al encuentro son ensayar la entrevista, repasar el CV y la historia laboral, y pensar en posibles respuestas a preguntas que le pueden efectuar.