Cómo el "cuentapropismo" está cambiando la cara de Cuba
La Cuba socialista ya no es lo que era. El cambio de mando al frente de la isla ya comienza a notarse en el mercado laboral y en las costumbres de los locales.
"Solía trabajar para el Estado. Ahora trabajo lo más duro que puedo, tratando de proporcionar un buen servicio para que los clientes sigan viniendo", dijo a BBC Mundo Jorge Peña, quien junto a su tío han logrado abrir su propio negocio, algo impensado hace una década en Cuba. Juntos inauguraron en el garage de su casa de familia un cine 3D donde se proyectan los últimos estrenos de Hollywood.
Muchos cubanos emprendieron en los últimos años el camino hacia el "negocio propio". Abrieron restaurantes, alquilaron habitaciones e improvisaron todo tipo de emprendimientos.
Desde la década del 90, cuando los fondos de la Unión Soviética dejaron de llegar, y se mantuvo el cepo económico impuesto por los Estados Unidos, Cuba enfrentó serios problemas económicos.
Durante la última década, Venezuela fue el bálsamo que alivió en parte, a base de inyecciones de petróleo, la economía del país caribeño, indicó la cadena británcia. A cambio de unos 100.000 barriles diarios de petróleo venezolano, Cuba proporciona a Venezuela personal médico y logístico.
Sin embargo, la larga enfermedad y posterior fallecimiento del líder bolivariano, Hugo Chávez, así como el miedo a depender de una inestable Venezuela motivaron una serie de reformas en la política cubana que permitieron transformar, entre otras cosas, el campo laboral de los cubanos.
Una de las más notorias fue la reforma sobre el trabajo por cuenta propia. A finales de 2010, el gobierno aprobó 178 categorías de autoempleo, que luego fueron ampliadas a 181.
Según el último informe presentado por la Asamblea Nacional del Poder Popular en Cuba, en julio de este año la cifra de trabajadores por cuenta propia ascendía a 429.000 personas. Tres veces más que antes de la reforma.
Entre las ocupaciones más comunes figuran la venta de alimentos, transporte, venta ambulante y alquiler de viviendas, entre otras actividades privadas que se engloban dentro del término de "cuentrapropismo".
No obstante, según destacó el antropólogo Roberto Armengol de la Universidad de Virginia, "el cuentapropismo en Cuba ha existido desde el inicio de la revolución".
"Varias veces en la historia de la revolución se expandió y luego hubo un reajuste, una contrarreforma. Ha habido muchos experimentos sobre el socialismo. Pero es cierto que esta vez es más significativo que las anteriores", destacó. "Lo que ahora sí será posible, aparentemente, es hacerlo con menos dificultad y preocupación, con más visibilidad", añadió.
Una nueva clase media
Los economistas consideran que el "cuentapropismo" todavía no supone un cambio profundo en la economía de la isla.
"Está creando más clases y una estratificación donde cada vez más gente tiene acceso a divisas", explicó a BBC Mundo Jared Genova, de la Asociación para el Estudio de la Economía de Cuba en Estados Unidos.
"Pero gran parte de estas divisas llegan a la isla a través de las remesas, que todavía ayudan a un privilegiado grupo de gente", aclaró.
Señaló además que los empleos legalizados todavía son aquellos que no pueden generar mucho dinero. "Si incluyera a profesionales como médicos y abogados, podría generar una mayor apertura", aseguró.
"Yo diría que el cuentapropismo es un paso importante, pero al mismo tiempo, no es un cambio profundo en cómo circula el dinero. Las redes informales todavía generan lo mismo, si no más dinero en La Habana hoy", sentenció Armengol.
Competencia
Una de las consecuencias más notorias del auge de los "cuentapropistas" y de su regulación, contó Fernando Ravsberg, es que cada vez hay más competencia.
"Habrá más aperturas, pero a un ritmo muy lento, serán cambios muy calculados", Jared Genova, economista.
Según indicó Ravsberg, eso ha llevado a que negocios que antes funcionaban de forma informal tengan menos ingresos que antes debido a la proliferación de establecimientos similares: "Cuando había tres restaurantes privados hacías dinero, pero con 400 en La Habana, ¿qué negocio vas a hacer? Antes el dueño de un restaurante podía permitirse viajar. Pero eso era en tiempos en lo que todo estaba prohibido. Hoy hay miles de cafeterías".
Por otra parte, el socialismo en Cuba está experimentando cambios.
"Sería demasiado decir que hay un nuevo capitalismo", opinó Genova. "Preferiría decir que, como dice una colega, es socialismo, pero con cambios hacia un sistema híbrido", agregó.
Un sistema en el que los cubanos dependen tanto del sector estatal, como del no estatal (cuentapropismo) y del informal. "Muchos cuentapropistas todavía trabajan para el gobierno. Son gente que tiene dos trabajos, cinco trabajos distintos para sobrevivir", apuntó Genova.
"Creo que si las nuevas cooperativas funcionan de forma abierta y progresiva, sin muchos impedimentos, podemos ver algo interesante en Cuba, una economía híbrida, que no existe igual en otra parte del mundo", dijo al respecto Armengol.