El dinero puede comprar la felicidad, pero hasta un cierto punto
El dinero sí puede comprar la felicidad. O, al menos, puede hacerlo hasta cierto punto, según los resultados de un nuevo estudio.
En este sentido, un reporte publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences mostró que el bienestar emocional de los estadounidenses aumenta a medida que sus ingresos se incrementan hasta que tocan los u$s75.000 anuales.
Para quienes ganan menos, "las cosas están tan lejos que es difícil ser feliz. Interfiere con el disfrute", explicó Angus Deaton, un economista con el Centro de Salud y Bienestar de la Universidad de Princeton.
Deaton y Daniel Kahneman analizaron las respuestas de 450.000 encuestados en los Estados Unidos. El estudio de campo se realizó entre 2008 y 2009 para el índice de Bienestar Gallup-Healthways. En la encuesta se incluyeron preguntas sobre la felicidad cotidiana de la gente y lo satisfecho que estaban con sus vidas, en general.
La felicidad aumentó a medida que se incrementaron los ingresos, pero ese efecto se anuló al llegar a los u$s75.000, puntualizó Deaton. Sin embargo, su percepción general de éxito o bienestar siguió aumentando a medida que sus ingresos superaron ese punto.
"El darle a la gente ingresos superiores de los u$s75.000 no va a ayudarlos mucho en su humor diario..., pero los hará sentir que tienen una vida mejor", señaló en declaraciones citadas por AP.
Alguien que pasa de un trabajo en el que gana u$s100.000 al año a uno que le paga u$s200.000 percibe más éxito, pero eso no necesariamente implica que sea más feliz en el día a día, reiteró.
Asimismo, el estudio reveló que la gente está mucho más feliz los fines de semana, pero eso no aumenta su percepción general de bienestar.
Kahneman, un psicólogo ganador del premio Nobel, y Deaton desarrollaron el estudio para saber más sobre crecimiento económico y políticas públicas, ya que algunas investigaciones han puesto en duda el valor del desarrollo económico para las personas.
Deaton acalaró que están lejos de resolver el asunto, pero añadió: "Trabajar en este proyecto me ha traído mucho bienestar emocional. Como economista tiendo a pensar que el dinero es bueno para tí y me complace encontrar alguna evidencia de que es así".
El estudio fue apoyado por la Organización Gallup y el Instituto Nacional de la Edad.