Llevaron a juicio a Mostaza por incumplimiento de contratos y la Justicia falló a favor de los franquiciados
En los expedientes judiciales se lee de manera descarnada lo que muchos suponen. Ni el dinero invertido en un local alcanza para satisfacer a la gente de Mostaza ni el dinero de retorno prometido por la inversión gratifica a los franquiciantes.
La Justicia Comercial recibió varios planteos contra Mostaza pero, recientemente, un fallo de la jueza Valeria Pérez Casado hizo lugar de manera parcial a la demanda interpuesta "...por Buriel Gastronómica S.R.L. contra Mostaza y PAN S.A. y Liliana Rita Galdeano Alvarado y ordenó recomponer los contratos de la franquicia y locación del local de la calle Mitre 27/31 de San Carlos de Bariloche" y de un acuerdo de refinanciación con garantía hipotecaria.
En el escrito judicial fechado durante el mes de diciembre de 2024 se explica que Mostaza es una "empresa argentina con más de 140 locales entre establecimientos propios y franquicias" y la señora Liliana Rita Galdeano Alvarado es "abogada y hermana del fundador de Mostaza, socia y propietaria del inmueble" en cuestión que está ubicado en Bariloche.
Según los denunciantes las reuniones con el management de Mostaza comenzaron en el año 2016 y allí se estimó que "...la rentabilidad del negocio era del 18%, el recupero de la inversión se produciría entre los 24 y 36 meses, dependiendo del modelo de local que se armara" (se tratase de un local en un shopping o a la calle) y se especificó que estos números estaban publicados en la página web de la empresa.
Fallo contra Mostaza: los orígenes de la disputa
Los representantes de Buriel SRL, la empresa que compró la franquicia explicó que hubo muchos tironeos en torno a la elección del local en San Carlos de Bariloche. Finalmente, se inauguraron dos locales, uno en un shopping de la ciudad rionegrina y otro a la calle que pertenece a la demandada Galdeano Alvarado. Según explicaron en sede judicial, los representantes de Mostaza mostraron predilección por el local a la calle ubicado en la avenida Mitre y postergaron la inauguración del local en el shopping y cambiaron los plazos de reintegro del retorno de la inversión a la hora de firmar el contrato.
Por el local de la calle Mitre se iba a firmar un contrato por 84 meses pero cuando "...se suscribió el contrato definitivo el 1/06/2017, fue modificada la vigencia a 60 meses, con la posibilidad de extender el contrato por otros 60 meses a discreción de Mostaza".
En el expediente se leen las denuncias por incumplimiento del contrato de parte del franquiciante por obras no realizadas en el local de la calle Mitre y se terminó invirtiendo, tras 14 meses de reformas, 1.500.000 dólares, cuando en un primer momento se hablaba de una inversión total de 300.000 dólares.
Nada salió bien en este negocio en especial porque a Buriel les tomó por sorpresa la terrible pandemia de Covid-19 que terminó por fundir a una gran cantidad de negocios gastronómicos en el país y, en el caso de las franquicias de Mostaza en Bariloche, la empresa franquiciante tenía responsabilidad directa sobre 39 trabajadores debidamente registrados.
A pesar de la crisis, se denunció que Mostaza les cobró a los franquiciantes, gastos por publicidad, decide cuando lanzar promociones que son absorbidas por las empresas que contratan la franquicia y, en el caso particular de Buriel, no se les concedió ningún reajuste a pesar de la crisis por la pandemia y cuarentena de Covid.
No es la primera vez que Mostaza tiene problemas con las franquicias en la Justicia
Acerca de los montos de rentabilidad que se les promete, con mayor o menor exactitud, a los interesados en las franquicias de Mostaza, la Justicia Comercial trabajó algunos expedientes como el que se tramitó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 12, hace dos años, donde se acusó los hermanos Christian Galdeano y Liliana Galdeano, dueños de Mostaza y Pan, sobreseídos en primera instancia, por denuncias realizadas ante supuestas irregularidades en montos de rentabilidad, así como en procesos de inversión que debieron realizar los locatarios entre 2 y 2,5 veces mayores de lo que se había presupuestado.
Los denunciantes explicaron que el alquiler de los locales, son propiedad de los hermanos Galdeano, y se tornan muy difícil de afrontar tomando en cuenta que el tiempo que prometen los dueños de Mostaza, para recuperar la inversión, es de entre 28 y 36 meses. La realidad marcó que no se pudo recuperar ni en 7años, con dos de pandemia.
Añadieron que además, están obligados a compras de insumos a Mostaza y Pan, registrándose valores superiores al 40 por ciento del mercado. "Te hacen invertir (en este proceso te hacen gastar el doble, así te endeudas con ellos); te hacen comprar máquinas a ellos, el resto de los revestimientos y amoblamientos solo ellos, te indican dónde. Cuando empezás a funcionar, comprás la mercadería en donde te dicen (muy caro comparado con el mercado); le abonás la logística, el alquiler y habría que ver si aparece todo en blanco. Los balances te aparecen con una ganancia irreal", comentó un damnificado que inició acciones judiciales a los hermanos Galdeano.
"Uno de mis clientes invirtió u$s1,6 millones, no le quieren renovar la franquicia y le ofrecen comprarle el negocio por unos u$s600 mil", ejemplificó un abogado.
En la proyección del negocio y plazos para recuperar la inversión, Mostaza proyecta un margen de ganancia entre el 15-17% según el escenario, pero esa rentabilidad luego no se logra, es la queja de los franquiciados.
En general las críticas de los demandantes destacaban, en sus escritos judiciales, que las inversiones iniciales para poner en marcha una franquicia terminan siendo 2,5 veces mayor a lo estipulado originalmente por la firma.